Azores
(Portugal), 6 de octubre de 2006.- WWF/Adena celebra
la protección de dos nuevos hábitats
marinos de gran valor ecológico en el Atlántico
Norte. Los corales blandos y las praderas de Cymodocea
han sido reconocidas bajo el amparo del Convenio
OSPAR como hábitats amenazados que deben
ser protegidos urgentemente. Esta nueva decisión
es un importante avance en la conservación
de los ecosistemas marinos y un paso hacia delante
para la declaración de áreas marinas
protegidas (AMP) en el Atlántico español.
La adopción de esta medida
ha tenido lugar en la reunión del Grupo de
trabajo en Áreas Marinas Protegidas, Especies
y Hábitats del Convenio para la Protección
del Medio Ambiente del Atlántico Nordeste
(OSPAR), celebrada esta semana en Azores (Portugal).
Todo ello, gracias a la iniciativa de WWF/Adena,
que ha sido apoyada por el Ministerio de Medio Ambiente
español. La Comisión OSPAR adoptó
en 2004 una lista inicial de especies y hábitats
para el Atlántico -ahora ampliada- de hábitats
amenazados o en declive que deben salvaguardarse
creando Áreas Marinas Protegidas (AMP).
Las praderas de la fanerógama
marina Cymodocea nodosa son, al igual que las praderas
formadas por la conocida Posidonia oceanica en el
Mediterráneo, bosques sumergidos que ofrecen
el hábitat y refugio idóneo para un
sinfín de invertebrados marinos y especies
pesqueras de importancia comercial. La distribución
de esta especie se extiende en el Atlántico
Norte exclusivamente en aguas del Golfo de Cádiz
y sur de Portugal y se encuentra amenazada por el
arrastre ilegal en fondos someros o su destrucción
directa por la extracción de arenas.
El segundo hábitat protegido
es el ecosistema formado por los corales blandos
u Octocorales que incluyen especies como las gorgonias,
manos de muerto y plumas de mar que, por su aspecto
erguido y arbustito, presentan numerosa fauna asociada.
Para WWF/Adena, este hábitat está
amenazado en aguas de la plataforma española
por el arrastre de fondo y su desconocimiento científico
debería ser subsanado por la administración.
WWF/Adena subraya que el reconocimiento
de la valía de estos ecosistemas abre la
puerta a la creación de AMP en zonas donde
se ha detectado presencia de estos hábitats.
Entre ellos, la plataforma gallega, el golfo de
Cádiz, el extremo Atlántico del Estrecho
de Gibraltar y el Banco de El Cachucho. De hecho,
la presencia de praderas de Cymodocea y de corales
blandos coincide con varias de las 20 áreas
marinas seleccionadas por WWF/Adena por su importancia
ecológica. Cabe recordar también que
España todavía no ha declarado ninguna
AMP en OSPAR.
Pilar Marcos, coordinadora de
áreas marinas protegidas de WWF/Adena, sostiene:
“Todavía quedan otros hábitats, como
los conformados por los cañones submarinos,
que deberían ser protegidos de la acción
del hombre por interés ambiental”, y concluye:
“El Cachucho o el entorno marino de las islas Atlánticas
gallegas poseen muchas de las especies y hábitats
reconocidos en el Convenio de OSPAR por su amenaza
debido a la acción humana. Por tanto, deberían
ser declarados como AMP antes de que sea tarde”.
Artículo: Pilar Marcos