Madrid,
España — Greenpeace realizará un descenso
del Guadiana entre el 20 y el 28 octubre para denunciar
y documentar las agresiones que sufre uno de los
grandes ríos españoles. Bajo el lema
"Dale vida al río", la organización
ecologista tratará de acercar el Guadiana
a las poblaciones de las riberas y pedirá
responsabilidades por el pésimo estado de
este río.
Greenpeace quiere así dar
una llamada de atención para intentar salvar
un cauce en el que el agua presenta tal estado de
calidad, que pronto dejará de poder usarse
(para abastecimiento, riego e incluso usos industriales).
El pasado año, Greenpeace
publicó el informe Agua, en el que hacía
un estudio general del estado de todas las cuencas
en un momento crucial: la entrada en vigor de la
Directiva Marco del Agua (DMA). La Directiva apuesta
por recuperar el buen estado ecológico de
los ríos, la única forma de que los
cauces puedan ejercer su función depuradora
y regeneradora y de tratar de atajar el problema
de la escasez de agua.
Greenpeace, que estudiará
y denunciará los problemas específicos
del río en cada tramo, inicia así
los estudios en profundidad de todas las cuencas.
La situación de partida de este descenso
no es demasiado esperanzadora:
* El Guadiana, de hecho, ya no
existe. Hace más de dos décadas que
el río no nace en los Ojos del Guadiana.
Hoy, el primer aporte natural de agua lo recibe
del río Bullaque, por lo que ese sería
su nombre reaL. El Bullaque está más
de 120 kilómetros aguas abajo de los Ojos.
* El trasvase Tajo-Guadiana. Esta
infraestructura llevará agua entre las cuencas
del Tajo y el Guadiana. El Ministerio de Medio Ambiente
y la Junta de Castilla-La Mancha lo justifican por
la necesidad de abastecer de agua a poblaciones
como Puerto Lápice y Ciudad Real. La realidad,
como ha ocurrido en otros lugares como Murcia y
Valencia, es que servirá para alimentar la
especulación y abastecer de agua a todos
los nuevos complejos urbanísticos con campos
de golf.
* Especies invasoras. El 41% de
las especies de peces en el tramo extremeño
son introducidas, lo que sitúa al Guadiana
extremeño en la zona española más
afectada por este problema. Además de los
peces (lucio, black-bass, siluro...) existen otras
especies muy perniciosas para el medio, como el
cangrejo americano (Procambarus clarkii) o la planta
acuática Eichhornia crassipes, conocida como
jacinto de agua o camalote. La invasión del
jacinto de agua en el tramo medio del río
Guadiana alcanzó su máximo en octubre
de 2005 cuando llegó a ocupar 75 km de cauce.
Se han retirado ya más de 175.000 toneladas
de camalote del río, un trabajo que ha costado
hasta ahora 7,5 millones de euros.
* Una presa injustificable. Alqueva,
en plena operación de llenado, es el mayor
lago artificial de Europa. La principal razón
para construir esta presa ha sido dotar de agua
a 110.000 hectáreas que todavía no
están en explotación (casi todas fuera
del ámbito del Guadiana) y que probablemente
nunca vayan a crearse. Alqueva tiene pendiente,
además, como canalizaciones, nueve embalses
más, un túnel y un trasvase a la cuenca
del Sado para poder llevar agua hasta los inexistentes
regadíos. Lo más grave es que la obra
se realizó sin un estudio de impacto ambiental
integral y con la oposición de la ciudadanía.
El Gobierno portugués no ha fijado aún
el precio del agua para los agricultores y, sin
embargo, ha aprobado la construcción de hoteles,
campos de golf y miles viviendas junto al embalse,
que suman más de 19.500 camas. Por su parte,
la Junta de Extremadura prepara un plan de ordenación
territorial para dotar de 16.000 camas a la parte
española.
* Construir un puente para especular
sobre un área protegida. Aguas abajo de Pomarão,
el río hace de frontera natural entre España
y Portugal. En este tramo, las autoridades locales
de Huelva están construyendo una carretera
de acceso al futuro puente internacional cuyo fin
último es promocionar una macro urbanización
en un espacio protegido (LIC). El puente es una
alternativa injustificada de conexión viaria
transfronteriza entre El Granado (Huelva) y Pomarão
(Alentejo), íntimamente asociada a una recalificación
de la ribera protegida del Guadiana. Esta zona del
río está clasificada de alta/muy alta
sensibilidad ambiental, integrada en la<b>
Red Natura 2000 </b>por su condición,
entre otras, de hábitats del lince ibérico
(Lynx pardina) y del águila imperial (Aquila
adalberti), afectada por el <b>Plan Especial
de Protección del Medio Físico </b>y
contiguo a un espacio protegido por la legislación
lusa: el Parque Natural do Vale do Guadiana. Existe
un paso transfronterizo ya construido a escasos
500 metros del nuevo puente que se quiere construir
y únicamente requeriría la adaptación
técnica de la presa para el paso de vehículos,
como ya sucede en cientos de presas españolas.
“Es urgente tomar medidas para
recuperar el Guadiana. Las Administraciones implicadas
en la gestión del agua disponen ya de la
herramienta necesaria para ello, la Directiva Marco
del Agua, el problema es que no cumplen ni hacen
cumplir la ley” , ha declarado Juan López
de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace.