Panorama
 
 
 

¡EXTRA! MÉXICO CIERRA SU FRONTERA AL ARROZ TRANSGÉNICO DE EUA

Panorama Ambiental
Internacional
Marzo de 2007
 

La embajada estadounidense y los arroceros de ese país están presionando a México para que cancele esta medida.

15 marzo 2007 - DF, México — El arroz de Estados Unidos está siendo detenido en la frontera norte de México por no contar con certificado que demuestre que no está contaminado con el arroz transgénico LL601 (no aprobado para consumo humano). Esta es la primera vez que México toma una medida precautoria ante las importaciones de transgénicos y por ello ha provocado una intensa presión por parte del gobierno estadounidense.

Sin embargo, existe el riesgo de que esta medida sea revertida, pues los exportadores de arroz de Estados Unidos están presionando fuertemente al gobierno mexicano a través de la Embajada de Estados Unidos para que reabra sus fronteras, como lo ha informado a sus agremiados la Federación Estadounidense del Arroz. En contraste, si bien el gobierno mexicano adoptó esta medida precautoria no ha hecho ningún anuncio oficial al respecto.

Información obtenida por Greenpeace confirma que el pasado 12 de marzo la Secretaría de Agricultura, "con el objetivo de proteger la salud de los consumidores", notificó a los agentes aduanales que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) junto con la Secretaría de Salud requerirían a partir de esa fecha "a todos aquellos embarques de arroz que pretendan importarse a México, que presenten un certificado que especifique que se encuentre libre de Organismos Genéticamente Modificados, expedido por cualquiera de los laboratorios aprobados para tal fin por las autoridades competentes en los distintos países".

El oficio No. SOO/00095/2007 especifica: "Adicionalmente, reitero que se deberá tomar una muestra de los embarques de arroz en los puntos de ingreso al país con la finalidad de que la Secretaría de Salud pueda verificar el cumplimiento de estas disposiciones".

“México debe mantenerse firme en esta medida y no dejar pasar el arroz transgénico, que no sólo es rechazado por otros mercados, sino que en nuestro país es ilegal y no está autorizado para el consumo humano. Si México revierte la medida sería más que clara la subordinación de nuestro país a los intereses comerciales de Estados Unidos”, dijo Gustavo Ampugnani, coordinador de la campaña de transgénico de Greenpeace México.

Esta medida fue tomada casi 2 semanas después de que Greenpeace demandara la suspensión inmediata de las importaciones de arroz transgénico ilegal y el retiro del mercado de los arroces contaminados. El escándalo en torno al arroz transgénico ha hecho que los importadores mexicanos replanteen su estrategia de compras de arroz estadounidense ilegal, lo cual abre un nuevo espacio al sector arrocero mexicano para reposicionarse y entrar en el mercado nacional con un arroz no transgénico y de mejor calidad.

El transgénico LL601 no estaba autorizado para consumo humano; fue hasta que se descubrió la contaminación del arroz estadounidense que se otorgó dicha autorización, la cual sólo está vigente en Estados Unidos. Aunque ese cereal debería permanecer en territorio estadounidense, durante siete meses se permitió su ingreso a México.

“México tiene una oportunidad de oro para dar un giro de 180 grados en su política agrícola, trabajar junto al sector arrocero en elevar la producción nacional y avanzar en alcanzar la autosuficiencia alimentaria. Lo mismo debe ocurrir con el maíz, grano estratégico para México”, propuso Ampugnani.

¿Qué son los transgénicos? Los transgénicos son nuevas formas de vida creadas en laboratorio con una técnica que permite alterar la estructura molecular del alimento insertando genes ajenos (de bacterias, otras plantas o incluso de animales). Por ejemplo, el maíz transgénico que México importa de Estados Unidos contiene genes de una bacteria que le hace producir una sustancia insecticida, característica que el maíz nunca tendría de manera natural. El problema es que hasta la fecha no se han estudiado los efectos a largo plazo del consumo de transgénicos. Lo que se ha documentado es el riesgo de contaminación para las especies nativas por el cultivo de transgénicos, lo cual entraña graves amenazas para la riqueza biológica del maíz mexicano y para millones de campesinos.

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Greenpeace sale a la calle en busca de alimentos transgénicos
Los “Observadores de Transgénicos” recorrerán mañana sábado 17 los principales supermercados en 19 ciudades españolas

16 marzo 2007 - España — Greenpeace continúa mañana sábado con su campaña para comprobar si los fabricantes y distribuidores de alimentos están aplicando correctamente la normativa europea de etiquetado de alimentos. Los “Observadores de Transgénicos” saldrán en Madrid, Valladolid, Zaragoza, Málaga, Torremolinos, Pamplona, Orzán (A Coruña), Sant Cugat del Vallès, Deusto, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Granada, Gijon, Salamanca, Oviedo, Las Palmas de Gran Canaria, Vigo, Palma de Mallorca, Alicante. Estos grupos de ciudadanos analizarán el etiquetado de los productos presentes en las estanterías de los supermercados para averiguar qué fabricantes están empleando estas peligrosas materias primas (1).

El 18 de abril de 2004 entraron en vigor los nuevos reglamentos de etiquetado y trazabilidad de alimentos y piensos modificados genéticamente; en virtud de estas normas, deben ser etiquetados los productos que deriven de cosechas transgénicas (con la mención "modificado genéticamente"). En aquel año Greenpeace puso en marcha en toda la UE una actividad denominada "Observadores de Transgénicos", cuyo principal objetivo era analizar las etiquetas de los productos en los supermercados para conocer en qué grado la industria alimentaria y de la distribución estaban realmente cumpliendo con las obligaciones derivadas de estas normas y para informar a los consumidores de tal forma que pudieran ejercer su derecho a decir NO.

La organización anima a todos los ciudadanos a participar a través de nuestra web incluyendo los datos de todos los productos que encuentren.

“Estos consumidores comprometidos con el medio ambiente y la salud están realizando una importante labor para que nadie se atreva a utilizar a la naturaleza y a los ciudadanos en un gigantesco experimento genético”, ha afirmado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los Transgénicos de Greenpeace. La comercialización de alimentos transgénicos es un acto irresponsable que convierte a los consumidores en cobayas humanas. “Las multinacionales agrotecnológicas se prometen grandes beneficios económicos, pero el riesgo lo ponen los ciudadanos, los agricultores y el medio ambiente: son los fabricantes de alimentos y los supermercados quienes deben protegernos de esta agresión con un etiquetado veraz”, ha añadido.

El pasado martes un grupo de expertos del departamento de ingeniería genética de la Universidad de Caen, Francia, presentó un nuevo estudio, en el que se demuestra que las ratas de laboratorio alimentadas con un maíz modificado genéticamente (MG) producido por la multinacional biotecnológica Monsanto han mostrado signos de toxicidad en el riñón y en el hígado (2). Hay que recordar que este maíz está aprobado para consumo humano y animal en la UE; es la primera vez que un producto transgénico aprobado ha mostrado evidencias científicas de efectos tóxicos en órganos internos.

El estudio, publicado en la revista científica “Archives of Environmental Contamination and Toxicology”, analiza los resultados de las pruebas de seguridad presentados por Monsanto a la Comisión Europea para obtener la autorización de comercialización en la UE para su variedad de maíz transgénico, MON 863 (3). Los datos muestran que el MON863 tiene asociados riesgos significativos para la salud; sin embargo, la Comisión Europea concedió licencias para comercializar este maíz tanto para el consumo humano como para el consumo animal (4).

Hay que añadir que la legislación actual no obliga a etiquetar todos los alimentos que contengan transgénicos. Los derivados de los animales que han sido alimentados con organismos modificados genéticamente (OMG) (leche, carne y huevos) no tienen obligación de aparecer en el etiquetado. Teniendo en cuenta que el 80% de los transgénicos se dedica a producir piensos para la ganadería, se niega el derecho a los consumidores a saber el origen de sus alimentos. Precisamente el mes pasado Greenpeace presentó a la Comisión Europea un millón de firmas para exigir el etiquetado de los derivados animales.

Notas
1. En la web de Greenpeace existe una lista de los productos etiquetados con transgénicos que se han ido encontrado en los supermercados.

2. El articulo está publicado online por la revista científica Archives of Environmental Contamination and Toxicology; y será impreso en mayo. Resumen de Greenpeace

3. El maíz MON863 produce un nuevo insecticida llamado “Cry3Bb1 modificado” que es capaz de matar un insecto del suelo (Diabrotica virgifera). Este maíz transgénico también contiene un gen que codifica una resistencia a antibióticos.

La Comisión Europea concedió la licencia para emplear el MON 863 en piensos en agosto de 2005, y posteriormente lo aprobó para consumo humano en enero de 2006.

4. Para más detalles consulte el informe de Greenpeace (en inglés): “El caso MON863 – crónica de una decepción sistemática”

Un nuevo estudio revela signos de toxicidad en un maíz transgénico, el Mon 863, aprobado para consumo humano
Greenpeace exige la retirada inmediata de los productos transgénicos de alto riesgo

14 marzo 2007 - España — Un grupo de expertos del departamento de ingeniería genética de la Universidad de Caen, Francia, ha presentado un nuevo estudio, en el que se demuestra que las ratas de laboratorio alimentadas con un maíz modificado genéticamente (MG) producido por Monsanto, empresa biotecnológica, han mostrado signos de toxicidad en el riñón y en el hígado (1).

Es la primera vez que un producto transgénico, que ha sido aprobado para consumo humano y animal, ha mostrado evidencias científicas de efectos tóxicos en órganos internos.

El estudio, publicado hoy en la revista científica “Archives of Environmental Contamination and Toxicology”, analiza los resultados de las pruebas de seguridad presentados por Monsanto a la Comisión Europea para obtener la autorización de comercialización en la UE para su variedad de maíz transgénico, MON 863 (2).

Los datos muestran que el MON863 tiene asociados riesgos significativos para la salud; sin embargo, la Comisión Europea concedió licencias para comercializar este maíz tanto para el consumo humano como para el consumo animal (3).

En España, como en toda la Unión Europea, se permite su consumo humano y en piensos animales.

Las evidencias incriminatorias fueron obtenidas por Greenpeace después de un caso judicial (4), y enviadas para ser evaluadas por este equipo de expertos encabezados por el Profesor Gilles Eric Séralini, un experto gubernamental en la tecnología de ingeniería genética de la Universidad de Caen (5).

En una rueda de prensa conjunta con Greenpeace, el Profesor Serálini afirmó que “los análisis de Monsanto no pasarían un examen riguroso - para empezar, sus protocolos estadísticos son altamente cuestionables. Peor aún, la empresa omitió llevar a cabo un estudio de las diferencias del peso de los animales y además, datos cruciales de los análisis de orina se ocultaron en las propias publicaciones de la empresa".

Greenpeace exige la retirada inmediata y completa del maíz MON863 de Monsanto del mercado global y hace un llamamiento a los gobiernos para que emprendan una reevaluación urgente de todos los otros productos transgénicos aprobados, y una revisión estricta de los métodos de análisis actuales.

“Esta es la gota que colma el vaso de la credibilidad del actual sistema de autorización de los productos transgénicos. Ahora se sabe que un sistema diseñado para proteger la salud humana y animal ha permitido que un producto de alto riesgo se esté comercializando, a pesar de las claras evidencias de sus peligros. Por tanto, necesitamos comenzar a revisar cuidadosamente todos los productos transgénicos presentes en el mercado, y abortar inmediatamente este defectuoso procedimiento de aprobación”, ha declarado Juan Felipe Carrasco, responsable de la Campaña contra los Transgénicos de Greenpeace.

Los datos en cuestión han sido objeto de un fuerte debate desde 2003, cuando se identificaron cambios significativos en la sangre de animales alimentados con MON863. El maíz MON863 fue aprobado por la Comisión Europea a pesar de la oposición de la mayoría de los Estados miembros, los cuales expresaron su preocupación acerca de la seguridad de este maíz. El Profesor Séralini confirma científicamente estas preocupaciones. Tal y como afirma el estudio, “con los datos actuales, no se puede concluir que el maíz transgénico MON863 sea un producto seguro”. Sin embargo, el MON863 ha sido autorizado para los mercados de Australia, Canadá, China, Japón, México, Filipinas y EE.UU., además de la UE.

“Es un alerta de emergencia internacional que requiere una respuesta global”, ha concluido Carrasco. “Sólo una retirada completa de este maíz en todos los mercados podría controlar los posibles daños.”

Notas
1. El artículo está publicado online (www.springerlink.com/content/1432-0703) por la revista científica Archives of Environmental Contamination and Toxicology; y será impreso en mayo. Aquí encontrará un resumen de Greenpeace, pdf

2. El maíz MON863 produce un nuevo insecticida llamado “Cry3Bb1 modificado” que es capaz de matar un insecto del suelo (Diabrotica virgifera). Este maíz transgénico también contiene un gen que codifica una resistencia a antibióticos.

3. La Comisión Europea concedió la licencia para emplear el MON 863 en piensos en agosto de 2005, y posteriormente lo aprobó para consumo humano en enero de 2006.

4. Para más detalles consulte el informe de Greenpeace (en inglés): “El caso MON863 – crónica de una decepción sistemática”

5. El equipo de análisis, encabezado por el Profesor Séralini de la Universidad de Caen, incluye expertos de la organización científica e independiente francesa CRIIGEN.

 
 

Fuente: Greenpeace – Internacional (www.greenpeace.org)
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