Montejo
de la Vega (Segovia), 01 de noviembre de 2006.-
Este mes se cumplen dos años desde la remodelación
del tendido eléctrico de Campo de San Pedro
(Segovia), el de mayor siniestralidad del entorno
del Refugio de Rapaces de Montejo. Sin embargo,
las medidas correctoras aplicadas por Unión
FENOSA han sido insuficientes para erradicar completamente
la mortalidad de aves en este lugar, con cinco muertes
registradas por WWF/Adena en estos dos años.
En octubre de 2004, los distintos
trámites realizados por WWF/Adena motivaron
la aplicación de varias modificaciones por
parte de Unión FENOSA en la línea
eléctrica que une las localidades de Campo
de San Pedro y Ayllón (Segovia). En este
“punto negro” se concentraba el 86% de las muertes
registradas en las líneas del entorno del
Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega, suponiendo
la mayor causa de mortalidad para las aves rapaces.
Aunque la remodelación debería haber
eliminado completamente esta mortalidad, en estos
dos años WWF/Adena ha registrado cinco nuevos
casos, que han afectado a dos especies de rapaces
–tres buitres leonados y un alimoche-, además
de provocar la muerte de una cigüeña
blanca.
Las medidas correctoras aplicadas
consistieron en el traslado de parte del tendido
eléctrico, unido a la sustitución
de las torretas por otras que ofrecen menos riesgos
de electrocución y a la señalización
de los cables mediante salvapájaros, como
medida para prevenir las colisiones. Sin embargo,
tres de los accidentes registrados en estos dos
años han tenido lugar en la parte del trazado
no modificado, justamente en una misma torreta.
Además, la ausencia de salvapájaros
en los cableados en parte del tendido favoreció
la muerte por colisión de un ejemplar de
alimoche, de especial importancia dada la delicada
situación poblacional de la especie. Así,
WWF/Adena reclama a Unión FENOSA la instalación
de salvapájaros en la totalidad de la línea,
así como la modificación de la torreta
de mayor siniestralidad para disminuir el riesgo
de electrocución en ese punto.
Más de 30.000 aves mueren
cada año por electrocución o colisión
con tendidos eléctricos. De hecho, junto
al veneno, e incluso superándolo en muchas
zonas, estos accidentes son la primera causa de
mortalidad de aves. En la línea eléctrica
de Campo de San Pedro, desde 1989 hasta su modificación,
naturalistas y personal de WWF/Adena registraron
174 muertes, que afectaron a más de 12 especies
de aves rapaces, entre las que destacan, el buitre
leonado, el águila real, el alimoche o el
búho real.
Muchas de las cerca de 40 especies
amenazadas por este problema están en peligro
de extinción y las estrategias y los planes
de recuperación del Ministerio de Medio Ambiente
y de las Comunidades Autónomas recogen desde
hace años, como medida urgente, la remodelación
de las torretas y la señalización
de los cableados en las líneas eléctricas
más peligrosas. Para impulsar la aplicación
de estas y otras medidas, WWF/Adena, junto a SEO/Birdlife
y Ecologistas en Acción, viene exigiendo
que desde el Ministerio de Medio Ambiente se impulse
un Real Decreto sobre el establecimiento de medidas
de carácter técnico en instalaciones
eléctricas para proteger la avifauna y se
ponga en marcha un plan de acción para reformar
los tendidos más peligrosos.
Artículo: María Melero