Greenpeace
concluye la acción en la térmica
de Pasaia tras haber puesto en evidencia la
falta de credibilidad de la imagen "verde"
de Iberdrola
Galán tendrá
que explicar hoy en la Junta de accionistas
de la compañía cómo pretende
liderar las energías limpias sin cerrar
ninguna térmica de carbón
29 marzo 2007 - San Sebastián,
España — Greenpeace ha finalizado su
acción de protesta en la central térmica
de carbón de Pasaia (Guipúzcoa),
tras 3 días de permanencia en lo alto
de la chimenea. La acción ha servido
para poner en evidencia que la pretendida imagen
“verde” de Iberdrola carece de credibilidad,
ya que esta empresa pretende seguir enriqueciéndose
a costa del medio ambiente al negarse a considerar
el cierre ni siquiera de la más pequeña
de sus térmicas de carbón.
La acción de Greenpeace
ha demostrado también que las consecuencias
de la débil política del Gobierno
ante el cambio climático, a base de regalar
derechos de emisión a las eléctricas
y subvencionar la quema de carbón, supone
premiar al que contamina, de forma que ni siquiera
las compañías que han sabido detectar
el valor económico de las energías
renovables, como Iberdrola, son capaces de abandonar
el negocio de la energía sucia.
Las consecuencias del cambio
climático se van a poner de manifiesto
al máximo nivel dentro de 3 días,
el próximo 2 de abril, cuando comience
en Bruselas la reunión del Grupo de Trabajo
II del Panel Intergubernamental de Cambio Climático
(IPCC), organismo científico asesor en
materia de cambio climático para Naciones
Unidas. El resultado de esta reunión
será un informe que recogerá todos
los conocimientos científicos actuales
sobre los impactos y la vulnerabilidad al cambio
climático. El informe explicará
cómo afectará a la disponibilidad
de agua dulce, a los fenómenos meteorológicos
extremos (como sequías, inundaciones
y huracanes), a la desertificación, al
deshielo, a la subida del nivel del mar, a las
migraciones humanas, a las infraestructuras,
a los ecosistemas, etc, una probable subida
de las temperaturas medias globales durante
este siglo entre 1.1°C y 6,4°C por encima
de los niveles de entre 1980 y 1999.
La protesta de Greenpeace
pidiendo el cierre de la térmica de Pasaia
se reflejará hoy en la Junta de accionistas
de Iberdrola, que se celebra en Bilbao. Por
ello a las 11:00 horas, en el momento del comienzo
de la Junta, los activistas han bajado de la
chimenea para simbolizar que ahora queda en
manos de los accionistas la tarea de exigir
el cumplimiento del compromiso público
que Iberdrola tiene con la lucha contra el cambio
climático.
“Obtener beneficios económicos
a costa de los impactos del cambio climático
no es ético en el presente, ni rentable
en el futuro” ha declarado Raquel Montón,
responsable de la campaña de Cambio Climático
de Greenpeace. “Los accionistas tienen que exigir
a la dirección de Iberdrola que su compañía
se aleje de negocios sucios e insostenibles
como el carbón”.
El pasado día 27, Greenpeace
comenzaba una acción de protesta pidiéndole
a Iberdrola que demostrara que su apuesta por
las renovables, el Protocolo de Kioto, la sostenibilidad
y el medio ambiente era una apuesta segura.
Para ello la organización ecologista
pide que presente un plan de cierre de sus tres
térmicas de carbón, comenzando
por la central de Pasaia. La acción de
Greenpeace ha puesto en evidencia diversas contradicciones
y engaños:
* Mientras Iberdrola afirmaba
en un comunicado de prensa que su central térmica
cumple con todos los requisitos medioambientales,
fuentes del ayuntamiento han señalado
a Greenpeace que la central tiene abierto un
expediente de investigación por incumplimiento
de las exigencias medioambientales.
* Mientras el presidente
de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán,
afirmaba en la rueda de prensa el miércoles
28 en Bilbao que el cierre de Pasaia se produciría
tras 20.000 horas de funcionamiento, tal y como
establecían las Administraciones públicas,
unas horas más tarde la compañía
desmentía este punto a la agencia de
noticias EFE, desautorizando de este modo a
su Presidente.
“Pedimos a la Junta de accionistas
que se tome en serio el problema del cambio
climático, y no tengamos que asistir
nuevamente a evasivas, imprecisiones y rectificaciones,”
declaró Montón.
El clima en el País
Vasco está cambiando y estos cambios
van en aumento. La subida del nivel del mar
es sin duda uno de los impactos del cambio climático
más notables en el litoral. La subida
del nivel del mar estimada en este siglo es
de 50 centímetros hasta 1 metro. Ante
una subida generalizada, las zonas más
vulnerables son los deltas y las playas confinadas,
que causará pérdidas en un número
importante de playas, especialmente en el Cantábrico.
De las 95 playas con estas características
situadas en Euskadi y Cantabria, desaparecerán
23, lo que supone un 35%, y en términos
de longitud de playa la pérdida supera
el 50%. Esta previsión se realiza considerando
el escenario de menor subida y sin incluir también
los efectos derivados de las variaciones en
la altura del oleaje. Se puede estimar, según
la Universidad de Cantabria, que en el País
Vasco y Cantabria elevaciones de 0.5 y 1 m afectarían
respectivamente a unos 25 y 79 km2.
“Las centrales térmicas
están cambiando el clima, y sus dueños
se niegan a cerrarlas. Es obligación
del Gobierno dejar de favorecer esta situación
y dar la cara dejando de subvencionar el carbón,
las emisiones de CO2, y favoreciendo el desarrollo
de las energías renovables”, ha declarado
Montón .
+ Más
Iberdrola apoya las tesis
de Greenpeace pero elude ponerlas en práctica
28 marzo 2007 - Pasaia, España
— Las asociaciones ecologistas de Pasaia apoyan
a los activistas Greenpeace que continúan
encaramados en la chimenea de la central. Greenpeace
considera que la necesidad de la acción
de protesta en la central térmica de
carbón de Pasaia está plenamenta
justificada tras las declaraciones realizadas
esta mañana en la rueda de prensa que
D. Ignacio Sánchez Galán, presidente
de Iberdrola, ha celebrado en Bilbao.
Según el presidente
de Iberdrola, además de señalar
que el trabajo de Greenpeace en defensa del
medio ambiente es encomiable, ha reconocido
que las empresas eléctricas españolas
son grandes emisoras de CO2, esto es lo que
la organización ecologista viene denunciando
desde hace mucho tiempo. El máximo responsable
de Iberdrola ha apuntado la necesidad de cerrar
14 centrales térmicas más. Esta
es la misma demanda que Greenpeace pedía
el año pasado cuando recorrió
9 de esas 14 centrales térmicas de carbón
a las que alude el Sr. Sanchez Galán.
“Además de pedir a
sus colegas que cierren las centrales térmicas,
el presidente de Iberdrola debe aplicarse el
cuento y encargarse de cerrar las suyas” ha
declarado Raquel Montón, responsable
de la campaña de cambio climático
de Greenpeace.
Esta tarde los activistas
de Greenpeace que permanecen colgados en la
chimenea de la central, han pintando “CO2 EZ”
como respuesta a la negativa de Sánchez
Galán de cerrar esta central antes de
lo que las Administraciones públicas
obligan.
“El Gobierno tiene que dar
señales claras para que las eléctricas
cierren sus centrales de carbón” ha declarado
Montón, “para ello debe de dejar de subvencionar
el carbón y las emisiones de CO2”.
A las 18:30 distintas organizaciones
ecologistas locales y asociaciones vecinales
han acudido a la entrada de la central térmica
de Pasaia (Guipuzcoa) para apoyar a los activistas
de Greenpeace.
Greenpeace continúa
su protesta en lo alto de la chimenea de la
central térmica de Pasaia
28 marzo 2007 - Pasaia, España
— Los ecologistas llevan más de 27 horas
de acción para exigir el cierre de esta
fábrica de cambio climático. Esta
tarde a las 18:30 diversas organizaciones ecologistas
harán una concentración de apoyo
a Greenpeace en la central.
Los activistas de Greenpeace,
que ocuparon ayer la central térmica
de carbón de Pasaia (Guipuzcoa), continúan
hoy su acción de protesta, tras pasar
toda la noche bajo la lluvia encaramados a lo
alto de la chimenea.
Ante la convocatoria de una
rueda de prensa por parte de la compañía
propietaria, Iberdrola, para esta mañana
en Bilbao, Greenpeace está a la espera
de conocer si la empresa da alguna señal
que resulte coherente con su proclamada preocupación
por el cambio climático. "Para ser
creíble, la única señal
que Iberdrola puede dar en este momento es anunciar
la fecha de cierre de la térmica de Pasajes”,
ha declarado Raquel Montón, responsable
de la campaña de cambio climático
de Greenpeace.
Greenpeace considera inaceptable
que tanto el Ministerio de Medio Ambiente como
el Gobierno Vasco guarden silencio ante la clara
reivindicación de los ecologistas. “La
semana que viene, cuando los científicos
del IPCC nos vuelvan a advertir de las graves
consecuencias del cambio climático, oiremos
a los responsables públicos rasgarse
las vestiduras y proclamando la necesidad de
actuar, pero la oportunidad de actuar es ahora,
forzando el cierre de fábricas de cambio
climático como ésta”, ha añadido
la portavoz de Greenpeace.
En la concentración
de apoyo estarán, entre otras, Ekologistak
Martxan, Elkarten, Plataforma anti incineradora
de Gipozkoa, Jaizkibel Bizirik y Pasaiko Zentral
Termikoak ez.
Activistas de Greenpeace se suben a la chimenea
de la central térmica de Pasaia (Guipúzcoa)
para pedir su cierre
La central de Pasaia emite
más CO2 en un año que todo el
parque movil de Guipúzcoa
27 marzo 2007 - Pasaia, España
— Esta mañana, activistas de Greenpeace
se han descolgado por la chimenea de la central
térmica de carbón de Pasaia (Guipuzcoa)
y están escribiendo en ella STOP CO2.
Con esta acción de protesta los ecologistas
quieren exigir a la compañía propietaria,
Iberdrola, que cierre esta central que emite
en un año más CO2 que todo el
parque móvil de Guipuzcoa. La organización
ecologista propone a la empresa eléctrica
que invierta en energías renovables para
generar esa electricidad.
A las 7 de la mañana,
una veintena de miembros de Greenpeace ha accedido
a la central térmica de Iberdrola en
Pasaia. Un grupo de escaladores se ha descolgado
de la chimenea donde están escribiendo
el lema “STOP CO2”, el resto de activistas se
mantiene en las puertas de la central con pancartas
de “PASAIA CIERRE YA” y “ITXI ORAIN PASAIA”.
Iberdrola es una de las compañías
que defiende el Protocolo de Kioto, apuesta
por las energías renovables y ha criticado
que el Plan Nacional de Asignación subvenciona,
injustamente, al carbón. Sin embargo,
en la actualidad mantiene tres centrales térmicas
de carbón: la térmica de Guardo,
ubicada en Velilla del río Carrión
(Palencia), la térmica de Lada, ubicada
en Langreo (Asturias) y la de Pasaia. En los
planes de cierre de centrales térmicas
de Iberdrola únicamente figura el grupo
3 de la central de Lada, a pesar de que estas
instalaciones están completamente amortizadas
y que la generación eléctrica
a través del carbón es la que
emite más CO2 por kWh producido.
“Para frenar el cambio climático
hay que reducir las emisiones de CO2, y la forma
más rápida es dejar de quemar
carbón para producir electricidad” -ha
declarado Raquel Montón, responsable
de la campaña de cambio climático
de Greenpeace- “Iberdrola debe cerrar la central
de Pasaia y dedicar sus recursos a las energías
renovables".
Greenpeace invita a toda la
ciudadanía a que se sume a la revolución
renovable de Greenpeace. www.greenpeace.es (www.energia.greenpeace.es).
Nos enfrentamos a un grave
problema como es el cambio climático
producido por el uso de combustibles fósiles
como el carbón. El pasado 2 de febrero
el Panel Intergubernamental de Cambio Climático
(IPCC) concluía que, si continuamos actuando
como hasta ahora, es probable que durante este
siglo las temperaturas medias globales suban
entre 1,1°C y 6,4°C por encima de los
niveles de entre 1980 y 1999. Esto no llevaría
a más sequías, peligrosas olas
de calor, inundaciones y huracanes más
fuertes, al deshielo rápido de las capas
de hielo y a una subida importante del nivel
del mar.
“Ahora Iberdrola tiene la
oportunidad de demostrar si la apuesta de por
las renovables, el Protocolo de Kioto, la sostenibilidad
y el medio ambiente es más que un elemento
“decorativo” que inunda de imágenes de
aerogeneradores sus informes y su publicidad
” concluyó Montón.
Greenpeace mantendrá
su protesta durante la noche en lo alto de la
chimenea de la central térmica de Pasaia
La pretensión de Iberdrola
de mantener la central en funcionamiento supondrá
la emisión de más de tres millones
de toneladas de CO2
27 marzo 2007 - San Sebastian,
España — Los activistas de Greenpeace
han decidido permanecer esta noche en la chimenea
de la central térmica de carbón
de Pasaia (Guipuzcoa), ante la falta de un compromiso
de cierre de la misma por parte de la compañía
propietaria, Iberdrola, y el silencio cómplice
del Gobierno español y del Gobierno vasco.
En la chimenea, a la que han
accedido a las 7 de la mañana, han pintado
el mensaje "STOP CO2" para pedir el
cierre de esta central térmica.
Iberdrola trata de justificar
el mantenimiento de la térmica en operación
durante 20.000 horas, pero oculta que eso supondrá
la emisión de 3.845.822 toneladas de
CO2.
"Iberdrola tiene que
elegir entre mantenerse entre los líderes
mundiales de las energías renovables
o seguir quemando carbón en centrales
térmicas" ha declarado Raquel Montón
responsable de la campaña de cambio climático
de Greenpeace. “Mientras las eléctricas
y las administraciones tratan de eludir su responsabilidad
ante el cambio climático, Greenpeace
está actuando. Alguien se tendrá
que atrever a empezar a cerrar centrales térmicas
de carbón”.