16 febrero 2007 - Mar Antártico,
Argentina — La nave japonesa sufre un incendio y
existe riesgo de un derrame de unas mil toneladas
de petróleo. Un miembro de la tripulación
nipona está desaparecido. El gobierno japonés
se niega a la ayuda de Greenpeace. De todas formas,
la nave ecologista se dirige al lugar.
Greenpeace se ha ofrecido este
viernes a ayudar al barco ballenero japonés
Nisshin Maru y evitar un desastre ambiental en aguas
de la Antártida, donde se encuentra averiado,
tras sufrir un incendio, con unas mil toneladas
de combustible a bordo. Se desconoce aún
cuál fue la causa del incendio y el paradero
de uno de los miembros de la tripulación,
que desapareció durante el incidente.
El barco de la organización
ecologista, el Esperanza, está a menos de
24 horas del Nisshin Maru, ubicado a unos 185 kilómetros
de la mayor colonia mundial de pingüinos Adelie.
El coordinador de registro de
Greenpeace a bordo del barco Esperanza, el argentino
Hernán Pérez Aguirre, señaló
que la nave ambientalista está viajando al
lugar del accidente para cumplir con su compromiso
de ayudar a la nave averiada, asistir a la tripulación
de la mejor manera posible y realizar una evaluación
de impacto ambiental en el lugar.
Tras declararse el incendio, el buque pidió
ayuda a Australia y Nueva Zelanda para apagar el
fuego, pero rechazó la asistencia que le
ofreció el Esperanza.
La Agencia de Pesca de Japón
ya ha manifestado su rechazo a la ayuda de Greenpeace,
a la que calificó de terrorista. De todas
formas, el Esperanza continúa su rumbo al
lugar del siniestro, cumpliendo así una obligación
legal y moral para con la nave siniestrada.
"Nuestra primera preocupación
es por el tripulante desaparecido y el resto de
la gente a bordo. Este no es momento de jugar a
hacer política desde una oficina en Tokio.
Se trata de una tragedia humana y de un potencial
desastre ambiental. Tenemos la obligación
moral de
actuar y bajo el tratado de la Antártica
(1) los dueños del Nisshin Maru tienen la
obligación legal de aceptar nuestra ayuda",
señaló Pérez Aguirre.
El capitán del Esperanza,
Frank Kamp, tiene diez años de experiencia
en rescates de barcos siniestrados, previa a su
función en Greenpeace.
Un segundo barco podría ser requerido para
empujar el ballenero japonés, de unas 800
toneladas, y poder sacarlo del lugar lo antes posible.
"Aunque reconocemos la obligación
humanitaria y ambiental de asistir al Nisshin Maru,
queremos señalar que no estamos en el negocio
del rescate de barcos balleneros para que continúen
su matanza en la próxima temporada. Esta
tragedia debe marcar el final de este negocio terrible
y el financiamiento del gobierno se debe invertir
no en una nave nueva o reparada, sino en beneficios
verdaderos para la sociedad japonesa", indicó
Pérez Aguirre.
El "Nisshin Maru" es
utilizado para procesar las ballenas cazadas por
otros barcos japoneses como el "Kaiko Maru",
que esta misma semana colisionó con dos embarcaciones
de los activistas del grupo ecologista "Sea
Shepherd" en aguas de la Antártida.
Hernán Pérez Aguirre
es camarógrafo, documentalista y activista
de Greenpeace desde hace diez años, y ha
registrado desastres ambientales en diferentes partes
del mundo.
NOTAS
(1) Bajo el Anexo sobre Responsabilidad Antártica
en el Protocolo de Madrid del Tratado Antártico
(Anexo VI del Protocolo en la Protección
Ambiental del Tratado Antártico sobre Responsabilidad
en Emergencias Ambientales) el fuego y sus episodios
constituyen una emergencia ambiental. En un evento
donde un operador no puede responder apropiada y
efectivamente a esta situación, otras partes
son invitadas a hacerlo. También es claro
que cuando el impacto dañoso y significativo
en el ambiente antártico es inminente, es
razonable en todas las circunstancias tomar medidas
inmediatas, según lo señala el artículo
5(3)(a) del Anexo sobre Responsabilidad.
+ Más
PRESIDENTA BACHELET SE ACABA EL
TIEMPO
“Es la hora de proteger las ballenas”
23 febrero 2007 - Viña
del Mar, Chile — V Región. A las 12:30 de
hoy y ante la presencia de decenas de espectadores,
Greenpeace se ubicó en la parte superior
y posterior del conocido y prestigioso “Reloj de
Flores” orgullo de la V región para levantar
dos lienzos donde se hace un llamado directo a la
presidenta de Chile, Michelle Bachelet para evitar
el aplazamiento de la aplicación de las políticas
propuesta por ella en su campaña electoral
en temas relativos a medioambiente.
“Presidenta Bachelet, es la hora
de proteger las ballenas” y luego un segundo lienzo
donde se encontraba el mismo lema pero escrito en
inglés para que los turistas de la zona entendieran
el lema de la actividad.
Bastaron 5 minutos para que la
gente reaccionara frente a la puesta en escena de
una demanda que para Greenpeace es parte fundamental
de la campaña diseñada para 2007 “Salvemos
Nuestros Océanos”.
Mientras los voluntarios en silencio,
pero con seguridad levantaban los lienzos, el campañista
de Greenpeace Chile, Samuel Leiva, se encontraba
otorgando entrevistas para distintos medios de comunicación
tanto locales como Internacionales explicando el
sentido de esta nueva acción “pacífica”
con el sello de Greenpeace y la ballena de más
de 13 metros se encontraba apostada en el estacionamiento
del balneario Caleta Abarca, donde consiguió
que decenas de transeúntes quisieran fotografiarse
al lado de ella y del lienzo que decía “Defendamos
Nuestros Océanos”.
La amplia cobertura y el interés
de la gente por saber en verdad lo que sucede con
éstos cetáceos tanto en Chile como
en el mundo, contrasto con el escaso interés
que ha tenido la administración de Bachellet
en mejorar y apoyar las iniciativas de conservación
de cetáceos en Chile.
Greenpeace ha logrado entregar
mensajes directos junto con invitar a los chilenos
a visitar la página chilena de Greenpeace
para obtener información específica.
Pero las actividades aun no terminan.
Aun quedan cosas pendientes y para informarte de
ellas, debes estar atento a lo que está siendo
publicado en nuestra página.
Claudia Molina
Día de los enamorados:
Amamos a Japón, pero la caza de ballenas
nos rompe el corazón
15 febrero 2007 - Buenos Aires
, Argentina — Activistas de Greenpeace y ciudadanos
de distintos lugares salieron este miércoles
a las calles de la Argentina y el mundo, en el día
de San Valentín, para enviar un mensaje de
amor a Japón desde 20 países diferentes,
y al mismo tiempo demandar al gobierno japonés
la finalización de la caza de ballenas en
el Santuario Ballenero Austral.
En Buenos Aires, cientos de personas
se reunieron frente a la embajada de Japón
para besarse y demostrar así su amor hacia
el pueblo japonés y para repudiar la caza
de ballenas en el Santuario. Los participantes tenían
carteles en los que reclamaban al gobierno nipón
un cambio inmediato en su postura dentro de la Comisión
Ballenera Internacional (CBI).
Además, al mediodía,
activistas de la organización ambientalista
se manifestaron frente a la embajada de Dinamarca
en Buenos Aires para repudiar al gobierno de ese
país por haber enviado una delegación
a participar del encuentro de Tokio que fue convocado
por Japón en un nuevo intento para reabrir
la caza comercial de ballenas.
Esta reunión, de la que
participan distintos países integrantes de
la Comisión Ballenera Internacional (CBI)
es un paso más por parte del gobierno nipón
para avanzar sobre la postura conservacionista de
la Comisión.
En Tokio, se envió un fax
al Nisshin Maru (el buque factoría de la
flota ballenera), que decía: "Amamos
a Japón pero la caza de ballenas nos rompe
el corazón. El 69% de los japoneses no respalda
lo que ustedes hacen en el Santuario y prácticamente
no hay mercado para sus productos. La "investigación"
que se les encomendó llevar adelante no fue
solicitada por ningún científico y
la carne no fue pedida por el pueblo japonés.
En el día de San Valentín, un día
para difundir el amor, nosotros volvemos a pedirles
que dejen el Santuario Ballenero Austral y vuelvan
a puerto".
Flores, corazones, chocolates,
besos y románticos paseos en góndola
fueron entregados por activistas de Greenpeace a
las embajadas japonesas en Francia, Alemania, Chile,
Italia, Australia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Holanda,
Costa Rica, Fiji, Guatemala, Grecia, Nueva Zelanda,
España, Rusia, Uruguay, Irlanda y Estados
Unidos.
"Esto no es sólo diversión.
Nosotros queremos enviar un mensaje claro; no somos
anti japoneses, simplemente nos oponemos a la caza
de ballenas", dijo Junichi Sato, director de
Campañas de Greenpeace Japón. "Sabemos
que el 69% de los japoneses no respaldan lo que
su gobierno está haciendo en el Santuario
Ballenero y el 95 % nunca o rara vez comió
carne de ballena. "La caza de ballenas no pertenece
al siglo 21 y la única manera de avanzar
hacia la CBI es trabajando por las ballenas y no
para los cazadores", agregó.
El Esperanza, el barco de Greenpeace,
está en el Océano Antártico
rastreando a la flota ballenera. La expedición
es la última fase de la campaña Defendiendo
Nuestros Océanos (1), que tiene como fin
mostrar todas las amenazas que hay en los océanos
y se inició en noviembre de 2005 navegando
hacia el Océano Austral, donde los activistas
impidieron la muerte de 82 ballenas, y también
forzaron la retirada de las compañías
mediante acciones directas pacíficas.
NOTAS:
Greenpeace esta reclutando a la tripulación
virtual mas grande de la historia, quienes encontrarán
en nuestro sitio web las herramientas para lograrlo.
http://whales.greenpeace.org
(1) información del resto de la expedición
visitá: http://oceans.greenpeace.org
EL BALLENERO AVERIADO JAPONES
NISSHIN MARU RECHAZA AYUDA DE GREENPEACE PARA EVITAR
DESASTRE EN LA ANTARTIDA
Si no acepta la ayuda puede producirse
un vertido de combustible en una zona de gran importancia
medioambiental
17 febrero 2007 - Internacional
— El barco MV Esperanza de Greenpeace se ha ofrecido
a ayudar al ballenero japonés Nisshin Maru
y evitar un desastre medioambiental en aguas de
la Antártida, donde se encuentra averiado,
tras sufrir un incendio, con unas 1000 toneladas
de carburante a bordo. Sin embargo, esta ayuda ha
sido rechazada por el buque Nisshin Maru, a pesar
del inminente riesgo de un vertido de combustible.
A bordo del barco de Greenpeace
"Esperanza" en el Océano Antártico
y en el marco de la campaña en contra de
la caza ilegal de ballenas, Greenpeace se ha encontrado
con una situación inesperada: El buque nipón,
Nisshin Maru, al que Greenpeace buscaba fue encontrado
después que la nave japonesa lanzara un llamado
de auxilio debido a un incendio ocasionado dentro
de la nave asiática.
El Esperanza, actualmente a menos
de un día de navegación del dañado
Nisshin Maru, ha ofrecido insistentemente ayuda
a la tripulación y ha hecho un llamado reivindicativo
y de la valoración del impacto ambiental
que esta situación podría ocasionar.
En estos momentos, el buque japonés se encuentra
a 100 millas naúticas de la colonia de pingüinos
de Adelie, una de las más grandes del mundo.
UN JAPONES DESAPARECIDO
Uno de los tripulantes del Nisshin
Maru, desapareció al momento del incendio
y aun no ha sido habido, lo que preocupa a las autoridades
correspondientes y, por cierto a la embarcación
de Greenpeace, ya que la idea es evitar la caza
de ballena y evitar tragedias como la desaparición
de un tripulante.
Aún así, con el
apoyo ofrecido, la Agencia Pesquera de Japón
se ha negado a recibir la ayuda de Greenpeace, bajo
el pretexto de que no acepta el auxilio de “terroristas”.
Sin embargo, el "Esperanza" continúa
su rumbo hacia el barco accidentado. Karli Thomas,
líder de la expedición a bordo del
Esperanza ha sido enfático al señalar
que “Nuestros primeros pensamientos están
con el tripulante desaparecido y con el resto de
la gente a bordo. No es tiempo de juegos políticos
tras una mesa de oficina en Tokio. Esto es una tragedia
humana y un potencial desastre medioambiental. Tenemos
una obligación moral de actuar y hay una
obligación legal bajo el Tratado de la Antártida
para que los propietarios del Nisshin Maru acepten
nuestra ayuda”.
La nave de Greenpeace ofreció,
como alternativa remolcar al buque ballenero factoría
fuera del inalterado ambiente del Santuario Ballenero
Antártico ya que el "Esperanza"
cuenta en su tripulación con el Capitán
Frank Kamp, quién tiene más de 10
años de experiencia en salvamento de buques
antes de que formara parte de nuestra organización.
No obstante la experiencia, se piensa que es posible
requerir otra nave para remolcar al Nisshin Maru,
cuyo peso superaría las 8.000 toneladas,
para llevarlo más allá de las aguas
antárticas y a través de la zona de
tormentas “Roaring forties”. Greenpeace está
haciendo todo el esfuerzo posible para llevar al
Nisshin Maru remolcando toda la navegación
hacia el puerto.
Sebastián Losada, responsable
de la campaña de Océanos de Greenpeace
España asegura que “Al mismo tiempo que reconocemos
la necesidad humana y ambiental de ayudar al Nisshin
Maru, no estamos de acuerdo en que este buque vuelva
a cazar ballenas la próxima temporada gracias
a nuestra ayuda. “Esta tragedia debería significar
el fin de este terrible negocio y el dinero del
Gobierno Japonés no debería destinarse
a reparar un ballenero, sino a algo de lo que realmente
se pueda beneficiar la población japonesa”,
concluyó.
ACTIVISTAS DE GREENPEACE LEVANTARON
UNA BALLENA DE 13 METROS EN LA CONOCIDA PLAYA DE
“CALETA ABARCA”
22 febrero 2007 - Viña
del Mar, Chile — Febrero 21 de 2007. CHILE. VIÑA
DEL MAR. V REGIÓN. En el marco del inicio
del Festival de Viña del Mar, que se realiza
todos los años en el mes de febrero en la
V Región, Greenpeace se hizo presente con
una actividad de difusión de la Campaña
“Salvemos Nuestros Océanos”.
Activistas de Greenpeace de la
zona levantaron una ballena de alrededor de 13 metros
de largo en la conocida playa “Caleta Abarca” entre
tanto se entregaba a la gente -que se encuentra
veraneando y participando de lo que se conoce como
“la movida festivalera- un tríptico informativo
de los objetivos de la campaña impulsada
por Greenpeace para este año.
La presencia de la ballena que
transportó Greenpeace Chile a la zona anunció
la necesidad de comenzar a crear conciencia en la
gente respecto a la matanza indiscriminada de este
cetáceo en los océanos mundiales y
Chile no está exento de ello. Si bien la
gente recibió con entusiasmo la información,
los niños parecen ser los más entretenidos
y comprometidos con el tema, los que se sorprendieron
al saber que las ballenas en su tamaño natural
pueden alcanzar por sobre los 30 metros de longitud.
“No queremos que se continúe matando ballenas
en el Santuario Ballenero Austral, queremos salvarlas
pero también proteger y defender nuestros
océanos” dijo el coordinador de la campaña
en Chile Samuel Leiva. Además, en la oportunidad
Leiva invito nuevamente a la Presidenta Bachellet
a convertirse en líder de la conservación
marina latinoamericana dando prioridad en su gobierno
a los proyectos de conservación que hoy se
desarrollan y compartiendo de manera activa tales
iniciativas en sus viajes en Latinoamérica
y el mundo.Posteriormente, los voluntarios desplegaron
-por cerca de 5 minutos, un lienzo en la misma playa,
anunciando claramente el objetivo de la campaña,
lo que provocó la mirada y apoyo de una gran
multitud de veraneantes.
Pero, esta es sólo la primera
actividad que se realizará en la V Región.
A contar de hoy y hasta el día viernes 23
de febrero, Greenpeace continuará desarrollando
distintas manifestaciones recorriendo la costa aprovechando
el despliegue turístico que atrae el festival.
Por último, Greenpeace
aprovecho la ocasión en la zona de entregar
los objetivos de la campaña a distintos medios
de información logrando sacarlos de una agenda
copada de música y farándula, asegurando
que como organización destinada a poner en
el tapete la discusión de temas relativos
a la matanza de ballenas y las consecuencias nefastas
para el ecosistema marino es una discusión
que se debe comenzar a generar en los distintos
ámbitos de la sociedad.
Claudia Molina
YO AMO A JAPÓN, PERO LA
CAZA BALLENERA ME ROMPE EL CORAZÓN
14 febrero 2007 - Santiago, Chile
— Activistas de Greenpeace alrededor del mundo en
el Día de San Valentín, enviaron un
mensaje de amor a Japón desde 20 países
diferentes. Al mismo tiempo, demandaron en alta
mar el cese de las operaciones de caza de ballenas
en el Santuario Ballenero Austral. En el marco del
día para compartir y entregar amor, Greenpeace
pidió una vez más al gobierno de Japón
que deje el Santuario Ballenero Austral y retorne
su flota a puerto.
En la capital Chilena los activistas
visitaron la embajada de Japón junto a cientos
de figuras de ballenas hechas mediante la técnica
Japonesa de pliegues de papel llamada Origami, las
cuales simbolizan nuestro mensaje de Amor al pueblo
de Japón pero el no apoyo a la caza que se
está desarrollando en los mares australes.
En la ocasión, también,
junto a varíos colaboradores y socios la
organización Greenpeace entregó una
carta dirigida al pueblo Japonés donde se
hace mención a que el 69% de la población
japonesa no apoya la caza ballenera realizada en
el mencionado Santuario y que reconocen que –virtualmente-
no existe mercado para la carne de ballena producida
por la caza de ésta.
“Queremos también enviar
un claro y fuerte mensaje a la Presidenta Bachellet
que visitará junto al Canciller Foxley pronto
a Japón que defienda este derecho y que resalte
su apoyo a la elección nacional de potenciar
el uso no letal de las ballenas mediante turismo
de avistamiento” dijo Samuel Leiva, Coordinador
de Campaña de Greenpeace Chile, además
invitamos a la presidenta Bachellet a convertirse
en la líder de la conservación de
cetáceos en Latinoamérica antes del
año 2008, año en que los países
se reunirán en Chile en el marco de la Comisión
Ballenera Internacional, puntualizó Leiva.
Por otro lado, las investigaciones
que se ha ordenado realizar mediante la caza no
han sido requeridas por científicos y la
carne no es buscada por la gente en Japón.
Alrededor del mundo, flores, corazones,
chocolates, figuras de ballenas de colores, besos
y un romántico viaje en Góndola fueron
entregados a las embajadas y turistas nipones en
Francia, Alemania, Chile, Italia, Australia, Argentina,
Dinamarca, Noruega, Suecia, Holanda, Costa Rica,
Fiji, Guatemala, Grecia, Nueva Zelandia, Rusia,
Uruguay, España, Irlanda y USA.
“Esto no es solo un juego frívolo,
queremos enviar un mensaje claro: “Nosotros no somos
anti Japón, nosotros simplemente nos oponemos
a la caza ballenera en los mares del sur”, señalo
Junichi Sato, coordinador de la campaña de
Ballenas de Greenpeace Japón. “Sabemos que
el 69% de los japoneses no apoya lo que el gobierno
está haciendo en el santuario y que el 95%
nunca o raramente a consumido carne de ballena.
La caza Ballenera no pertenece al siglo XXI y la
única manera de avanzar en la Comisión
Ballenera Internacional es comenzar a apoyar la
conservación de las ballenas y no a los cazadores”,
agrego Sato.
El barco de Greenpeace Esperanza
se encuentra en los mares australes, buscando a
la flota ballenera nipona. Esta expedición
es parte de la campaña Defendamos Nuestros
Océanos, que busca exponer todas las amenazas
a los océanos mundiales. Está campaña
el año pasado evito que 82 ballenas fueran
asesinadas y también forzó a varias
compañías a que dejaran de financiar
la cacería tomando acciones directas pacíficas.
ESPERANZA ENCUENTRA AL BUQUE BALLENERO
JAPONES AVERIADO
17 febrero 2007 - Océano
Meridional, Internacional — El buque ballenero del
gobierno japonés, Nisshin Maru, fue avistado
por el barco de Greenpeace "Esperanza".
Desde el barco de Greenpeace informaron que la nave
nipona se encuentra en malas condiciones lo que
podría causar un gran daño en aguas
meridionales.
El ballenero Nisshin Maru, se
encuentra cercado y en vigilia por dos naves pertenecientes
a la misma flota cazadora, uno cargado de suministros
y combustibles, conocido como Bluebird y por el
cazador Yushin Maru. Ambas naves están atadas
al Nisshin Maru.
UN PELIGRO INMINENTE
Las condiciones del tiempo, hasta
ahora han sido favorables para el buque nipón,
pero cercano a él se encuentra un iceberg
que afloja hielo alrededor de la nave, debido a
esto es que existe una preocupación latente,
pues los boletines meteorológicos de la zona
indican que el tiempo podría cambiar y empeorar
en los próximos par de días.
Sakyo Nado, Coordinador de Campaña
de Greenpeace Japón efectuó un llamado
por radio al cazador Nisshin Maru sin obtener respuesta
por parte de éstos, por lo tanto decidió
insistir con el llamado pero esta vez al otro buque
(Yushin Maru) donde pudo parlamentar y ofrecer ayuda
para sacar al buque averiado de la zona. Sin embargo,
la tripulación japonesa respondió
negativamente a la oferta realizada, indicándole
al Buque de Greenpeace que no se acercara y que
sólo se limitara a monitorear las condiciones
del hielo que aun se desprenden del iceberg que
los rodea. La tripulación del Buque "Esperanza"
por lo tanto, decidió realizar una primera
evaluación sobrevolando la zona en el helicóptero
que posee dentro de la embarcación.
El viernes 17 de febrero, después
de analizar los antecedentes y evaluar la situación,
Greenpeace ofreció remolcar el Nisshin Maru
fuera del Océano Meridional, para ayudar
y asegurar que no haya amenazas adicionales al frágil
medio ambiente antártico desde la nave japonesa.
El ballenero averiado en la Antártida
prefiere provocar un desastre medioambiental a aceptar
la ayuda de Greenpeace
Si no acepta la ayuda puede producirse
un vertido de combustible en una zona de gran importancia
medioambiental
16 febrero 2007 - Internacional
— El barco MV Esperanza de Greenpeace se ha ofrecido
a ayudar al ballenero japonés Nisshin Maru
y evitar un desastre medioambiental en aguas de
la Antártida, donde se encuentra averiado,
tras sufrir un incendio, con unas 1000 toneladas
de carburante a bordo. Sin embargo, esta ayuda ha
sido rechazada por el buque Nisshin Maru, a pesar
del inminente riesgo de un vertido de combustible.
A bordo del barco de Greenpeace
en el océano Antártico, Esperanza,
dentro de la campaña en contra de la caza
ilegal de ballenas, Greenpeace se ha encontrado
con una situación inesperada. El barco al
que el Esperanza estaba buscando, el Nisshin Maru,
buque ballenero factoría de Japón,
lanzó una llamada de auxilio después
de que se declarara a bordo un incendio.
El Esperanza, actualmente a menos
de un día de navegación del dañado
Nisshin Maru, ha ofrecido su ayuda a la tripulación
de todas las maneras posibles y hacer una valoración
del impacto ambiental si fuera necesario. Uno de
los tripulantes del Nisshin Maru está aún
desaparecido y a bordo podría haber aproximadamente
unas 1.000 toneladas de combustible. Además
se encuentra a 100 millas naúticas de la
colonia de pingüinos de Adelie, una de las
más grandes del mundo.
La Agencia Pesquera de Japón
ha denegado la ayuda de Greenpeace, con el pretexto
de que no acepta el auxilio de “terroristas”. Sin
embargo, el Esperanza continúa su rumbo hacia
el barco accidentado.
“Nuestros primeros pensamientos
están con el tripulante desaparecido y con
el resto de la gente a bordo. No es tiempo de juegos
políticos tras una mesa de oficina en Tokio”,-
ha manifestado Karli Thomas, líder de la
expedición a bordo del Esperanza.- “Esto
es una tragedia humana y un potencial desastre medioambiental.
Tenemos una obligación moral de actuar y
hay una obligación legal bajo el Tratado
de la Antártida para que los propietarios
del Nisshin Maru acepten nuestra ayuda”.
El Esperanza se ha ofrecido a
remolcar al buque ballenero factoría fuera
del inalterado ambiente del Santuario Ballenero
Antártico. El capitán del Esperanza,
Frank Kamp, tiene más de 10 años de
experiencia en salvamento de buques antes de que
formara parte de Greenpeace. Otro buque podrá
ser requerido para remolcar al Nisshin Maru, de
8.000 toneladas, más allá de las aguas
antárticas y a través de la zona de
tormentas “Roaring forties”, si bien se estará
haciendo todo el esfuerzo posible para llevar al
Nisshin Maru remolcado toda la navegación
hasta puerto.
“Al mismo tiempo que reconocemos
la necesidad humana y ambiental de ayudar al Nisshin
Maru, no estamos de acuerdo en que este buque vuelva
a cazar ballenas la próxima temporada gracias
a nuestra ayuda”, ha asegurado Sebastián
Losada, responsable de la campaña de Océanos
de Greenpeace España. “Esta tragedia debería
significar el fin de este terrible negocio y el
dinero del Gobierno no debería destinarse
a reparar un ballenero, sino a algo de lo que realmente
se pueda beneficiar la población japonesa”,
concluyó.