17 octubre
2006 - Amsterdam, Holanda — Greenpeace y el grupo
Provinciale Milieufederaties convirtieron la famosa
"zona roja" de Amsterdam en una zona verde.
En las principales calles de esta zona, dentro y
fuera de los ventanales que anuncian la oferta de
servicios sexuales, activistas de Greenpeace cambiaron
las luminarias tradicionales por focos ahorradores
de energía.
Los empresarios locales estuvieron
a favor de esta actividad debido a las altos montos
que pagan por la electricidad.
Durante este día, un grupo
de voluntarios brindó información
sobre los beneficios de usar focos ahorradores de
energía. Para ello recorrió restaurantes,
hoteles y comercios, e incluso lo hizo desde los
aparadores de la "zona roja", para sorpresa
de algunos paseantes.
Con esta actividad Greenpeace
mostró las ventajas económicas inmediatas,
y los beneficios ambientales a corto y mediano plazo,
del ahorro y uso eficiente de la electricidad, pues
de esta manera disminuye el consumo de gas, petróleo
y carbón, con lo cual se reduce la contaminación
y la emisión de gases que provocan el cambio
climático.