02 febrero
2007 - Ciudad de México, México —
Greenpeace demanda que los gobiernos actúen
de inmediato ante el cambio climático, a
la luz de las más recientes y alarmantes
advertencias de la comunidad científica internacional
sobre las amenazas que representa este problema
en caso de que no se reduzcan en forma drástica
las emisiones de gases de efecto invernadero.
El último informe del Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático
(PICC) reunido en París, concluye que, si
continuamos actuando como hasta ahora, es probable
que las temperaturas medias globales suban para
2095 entre 1.1°C y 6.4°C por encima de los
niveles que tenían entre 1980 y 1999, lo
cual ocasionaría más sequías,
peligrosas olas de calor, inundaciones y huracanes
más fuertes, el derretimiento rápido
de las capas de hielo y un aumento en el nivel del
mar.
“Cabe destacar una buena noticia
y es que ha mejorado enormemente nuestra comprensión
del sistema climático terrestre y del impacto
humano en él. La mala noticia es que cuanto
más sabemos sobre el clima, más precario
se presenta el futuro. De aquí se saca un
mensaje claro para los gobiernos: la ventana de
acción se estrecha rápidamente. Si
el anterior informe del PICC fue como un despertador,
éste último equivale a la alarma de
una sirena de bomberos", dijo en París
Stephanie Tunmore, responsable de la campaña
de energía y cambio climático de Greenpeace
Internacional.
El informe de los científicos
señala que ha aumentado la certidumbre de
que las actividades humanas están ocasionando
el cambio climático global y que este fenómeno
está provocando un aumento en la intensidad
de las tormentas tropicales (una conclusión
a la que no habían llegado los científicos);
dicho aumento tiene correlación con el aumento
de la temperatura superficial del mar. El incremento
previsto en la temperatura global llevaría
a la progresiva eliminación de la capa de
hielo de Groenlandia, lo cual elevaría el
nivel del mar entre 6 y 7 metros.
Por ello, para evitar los impactos
más catastróficos del cambio climático,
la semana pasada Greenpeace presentó el informe
[R]evolución Energética, un estudio
detallado de cómo, hacia 2050, con energías
renovables y eficiencia energética, el mundo
puede reducir el 50% de las emisiones de CO2 globales
aún con el aumento de la población
mundial y sin frenar su crecimiento económico.
“La ciudadanía está
haciendo un claro llamado a los gobiernos para que
se pase de la retórica a las políticas
claras de prevención, al impulso de las energías
renovables, a la aplicación de programas
de ahorro de energía, a la búsqueda
de soluciones contundentes que involucren a la sociedad.
El cambio climático no hace distinciones
y avanza más rápido de lo estimado.
No hay tiempo que perder; sociedad, industrias,
comunidad científica y gobiernos tenemos
que trabajar para que las futuras generaciones tengan
a donde llegar”, afirmó Patricia Arendar,
directora de Greenpeace México.
Qué es el cambio climático
El cambio climático se
está gestando a cada momento debido a la
quema excesiva de combustibles fósiles (petróleo,
carbón y gas). Su combustión produce
grandes cantidades de dióxido de carbono
(CO2), cuya progresiva acumulación en la
atmósfera acentúa el "efecto
invernadero" y, en consecuencia, cambia el
clima global. Científicos de todo el mundo
estiman que las alteraciones de los patrones climáticos
ocasionarán transtornos en diversas regiones
debido al aumento en las inundaciones, deshielos
y aumento del nivel de los océanos, desertificación
de zonas templadas y semiáridas; muchos ecosistemas
cambiarán radicalmente; es previsible una
crisis en la producción de alimentos y la
migración de millones de "refugiados
ambientales"; el suministro de agua potable
se verá afectado; las enfermedades se expandirán.
Se estima que los mayores impactos recaerán
sobre las naciones menos desarrolladas. La mejor
manera de frenar el cambio climático es hacer
un uso eficiente de la energía y desarrollar
en forma decidida las energías renovables.