Avionetas
que vuelan de forma ilegal, buques que pescan
sin licencia y las operaciones de trasbordo
de pescado dejan claro que la pesquería
sigue fuera de control
21 junio 2007 - Internacional
— El barco insignia de Greenpeace, el Rainbow
Warrior, llegó esta mañana a
Valetta (Malta) tras cinco semanas documentando
las actividades de las flotas dedicadas a
la pesca del atún rojo en el Mediterráneo
central. Greenpeace ha encontrado evidencias
de actividades ilegales contrarias a las normas
acordadas por la Comisión Internacional
para la Conservación del Atún
Atlántico (CICAA) (1).
"Se trata, un año
más, de una pesquería fuera
de control", declaró Sebastián
Losada, a bordo del Rainbow Warrior. "Es
una burla que las nuevas normas de gestión
de la pesquería aprobadas por la comunidad
internacional sólo hayan entrado en
vigor dos semanas antes de que la temporada
de pesca termine. Pero aún es peor
que, tal como hemos demostrado, no siquiera
se respeten".
Greenpeace ha combinado
la presencia del Rainbow Warrior en la zona
de pesca con el seguimiento de varios puertos
y aeropuertos de la región. El Raibow
Warrior ha documentado la actividad de buques
de pesca tunecinos, italianos y franceses
que faenan en la zona, así como una
flota multinacional de barcos tales como remolcadores
y buques de apoyo, que participan en operaciones
relacionadas con el negocio del engorde de
atún.
La semana pasada, Greenpeace
probó que el uso de avionetas para
detectar los bancos de atún es todavía
una práctica común en la zona,
pese a que ha sido prohibida por el nuevo
plan de recuperación del atún
rojo acordado por la CICAA. El Rainbow Warrior
observó las actividades de pesca de
tres barcos de pesca italianos rodeados de
avionetas durante toda la operación
de pesca (2). Greenpeace también pudo
observar la presencia de varios barcos tunecinos
que faenan sin licencia (3).
Los trasbordos (la transferencia
de pescado de un buque a otro) también
parecen ser prácticas comunes en la
zona, pese a que se trata de una de las maneras
en las que se "blanquean" las capturas
ilegales (4). El 11de junio Greenpeace observó
el trasbordo en alta mar de atún rojo
entre el pesquero italiano Vergine del Rosario
y el buque frigorífico Daniela, abanderado
en Panamá. El 12 de junio el barco
francés Jean Marie Christian VI trasbordó
parte de su carga al buque frigorífico
panameño Astraea 102, tan sólo
unos minutos antes de que el nuevo plan de
gestión de la CICAA entrara en vigor
(5). Todavía ayer, Greenpeace encontró
al buque frigorífico Daniela en mitad
de la zona de pesca, lo que muestra que estos
barcos siguen realizando operaciones en mar
abierto pese a la prohibición de los
trasbordos en vigor desde el pasado 13 de
junio.
"El plan acordado por
los países miembros de la CICAA otorga
cuotas que son el doble de las recomendadas
por sus propios científicos. Simplemente
no merece llamarse plan de recuperación",
añadió Losada. "Cada año
hay menos atún y cada año es
más pequeño. Si los países
mediterráneos no están en posición
de garantizar que sus flotas cumplen las normas,
éstas deberían simplemente volver
a puerto. El plan de gestión de la
CICAA debería ser revisado urgentemente
este año, no debemos esperar más".