Madrid,
18 de octubre de 2006- Con motivo del Día
Mundial contra el cáncer de mama, 19 de octubre,
WWF/Adena lanza un nuevo estudio en el que se concluye
que las sustancias químicas sintéticas
que afectan al sistema hormonal (conocidas como
disruptores endocrinos) pueden constituir un factor
crucial en el incremento actual de los casos de
cáncer de mama.
El documento, titulado “Químicos
y cáncer de mama: la creciente preocupación
sobre los disruptores endocrinos”, a petición
de WWF-Inglaterra, fue redactado por el Profesor
Andreas Kortenkamp, Jefe del Centro de Toxicología
de la Escuela de Farmacia, de la Universidad de
Londres. Informe completo
El informe afirma que cerca de
la mitad de los nuevos casos de cáncer de
mama diagnosticados se deben a circunstancias relacionadas
con el estilo de vida o tienen causas genéticas.
Asimismo, argumenta que la otra mitad de los casos
se debe a la exposición a sustancias químicas
sintéticas que alteran el sistema hormonal,
destacando dos factores cruciales de riesgo. Por
un lado, el efecto “cóctel”, es decir, la
exposición simultánea a sustancias
químicas sintéticas capaz de imitar
a distintos estrógenos. Por otro lado, el
contacto con sustancias químicas en periodos
vulnerables de la vida, como son el embarazo (cuando
el feto está en desarrollo) o la pubertad.
Prof. Nicolás Olea, Profesor
en el Hospital Clínico-Universitario de Granada,
y autor de diferentes investigaciones sobre disruptores
endocrinos, afirma que según los estudios
realizados en las provincias de Granada y Almería,”
la primera de las causas prevenibles de cáncer
de mama es la exposición de la mujer en épocas
críticas de su desarrollo a sustancias químicas,
contaminantes ambientales. Muchos de los compuestos
identificados se encuentran en el tejido adiposo
de la mujer en concentraciones muy bajas, pero el
efecto combinado de todos los residuos se asocia
con el riesgo de padecer cáncer de mama.
La legislación europea debería ser
mas estricta a este respecto, evitando la exposición,
inadvertida en muchos de los casos, y prohibiendo
o restringiendo el uso de los compuestos químicos
identificados como disruptores endocrinos”.
El informe subraya la necesidad
de que las sustancias químicas con propiedades
de alteración hormonal que están utilizados
en los bienes de consumo diario, estén sujetas
a una regulación europea estricta de su comercialización
y uso. Hoy día, las sustancias químicas
se encuentran en una amplia gama de productos desde
los biberones y otros plásticos, hasta cosméticos
y productos de aseo. Los disruptores endocrinos
han sido vinculados con numerosos impactos adversos
en la salud de los animales y la vida silvestre
tales como daños en la reproducción,
alteraciones en las hormonas y cáncer, denunciados
en las costas gallegas, el Cantábrico y en
el rio Ebro, en forma de imposex en los moluscos
o intersex en los peces.
La Unión Europea está
actualmente en el proceso final de una nueva legislación
sobre sustancias químicas (REACH). WWF/Adena
siempre ha presionado para que esta propuesta de
legislación consiga su objetivo original:
proteger a los ciudadanos y al medio ambiente de
las sustancias químicas sintéticas
perniciosas. Según Edith Verhoestraete, responsable
de la Campaña DetoX de
WWF/Adena: “La situación
nunca ha sido más clara. La única
forma de proteger nuestra salud y el medio ambiente
es a través de una legislación REACH
que garantice de manera sistemática que aquellas
sustancias con propiedades de alterar el sistema
hormonal sean eliminadas y sustituidas por alternativas
más seguras, siempre que existan. El Parlamento
europeo lo sabe y ha mostrado su apoyo al “principio
de sustitución” de las sustancias químicas
más peligrosas”.
De hecho, WWF/Adena pide con urgencia
que también el Gobierno español se
exprese claramente a favor de la sustitución
de todas las sustancias químicas más
preocupantes por alternativas más seguras,
incluidos los disruptores endocrinos.
Artículo: Edith Verhoestrate