Bogotá,
16 de marzo de 2007 (MAVDT). El ministro de
Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial,
Juan Lozano Ramírez hizo este viernes
un llamado a la comunidad para que el Domingo
de Ramos no utilice la Palma de Cera, árbol
nacional y hogar del loro orejiamarillo, ambas
especies en peligro de extinción.
Durante la presentación
de la campaña "Reconcíliate
con la Naturaleza", en el Jardín
Botánico José Celestino Mutis,
dijo que hay distintas alternativas que no tienen
peligro de extinción como la palma de
Iraca y la de Areca que no sufren este riesgo.
“Debe ser un compromiso de
todos que sembremos y recuperemos las diferentes
especies de palma que hoy están en peligro.
En el caso del loro orejiamarillo la tarea avanza
bien, con un resultado espectacular, pero aun
no está concluida, hace 5 años
aparecieron los primeros individuos, menos de
un centenar, y hoy ya son 8 o 9 veces más”,
dijo Lozano Ramírez.
De acuerdo con el Ministro,
el país venía de una enorme degradación
y en los últimos 7 años se ha
logrado contener esa curva de pérdida
de la Palma de Cera.
“Hoy se han multiplicado las
especies y las siembras. En materia del loro
orejiamarillo que se había declarado
extinto pero gracias a estas campañas,
hoy tenemos cerca de 900 individuos, una especie
única en Colombia y Ecuador”, explicó
el jefe de la cartera ambiental.
Para Lozano Ramírez,
el propósito de esta campaña es
sumar esfuerzos con la Iglesia, Conservación
Internacional, Alcaldía Mayor, Corporaciones
Autónomas Regionales, para salvar y proteger
la palma de cera, el loro orejiamarillo y las
especies amenazadas, con ocasión de la
Semana Santa lanzar un mensaje de reconciliación
y de amor y paz con la naturaleza.
“Con esta campaña tenemos una causa de
unión, una alianza poderosa para que
con ocasión de la celebración
de la Semana Santa procedamos con un criterio
de reconciliación frente a la vida y
la naturaleza”, dijo.
La protección de nuestro
árbol nacional, la Palma de Cera, -agregó-
es una prioridad en todos los frentes, por eso
una campaña como “Reconcíliate
con la Naturaleza” va a la entraña de
la protección de estos recursos naturales,
con una cultura de respeto y protección
de la naturaleza.
De otra parte destacó
que el Ministerio ha pedido a las autoridades
ambientales en todo el país, a las Corporaciones
Autónomas y a la Policía Ambiental,
que tengan los operativos dispuestos para evitar
que la comercialización y el tráfico
de fauna amenazada como el loro orejiamarillo
se detenga.
“Vamos bien, pero no estamos
del otro lado, si suspendemos las campañas
y le bajamos el entusiasmo en este tema y otra
vez se multiplica la utilización de la
palma de cera en estas sagradas celebraciones
de la Semana Santa, volvemos a retroceder y
a poner en peligro la especie”, puntualizó.
LA PALMA DE CERA
Las Palmas de Cera son exclusivas
del continente americano, distribuyéndose
desde Venezuela, Colombia, Ecuador, hasta el
Perú y el Norte de Bolivia. Existen 11
especies de las cuales 7 se encuentran en nuestro
país. En Bogotá, se pueden observar
ejemplares de Palma de Cera en el Jardín
Botánico José Celestino Mutis
y en el Parque de la Independencia, Carrera
7 con Calle 26.
Desde 1998 el Jardín
Botánico de Bogotá ha sembrado
palmas de cera en el parque Simón Bolívar,
la calle 63, la biblioteca Virgilio Barco, el
parque El Renacimiento, la avenida Caracas con
calle 11 sur, Coldeportes, la calle 170 con
autopista norte y la calle 170 con carrera 7.
Una de las más hermosas se encuentra
en la Avenida Chile (calle 72) con carrera 7.
La totalidad de las hojas
de palma que se comercializan actualmente en
Bogotá, corresponden a la palma (Attalea
butyraceae) conocida popularmente como Palma
Real o Palma de Vino y, provienen de aprovechamientos
realizados en el Departamento de Cundinamarca,
en cercanías a poblaciones como Nilo,
Villeta, Yacopi, Girardot, etc.,
EL LORO OREJIAMARILLO
Sumado a la campaña,
las acciones realizadas en las áreas
de investigación, conservación
y educación ambiental, adelantadas por
la Fundación ProAves en las zonas donde
aún se conserva la especie se ha logrado
un aumento en la población del Loro Orejiamarillo
desde su redescubrimiento en 1998 en el departamento
del Tolima, de 100 individuos censados se ha
incrementado a 312 hasta el 2006 y en Antioquia
de 277 individuos para el año 2001 aumentado
su población a 335 en los últimos
tres años.
La especie descubierta en
la década de los 90 en los Andes Centrales
de Colombia, era la última población
reproductiva conocida del Loro Orejiamarillo,
ave catalogada como críticamente amenazada
por la Unión Mundial para la Naturaleza
(UICN) e incluida en el apéndice de la
Convención Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES)
y la cual depende de la Palma de Cera para vivir.
Este hallazgo condujo a un
esfuerzo internacional de rescate de la especie,
liderado por la Fundación ProAves, con
el apoyo de Corporaciones Autónomas Regionales,
Fundación Loro Parque de España,
Fondo para la Acción Ambiental y la Niñez
(FPAA), Conservación Internacional y
otras ONGs ambientales, quienes han desarrollado
grandes esfuerzos orientados a la investigación
y protección del Loro Orejiamarillo y
otras especies amenazadas.
Adicional a esta labor, la
implementación de la Campaña "Reconcíliate
con la Naturaleza" que promueve la conservación
de la Palma de Cera, hogar y única esperanza
de vida del Loro Orejiamarillo, ha generado
cambios de actitud en las comunidades, tendientes
a reemplazar esta palma por especies alternativas
como la Iraca, Palma Areca o plantas vivas en
las celebraciones del Domingo de Ramos.
Especies identificadas
plenamente por El Episcopado de Colombia y las
organizaciones que lideran la campaña,
con el propósito de promover el uso de
plantas que no presenten ningún grado
de amenaza y que a su vez contribuyan a conservar
la tradición religiosa.