Bogotá,
30 de mayo de 2007. (MAVDT)- “Es prioridad
del Gobierno Nacional la conservación
de esta reserva que involucra a cinco departamentos
del país, y que fue considerada como
prioridad dentro del Plan de Desarrollo aprobado
recientemente en el Congreso” afirmó
el ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo
Territorial, Juan Lozano Ramírez.
El Macizo Colombiano también
conocido como “Nudo de Almaguer y Estrella
Fluvial Colombiana”, está situado al
oriente de Almaguer y al sur de Popayán
(ambas en el departamento del Cauca) siendo
el más importante de todos los centros
hidrográficos del país, ya que
en él tienen sus fuentes cuatro de
los más notables ríos colombianos:
el Magdalena, el Cauca, el Patía y
el Caquetá.
El Macizo Colombiano es
reconocido por su importancia nacional y mundial
no solamente por constituirse como la “Estrella
Fluvial de Colombia” sino también por
su extraordinaria biodiversidad, la cual es
el reflejo a la herencia legada por procesos
geológicos y biológicos.
Este complejo hidrológico
abastece de agua dulce y riego al 70% de la
población colombiana, convirtiéndose
así en parte esencial del aparato productivo
de la nación.
Gran parte del equilibrio
ecológico y climático del país
se debe a que en el macizo se originan más
de 65 cuerpos lagunares y más de 15
páramos (257.000 con vegetación
única en el mundo) junto a extensas
áreas de bosque altoandino.
Sin embargo factores como
la deforestación; representado con
la sustitución del bosque nativo por
cultivos agrícolas e ilícitos,
sumado a la existencia de cultivos de amapola
en áreas bosque-andino tienen en riesgo
la vida de una de las principales fuentes
hídricas del país.
Paralelamente el inadecuado
empleo de los sistemas de producción
y la expansión de la colonización
en 17 puntas es un motivo de preocupación,
pues la conversión de paramos en zonas
de producción agropecuaria ha llegado
a abarcar 50.000 hectáreas, fragmentando
o destruyendo totalmente dichos ecosistemas
cuya vegetación es única en
el mundo.
El área de influencia
del Macizo Colombiano se extiende por el norte
hasta el páramo de Barragán,
al nororiente limita con el piedemonte de
la cordillera Central, hacia el sur se conecta
con la cordillera Oriental por el valle del
río Magdalena, al suroriente limita
con el piedemonte de la cordillera Oriental
(Macizo de Garzón) y hacia el suroccidente
limita con el volcán Galeras.
Los límites norte
y sur del núcleo del Macizo están
definidos por lineamientos tectónicos
de dirección aproximada este-oeste,
cuyas expresiones topográficas son
los cañones de los ríos Cauca-Piedra.
El jefe de la cartera ambiental
dijo “que la conservación de esta bio-región
será tema prioritario dentro de los
planeas que tiene el Gobierno Nacional para
el inmediato futuro. Apoyo para los programas
de conservación y protección
de los recursos naturales y una acción
integral para la recuperación del río
Magdalena, en la que están comprometidas
todas las Corporaciones Autónomas Regionales”.
El Macizo Colombiano presenta
una gran variedad de climas que va desde el
cálido seco hasta el nival (nieve).
Las zonas de mayores lluvias se localizan
hacia el suroriente, mientras que las zonas
con menor precipitación se encuentran
hacia el oriente.
Presenta un amplio rango
de temperaturas que oscila entre 0ºC,
a alturas superiores a los 5.000 metros sobre
el nivel del mar, y máximas de 28ºC,
en las partes bajas del valle interandino
del Alto Magdalena.
En esta zona el comportamiento
hidrológico de las cuencas de los ríos
Magdalena y Cauca, pueden considerarse de
régimen bimodal, o sea que tiene dos
períodos húmedos y dos secos,
siendo el período de abril a junio
más acentuado que el de octubre a noviembre.
Es un sitio de gran biodiversidad
ecológica donde tiene origen las cordilleras
Central y Oriental y donde confluyen los ecosistemas
Andino, Amazónico y Pacífico,
albergando el 10% de la flora nacional.
Posee un valioso patrimonio
étnico y cultural, caracterizado por
la presencia de 7 grupos étnicos que
suman cerca de 200.000 habitantes y es considerado
por la Unesco como una de las Reservas Mundiales
de la Biosfera.
“Velando por su conservación
podemos garantizar el bienestar y sostenibilidad
de las estructuras sociales y naturales. La
poca inversión en esta parte de la
geografía nacional es histórica,
de modo que se deben asegurar fuentes ciertas
de recursos para que en lo que queda de esta
administración, y en las siguientes,
la carta de navegación sobre este particular
no quede en letra muerta”, puntualizó
Ramírez Lozano.
Por: Graciela Molina