Madrid,
5 de octubre de 2006.- WWF/Adena advirtió
hoy que el Comercio de Emisiones de la UE podría
no lograr ninguna reducción significativa
de la contaminación causada por la industria
pesada a menos que la Comisión sea capaz
de conferir mayor seriedad a la debilísima
propuesta presentada por los estados miembros. Los
resultados iniciales de una investigación
encargada por WWF/Adena muestran que las limitaciones
muy débiles de los límites de emisión
junto a las reglas extremadamente generosas para
la utilización de créditos importados
amenazan con invalidar el esquema.
El Comercio de Emisiones afecta
a las centrales eléctricas y a la industria
pesada que representan casi la mitad de las emisiones
de CO2 de Europa. Datos publicados con anterioridad
este año muestran que los gobiernos europeos
repartieron demasiados derechos en la primera fase
que abarca entre 2005 y 2007. La Comisión
Europea está considerando ahora los planes
de asignación de los estados miembros para
la segunda fase, entre 2008 y 2012.
Por encargo de WWF/Adena, Ecofys
realizó un análisis independiente
de los planes de asignación disponibles actualmente.
Los resultados preliminares sugieren que, una vez
más, los estados miembros están siendo
demasiado generosos con sus industrias. De este
modo se ve que Polonia ha puesto un límite
ligeramente inferior a las emisiones que se alcanzarían
sin poner ningún freno y que Francia, incluso,
concede más derechos de los necesarios para
los niveles de emisión que se alcanzarían
sin ninguna limitación en ese periodo.
El análisis de Ecofys sugiere
que las importaciones de derechos de emisión
por recortes de emisiones en países en vías
de desarrollo permitidas superan en muchas veces
las que la industria europea necesitaría
para alcanzar los límites impuestos. Si los
países europeos permiten el uso masivo de
estos derechos, no se logrará ninguna reducción
de emisiones en la UE. Esta situación desmotivará
también la innovación tecnológica
y transferirá la responsabilidad de la lucha
contra el cambio climático de los países
industrializados a los países pobres del
sur.
Ente los países mas permisivos
en este aspecto figuran Irlanda, España y
Polonia, actuando en contra de la Directiva sobre
Comercio de Emisiones que considera la importación
de créditos como un complemento a las acciones
propias de modo que, al menos la mitad de las reducciones
de emisiones, ocurra en suelo europeo.
Mar Asunción, Responsable
del Programa de Cambio Climático de WWF/Adena,
declaró: “el gobierno debe reconsiderar la
posición mantenida en el borrador del plan
y limitar drásticamente el uso de los derechos
procedentes de proyectos en otros países,
tanto en la cantidad -que no debería sobrepasar
el 6% frente al 50% propuesto por el gobierno-,
como en la calidad de los proyectos elegidos”.
Artículo: Mar Asunción