13
marzo 2007 - Madrid, España — Las organizaciones
ecologistas miembros del Consejo Nacional del
Clima, WWF/Adena, Greenpeace y Ecologistas en
Acción, han presentado una valoración
al borrador de la Estrategia Española
de Cambio Climático y Energía
Limpia presentado por el Gobierno.
Aunque las organizaciones
ecologistas consideran necesaria la elaboración
de una estrategia que recoja globalmente las
actuaciones que el Gobierno se compromete a
realizar para combatir el cambio climático,
el borrador de la nueva Estrategia presentada
ante la Comisión Nacional del Clima el
pasado 13 de Febrero de 2007 carece de planificación
y programación y, las líneas de
actuación no conducen a la consecución
de un objetivo acorde con el imperativo del
cambio climático.
Además de ser demasiado
general para garantizar que se reduzcan las
emisiones en España al nivel necesario
para cumplir con Kioto, esta Estrategia, no
compromete de manera clara a otros ministerios
como el de Industria, Fomento y Economía
y Hacienda, cuyas políticas tienen incidencia
en las emisiones.
El borrador presentado refleja
la estrategia ya existente en el Plan Nacional
de Asignación 2008-2012 (PNAII). El objetivo
del PNA II se queda muy por detrás de
los compromisos, necesidades, conocimientos
y promesas del Gobierno español en materia
de cambio climático y hace demasiado
énfasis en las medidas a realizar fuera
de nuestro país (MDL, Comercio de emisiones,
cooperación internacional), y en mediadas
no permanentes como sumideros o como almacenamiento
de CO2.
Las tres organizaciones
reclaman la introducción en la Estrategia
de objetivos sectoriales cuantificados para
saber en qué medida se espera que cada
uno de los sectores difusos está haciendo
su parte para cumplir con el Protocolo de Kioto.
Teniendo en cuenta la envergadura de esta Estrategia,
es difícil entender que no contemple
el post Kioto. En el Consejo de Jefes de Estado
de Primavera de 2007 se aprobó la reducción
de emisiones del 20% de manera unilateral para
el año 2020 en la UE, y del 30% condicionada
a que el resto de países industrializados
la asuman. Por tanto, para después de
2012 España deberá prepararse
a asumir un compromiso mucho mas ambicioso,
y la Estrategia actual no lo contempla.