En busca
de mejores oportunidades
El Técnico Forestal de WWF Centroamérica,
Edilberto Dogirama, explica el plan para delimitar
el área que se someterá a manejo forestal
responsable en la comunidad de Marragantí.
Foto © WWF/ Karina SALDAÑA
Con el lema “Darién Siempre Verde”, WWF Centroamérica
y WWF Colombia trabajan con comunidades indígenas
Emberá y Wounaan, para promover la conservación
de los bosques y mejorar las condiciones de vida
de la población
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• En Resumen
• Más sobre Darién.
Río Tupiza, Comarca Embera-Wounaan, Darién,
Panamá. 21 febrero 2007- Rodeados por la
selva tropical, los indígenas panameños
del Tupiza y Marragantí han crecido en las
entrañas del Darién, una zona rica
en recursos naturales, con una cobertura boscosa
que le ha valido el nombre de Tapón de América.
Es ahí, donde WWF, la organización
mundial de conservación, desarrolla desde
el 2004 un proyecto que busca mejorar la vida de
las comunidades indígenas y, al mismo tiempo,
conservar los bosques a largo plazo.
Según informes de la Controlaría
General de la República de Panamá,
el 60,3 por ciento de estos indígenas vive
bajo la línea de pobreza, que en promedio
en el país alcanza el 37.3 por ciento.
“Las amenazas al ambiente de la
zona no pueden desligarse de los problemas socioeconómicos.
La actividad maderera es de gran importancia en
el Darién, y la mejor manera de evitar la
extinción del bosque es mediante el impulso
de prácticas sostenibles de manejo”, señaló
el Técnico Forestal de WWF Centroamérica,
Edilberto Dogirama.
Agregó que las comunidades
están participando directamente para que
se mantenga un esquema que asegura el aprovechamiento
sostenible de la mano con industrias de la madera,
gobierno y agencias de cooperación.
La extracción descontrolada
de madera en los remanentes de bosque tropical,
debido a la falta de planes sostenibles de manejo
y la demanda insatisfecha de madera para la industria
forestal local, ha causado grandes daños
a las comunidades del Darién.
Según el Director Forestal
de WWF Centroamérica, Mauro Salazar “existen
otras amenazas como la conversión del bosque
hacia usos no sostenibles, la extracción
de madera sin manejo y sin control, y sobre todo
precios de madera muy por debajo del valor de mercado
para el productor local”.
Y es precisamente con el objetivo
de revertir los problemas socioambientales y apoyar
la conservación del bosque a largo plazo,
que las comunidades del Tupiza y Marragantí
se han unido a la actividad de manejar con responsabilidad
el bosque mediante el proyecto denominado “Desarrollo
de un Plan de Manejo Sostenible y Certificación
Forestal en la Comunidades del Tupiza y de Marragantí,
Comarca Emberá- Wounaan”.
El area bajo plan de manejo del
Tupiza se localiza sobre las riberas del río
Tupiza, mientras que el de Marragantí está
ubicado sobre las riberas del río Tuqueza.
Ambas iniciativas suman cerca de 44,000 hectáreas
de bosques tropicales en los territorios de la Comarca
Emberá-Wounaan del Darién.
“La Autoridad Nacional del Ambiente
de Panamá (ANAM) está apoyando efectivamente
el proyecto al autorizar estos primeros planes de
manejo forestal sostenible, los Estudios de Impacto
Ambiental y los primeros planes operativos Anuales,
indicó Mauro Salazar.
Como parte del proceso de conservación
del bosque mediante su manejo, WWF se ha preocupado
por fortalecer las capacidades técnicas,
administrativas y gerenciales de las Empresas Forestales
Comunitarias desarrolladas en el Tupiza y Marraganti,
mediante el desarrollo de talleres de capacitación.
“Con estos talleres queremos mejorar
el poder de decisión de los indígenas,
hemos tenido gran participación de hombres
y mujeres con el fin de ordenar sus recursos forestales”,
aseguró el técnico forestal Edilberto
Dogiramá.
Manejo de GPS, lectura cartográfica
para la construcción de accesos a las zonas
de extracción de la madera, ubicación
de trozas y en bloques, fortalecimiento de las organizaciones
sociales, y exigencias del mercado comprador son
algunos de los temas tratados en las reuniones.
Este plan de sostenibilidad ambiental
se ha desarrollado gracias al apoyo financiero de
la Fundación Natura, la Agencia de los Estados
Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID),
y el Ministerio Británico para el Desarrollo
Internacional (DFID), entre otras organizaciones,
quienes han tendido su mano para mejorar las condiciones
naturales y económicas de la región.
Recientemente se ha sumado la Comunidad Económica
Europea y otras organizaciones locales como SENACYT.