Greenpeace
aplaude la determinación de Zapatero de abandonar
la energía nuclear y apostar por las renovables
Greenpeace insta al Gobierno a
concretar un calendario de cierre progresivo pero
urgente de las centrales nucleares, empezando de
inmediato con el de Garoña.17 enero 2007
- Madrid, España — Greenpeace valora positivamente
las declaraciones del Presidente del Gobierno, José
Luis Rodríguez Zapatero, realizadas esta
mañana en Madrid durante su intervención
en un foro económico, reafirmando el compromiso
del Gobierno de abandonar la energía nuclear
en España y de apostar decididamente por
las energías renovables y la eficiencia energética.
Esta organización aplaude
que el presidente del Gobierno haya asumido que
las energías renovables y una mayor eficiencia
energética son la única manera de
hacer frente de forma rentable y medioambientalmente
aceptable a nuestra dependencia energética
del exterior y a nuestro incumplimiento de los compromisos
de reducción de gases de efecto invernadero.
“ Felicitamos al Presidente Zapatero
por haber entendido que las energías limpias
deben ser la base del modelo energético que
reclama nuestra sociedad y de que el fiasco social,
económico y ecológico de la energía
nuclear no tiene cabida alguna en un modelo energético
sostenible”, afirmó Juan López de
Uralde, Director Ejecutivo de Greenpeace.
Greenpeace demanda, no obstante,
al Ejecutivo que concrete en breve un calendario
de cierre progresivo pero urgente de las centrales
nucleares, empezando de forma inmediata con el de
Garoña. Esta central está aquejada
de serios problemas de seguridad, tanto desde el
punto de vista estructural y técnico como
de tipo humano (deficiente cultura de seguridad),
que hacen que su funcionamiento sea especialmente
peligroso.
Entre ellos destaca su problema
de agrietamiento múltiple por corrosión
de los tubos de inserción (llamados “penetraciones”)
de las barras de control en la vasija del reactor
(donde se aloja el combustible de uranio), un problema
que no tiene solución y, como reconoció
el Consejo de Seguridad Nuclear ante el Congreso
de los Diputados, irá empeorando irreversiblemente.
No hay ninguna otra central nuclear del mismo tipo
en el mundo que padezca este problema con la magnitud
con que lo sufre Garoña (66 tubos agrietados
de un total de 97), un hecho especialmente preocupante
teniendo en cuenta que la aportación de Garoña
a la demanda total de electricidad en España
es marginal.
Greenpeace ha demostrado que las
renovables pueden satisfacer sobradamente el 100%
de la demanda de electricidad en España.
El informe “Renovables 2050” realizado para Greenpeace
por el Instituto de Investigaciones Tecnológicas
(IIT) de la Universidad Pontificia Comillas, demuestra,
mediante un profundo análisis técnico,
la viabilidad de un sistema de generación
eléctrica en la España peninsular
con la contribución de las distintas energías
renovables (eólica terrestre, eólica
marina, biomasa, solar fotovoltaica, solar termoeléctrica,
hidroeléctrica, olas, geotérmica y
chimenea solar). Según este estudio, los
recursos energéticos renovables están
ampliamente distribuidos en el territorio peninsular,
por lo que e xisten infinitas opciones de configurar
un mix de generación de electricidad totalmente
renovable, excluyendo todas las zonas catalogas
bajo alguna figura de protección ambiental,
e incluso s ería técnicamente viable
abastecer completamente la demanda energética
total con fuentes renovables.
El anuncio de cierre de Garoña
demuestra el declive de la industria nuclear
Greenpeace insta al Gobierno a
hacer público en breve el prometido calendario
de cierre de las centrales nucleares10 enero 2007
- Internacional — El anuncio, realizado esta mañana
por la Vicepresidenta del Gobierno, Mª Teresa
Fernández de la Vega, del próximo
cierre de la central nuclear de Garoña, supone
una muestra más del declive de la industria
nuclear en España y en el mundo.
A pesar de lo difundido por el
lobby nuclear, la industria nuclear continúa
el declive iniciado hace varías décadas,
a causa de su fracaso económico, tecnológico
y medioambiental. El año 2006 fue una nueva
prueba de ello, reduciéndose el número
de reactores en operación, en número
de cinco en términos netos (se cerraron ocho
centrales, incluyendo la de Zorita, y se abrieron
sólo tres). Es un hecho demostrado y contrastable
que la energía nuclear cada vez aporta menos
al panorama energético mundial y cada vez
está más fuera de juego en el mercado
energético.
Las ocho centrales nucleares que
se cerraron en 2006 estaban ubicadas en diversos
países de la Unión Europea (Reino
Unido, 4; Bulgaria, 2; Eslovaquia, 2; España,1),
donde actualmente sólo hay un reactor en
construcción (en Finlandia), que está
sufriendo grandes retrasos (se reconoce oficialmente
más de dos años) debido a un conjunto
de problemas técnicos y constructivos, que
están elevando considerablemente el coste
económico inicialmente previsto.
De hecho, el informe sobre política
energética de la Comisión Europea,
hecho público hoy, ha supuesto un nuevo golpe
para la industria nuclear, que había puesto
sus expectativas sobre una supuesta revitalización
de la energía nuclear en la Unión
Europea, lo que finalmente no ha sucedido. La Comisión
no ha anunciado ninguna decisión sobre energía
nuclear (al contrario que para las energías
renovables, en las que ha fijado un objetivo de
crecimiento para el 2020) y ha mantenido su posición,
tal y como estaba en la actualidad, dejando en manos
de cada Estado miembro de la UE la decisión
sobre el tema nuclear.
Greenpeace valora positivamente
el anuncio del Gobierno del cierre próximo
de la central nuclear de Garoña, una central
de funcionamiento muy peligroso debido a sus graves
problemas de seguridad, y considera que su cierre
debería ser inmediato, dada su peligrosidad
(tiene importantes problemas de agrietamiento múltiple
por corrosión en diversos componentes de
la vasija del reactor y graves fallos en su cultura
de seguridad).
Greenpeace insta al Gobierno a
hacer público en breve el prometido calendario
de cierre de las centrales nucleares. El enorme
potencial de las energías renovables y el
amplio margen existente para mejorar la eficiencia
energética, permiten el comienzo inmediato
del programa de cierre progresivo pero urgente de
las centrales nucleares anunciado por el Gobierno
socialista y el Presidente Zapatero.
Greenpeace reitera la necesidad
de que el Gobierno socialista cumpla su promesa
de abandonar la energía nuclear en España.
El informe energético que
la Comisión Europea presenta mañana
no revitaliza la energía nuclear
Greenpeace demanda a la Comisión
Europea que fije como objetivo un recorte mínimo
del 30% de las emisiones de CO2 de la UE para el
202009 enero 2007 - Madrid, España — El informe
sobre política energética que la Comisión
Europea presentará mañana no implicará
una revitalización de la energía nuclear,
al contrario de lo que falsamente ha propagado el
lobby de la industria nuclear. En relación
a esta energía, la Comisión plantea
en su informe seguir discutiendo sobre asuntos de
seguridad nuclear, reiterando su conocida posición
de que, debido a lo controvertido de la energía
nuclear, cada Estado miembro deberá tomar
sus propias decisiones en esta materia.
A ese respecto, Greenpeace mantiene que la energía
nuclear es un fracaso económico, tecnológico,
medioambiental y social.
En rueda de prensa organizada
por Greenpeace esta mañana en Bruselas, expertos
energéticos de esta organización han
criticado que la Comisión Europea no haya
tomado suficientemente en serio la necesidad de
adoptar medidas ambiciosas de impulso a las energías
renovables y a las políticas de ahorro y
eficiencia energética para hacer frente al
problema del cambio climático.
En ese sentido, Greenpeace exige
a la Comisión que fije como objetivo de la
Unión Europea una reducción mínima
del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero
para el 2020, en lugar del 20% que la Comisión
se está planteando.
Aunque la Comisión reconoce
que es necesario actuar de forma urgente para combatir
el cambio climático, para disminuir la elevada
dependencia del exterior en el suministro de combustibles
y para aumentar la competitividad, de acuerdo a
las informaciones de que dispone Greenpeace, el
“paquete energético” reflejará que
la Comisión sigue anclada en el actual modelo
energético, a pesar de reconocer que es insostenible,
ineficiente y caro.
“Es particularmente preocupante
que la Comisión esté considerando
una revisión de la política existente
sobre energías renovables, que podría
minar la confianza de los inversores en esta pujante
y próspera industria”, ha declarado Frauke
Thies, responsable de la campaña de política
energética europea de Greenpeace sobre energías
renovables. El capítulo del informe sobre
energías renovables (“Renewable Energy Roadmap”)
propone acordar un objetivo global para las energías
renovables en electricidad, transporte y calefacción-refrigeración.
“Esto representa abandonar el actual enfoque de
objetivos específicos para cada sector, que
ha demostrado ser muy efectivo” declaró Thies.
El informe también intenta
lanzar un “salvavidas” al carbón, una de
las fuentes de energía más contaminante
y menos eficiente, dando un fuerte apoyo a las no
probadas tecnologías de captura y secuestro
de carbono (CCS) en la generación de electricidad.
Se necesitará más de una década
para probar y desarrollar estas tecnologías
y, en caso de que logren funcionar, llevará
otra década más lograr implantarlas
a una escala significativa.
“La Comisión está
ignorando los costes financieros de la captura y
almacenamiento de carbono, y su riesgo de fallos,
como por ejemplo el problema de las posibles fugas.
Además, con este enfoque se distrae la necesaria
atención sobre las energías renovables
y la eficiencia energética” ha declarado
Mark Johnston, responsable de la campaña
de política enérgica de Greenpeace.
El apartado del informe sobre
el cambio climático hace hincapié
en la necesidad de que los países desarrollados
reduzcan sus emisiones gases de efecto invernadero
en un 30% para 2020. Sin embargo, nada parece indicar
que la Comisión vaya a aconsejar adoptar
este objetivo internamente, para las emisiones de
la propia UE. Desde hace una década, la Unión
Europea ha defendido el objetivo de limitar el incremento
de la temperatura media por debajo de los 2 ºC.
Esto requeriría que la Unión Europea
redujese realmente sus emisiones al menos en un
30% para 2020, un objetivo que ha sido aconsejado
por países como Alemania, Reino Unido, Francia,
Italia y Suecia.
“Si la Comisión recomienda,
tal y como se rumorea, un exiguo objetivo de un
20% en la reducción de los gases de efecto
invernadero para 2020 para la Unión Europea,
la Comisión será acusada de cometer
un error garrafal tanto científico como político.
Este objetivo indicaría que la Unión
Europea no está dando los pasos necesarios
para prevenir los impactos más devastadores
del cambio climático”, ha declarado Mahi
Sideridou, directora de la campaña de política
energética y clima para la Unión Europea.
“La Comisión sería verdaderamente
culpable de estar jugueteando mientras el planeta
arde”, añadió.
En 2006 ha disminuido el número
de reactores nucleares en funcionamiento en el mundo
Greenpeace considera que esta
reducción manifiesta el declive de la energía
nuclear a nivel mundial. Además, ocho centrales
nucleares europeas, incluyendo la de Zorita, cerraron
definitivamente, mientras que sólo tres,
en Asia, entraron en funcionamiento.05 enero 2007
- España — La industria nuclear continuó
en 2006 la senda de declive en la que lleva instalada
varias décadas a causa de su fracaso económico
y tecnológico, reduciéndose nuevamente
este año el número de reactores en
operación.
Así, el año pasado
fueron cerrados definitivamente ocho reactores,
todos ellos en Europa, mientras que tan sólo
tres, todos en Asia, entraron en explotación
comercial. Ello hace una disminución neta
de cinco en el número de reactores en activo
a nivel mundial, quedando la cifra en 442, además
6 de ellos están en una situación
de parada prolongada. (ver datos oficiales del Organismo
Internacional para la Energía Atómica,
AIEA).
“La energía nuclear cada
vez aporta menos al panorama energético mundial
y cada vez está más fuera de juego
en el mercado energético”,- declaró
Juan López de Uralde, director Ejecutivo
de Greenpeace España. -“Este es el único
hecho cierto y contrastable, y no lo contrario,
por mucho que el lobby pronuclear en sus campañas
de propaganda se empeñe en transmitir sensación
de vitalidad, del todo falsa”.
A lo largo de 2006 se cerraron
los siguientes reactores:
España: José Cabrera
(Zorita). Reactor PWR de 160 MW.
Eslovaquia: Bohunice-1. Reactor PWR-WWER de 408
MW.
Reino Unido: Dungeness A, unidades 1 y 2 (dos reactores
GCR-Magnox de 225 MW cada uno) y Sizewell A, unidades
1 y 2 (dos reactores GCR-Magnox de 210 MW cada uno)
Bulgaria: Kozloduy unidades 3 y 4 (dos reactores
PWR-WWER de 408 MW cada uno).
Como dato a resaltar, todos esos reactores (con
la excepción de Zorita, que fue cerrada el
30 de abril) se cerraron el 31 de diciembre de 2006,
lo que supone un récord de cierres de centrales
nucleares en un mismo día. Tras el cierre
definitivo de estos 8 reactores, quedan 145 reactores
en la UE-27.
El único reactor en construcción
en la Unión Europea, el de Olkiluoto-3, en
Finlandia, está sufriendo grandes retrasos
(más de 2 años, se reconoce oficialmente)
debido a un conjunto de problemas técnicos
y constructivos, que están elevando considerablemente
las previones inciales de su coste económico.
En el 2006 se pusieron en marcha estos tres:
Japón: Shika-2. Reactor
BWR de 1.304 MW. Entró en operación
comercial en marzo.
China: Tianwan-1. Reactor PWR-WWER de 1000 MW. Entró
en operación comercial en mayo.
India: Tarapur-3. Reactor PHWR de 490 MW. Entró
en operación comercial en agosto.
“El presente y, por supuesto, el futuro, está
en las energías verdaderamente limpias: tecnologías
de ahorro y eficiencia energética y en las
diversas energías renovables”, ha declarado
Carlos Bravo, responsable de la campaña de
energía nuclear de Greenpeace.-” Las energías
renovables y la eficiencia son las únicas
que pueden solucionar de forma rentable y sin riesgos,
el grave problema del cambio climático.”