Hinojos
(Huelva), 11 de octubre de 2006.- WWF/Adena ha solicitado
a la Junta de Andalucía que intervenga ante
el urbanismo en Doñana para asegurar la conservación
de los espacios naturales. WWF/Adena cree imprescindible
que se realice una evaluación ambiental conjunta
y preceptiva. Los municipios con un mayor crecimiento
previsto en la comarca de Doñana son Aznalcázar
(909%), Rociana (215%), Villamanrique de la Condesa
(117%) y Pilas (110%).
WWF/Adena ha solicitado por escrito
a las Consejeras de Medio Ambiente, Fuensanta Coves,
y Obras Públicas y Transportes de la Junta
de Andalucía, Concepción Gutiérrez,
que intervengan ante los crecimientos urbanísticos
que plantean los municipios de Doñana, muy
superiores al crecimiento natural de su población,
y que suponen una nueva y grave amenaza para la
conservación de sus valores naturales.
WWF/Adena considera necesario
que se realice una Evaluación Ambiental Estratégica
conjunta de los planes urbanísticos de Doñana,
en el ámbito del POTAD. Su objetivo debería
ser prever riesgos y amenazas para la conservación
de los espacios y especies de valor de Doñana.
Asimismo ha pedido que los Planes Urbanísticos
de los municipios con terrenos en el Parque Nacional
(Almonte, Aznalcázar e Hinojos) sean informados
por el Patronato de Doñana antes de su aprobación.
Esta regla debería hacerse extensible a los
planes del resto de municipios de la Comarca, que
tendrían que ser informados por el nuevo
Consejo de Participación, aún pendiente
de crear.
En función de los datos
de los últimos estudios sobre urbanismo en
Doñana, el crecimiento previsto para los
próximos 10 años implicaría
un incremento de población del 90% respecto
a la situación actual, y se pasaría
de los 180.000 habitantes actuales a cerca de 340.000.
WWF/Adena está convencida de que el capital
natural de Doñana no será capaz de
soportar esa carga, ya sea durante todo el año
o sólo en períodos vacacionales.
En relación al agua, WWF/Adena
estima que la población de Doñana
consumirá dentro de 10 años 3,3 hm3/año,
en caso de que se desarrollen todos los crecimientos
previstos. Se trata sin duda de una cifra suficientemente
significativa como para tener un impacto sobre la
cantidad y la calidad - a través de las aguas
residuales - de las aguas del Parque Nacional de
Doñana.
“Doce de los catorce municipios
de Doñana aumentarán en un 40% su
parque de viviendas. Además de la ocupación
de suelo y de las inversiones de los ayuntamientos
para dotarlos de servicios y equipamientos, estos
cambios llevarán aparejados una mayor demanda
de agua y energía, generación de residuos
sólidos y de aguas residuales, así
como de tráfico”, afirma Juanjo Carmona,
Responsable de la Oficina para Doñana de
WWF/Adena. Y concluye: “Ante este riesgo evidente
es necesaria la urgente intervención de la
Junta de Andalucía a fin de evitar que unos
valores naturales únicos en el mundo desaparezcan
destruidos por el hormigón y la especulación
urbanística”.
Artículo: Guido Schmidt