Madrid,
27 de junio de 2007.- Un Informe de WWF/Adena
destruye la imagen positiva que tienen muchos
políticos de los trasvases de agua.
Según el informe de WWF/Adena, titulado
“Pipedreams? Inter-basin transfers and water
shortages” y publicado hoy, la creciente popularidad
de los proyectos de trasvasar agua entre diferentes
cuencas hidrográficas amenaza a muchos
ríos del mundo. WWF/Adena está
enormemente preocupado por la política
de varias comunidades autónomas, en
especial Andalucía, Castilla-La Mancha,
Murcia y Valencia, que pretenden utilizar
nuevos trasvases para promover regadíos
y urbanizaciones insostenibles.
Descargar el informe completo
El informe de la organización
mundial de conservación define a los
trasvases entre cuencas como iniciativas muy
costosas con elevados impactos ambientales
que ponen en peligro la capacidad de los ríos
para proporcionar alimentos y agua. El informe
analiza casos de trasvases realizados en Australia,
España y Sudáfrica, así
como otros proyectos en Brasil, China, Grecia
y Perú. Existen cientos de otros proyectos
de trasvases en todo el mundo, algunos de
ellos ocultados al público debido a
su conflictividad.
La casi totalidad de los
casos manifiestan los mismos fallos: costes
disparados, falta de transparencia, daños
irreversibles a los ríos, falta de
implicación de los afectados, desplazamientos
de comunidades, fracaso de los beneficios
esperados y falta de estudio de alternativas
sostenibles.
Jaime Pittock, Director
del Programa Internacional de Aguas de WWF/Adena,
explicó: “En muchos casos, los proyectos
de trasvases son simples ‘acueductos de sueños’,
reflejo de un pensamiento simplista de que
la transferencia de agua de un río
a otro va a resolver los problemas de escasez
de agua, sin producir otros nuevos. La clave
para resolver realmente esta crisis es la
conservación de los ríos y acuíferos,
conjuntamente con una correcta evaluación
y gestión de la demanda”. La Unión
Europea considera también que los trasvases
sólo pueden ser la ‘última solución’
a los problemas del agua, tras analizar primero
las posibilidades de ahorro y mejora de la
gestión.
Trasvase Tajo-Segura (Castilla-La
Mancha, Valencia, Murcia, Almería)
El Tajo-Segura trasvasa
desde 1978 hasta 600 hm3/agua anuales por
sus 286 kilómetros desde el Sistema
Ibérico hacia el Levante. Oficialmente,
transfiere agua para 147.000 hectáreas
de regadío y 76 abastecimientos urbanos.
El trasvase ha causado impactos severos, como
la reducción de caudales ambientales
en el río Tajo, el traslado de especies
de peces entre cuencas (que afecta por ejemplo
a la loina del Júcar) y la destrucción
de ecosistemas y la promoción de una
agricultura insostenible en Murcia y Almería.
A pesar del trasvase, el
déficit del agua en la zona beneficiada
está aumentando, y existe un mercado
negro del agua. Varios informes estiman que
existen 65-100.000 hectáreas de regadíos
ilegales en la cuenca del Segura, y Murcia
y Almería continúan en el boom
urbanístico, con más de 50 nuevos
campos de golf y 115.000 nuevas viviendas
en un plazo de 8 años. “El caso del
trasvase Tajo-Segura ilustra una gestión
del agua que prioriza a aquellos usuarios
que no son preferentes según la Ley
de Aguas: en vez de asegurar los abastecimientos
y los caudales ambientales en los ríos,
se amplían campos de golf, urbanizaciones
y regadíos”, critica Guido Schmidt.
Proyecto de trasvase del
Ebro (Cataluña, Valencia, Murcia, Almería)
La Ley del Plan Hidrológico
Nacional (PHN) aprobó en el año
2001 un nuevo trasvase de 1.050 hm3/año
desde el Ebro a otras zonas de la costa mediterránea.
WWF/Adena se opuso a la ejecución de
este proyecto, porque lo consideraba obsoleto.
El proyecto no consideraba ni los efectos
del cambio climático sobre la disponibilidad
del agua, ni los impactos ambientales, vulnerando
así a la legislación europea.
Sus cálculos económicos eran
incorrectos y WWF/Adena estimó que
las pérdidas totales ascendían
a 3.500 millones de euros, siendo el coste
medio del agua de 0,72 €/m3 agua, muy superior
al coste del agua desalinizada (0,45-0,60
€/m3). Tras numerosas manifestaciones y reuniones
técnicas, la Comisión Europea
asumió los mismos argumentos económicos
y ambientales para no asignar los 8.000 millones
de euros de los fondos europeos de cohesión
y desarrollo regional a este proyecto.
WWF/Adena apoyó la
derogación del proyecto de trasvase
del Ebro por el Gobierno en el año
2004 y su sustitución por el programa
A.G.U.A. del Ministerio de Medio Ambiente
y sus desalinizadoras, si bien considera que
“las Comunidades Autónomas y el Gobierno
siguen sin apostar por el ahorro del agua
y el desarrollo territorial sostenible”, según
explica Guido Schmidt, responsable del programa
de aguas de WWF/Adena. Y añade: “El
crecimiento sin límite del regadío
y de las urbanizaciones impiden una buena
gestión del agua y son los principales
responsables de los abusos del agua, como
los más de 500.000 pozos ilegales”.
Trasvase Guadiana-Doñana
(Andalucía), en proyecto
La Junta de Andalucía
promueve el trasvase de agua del Guadiana
a Doñana, apoyando un desarrollo insostenible
de la provincia de Huelva, tanto en lo que
se refiere al urbanismo en los núcleos
costeros, como a la transformación
de más de 25.000 hectáreas de
montes y cultivos de secano hacia nuevos regadíos.
En mayo de 2007, la Agencia Andaluza del Agua
solicitó al Ministerio de Medio Ambiente
un trasvase de 5 hm3 anuales para el riego
del fresón en Doñana. Ahora
mismo, un tercio de estos campos de fresón
ocupan ilegalmente montes públicos
y espacios protegidos y se abastecen de pozos
ilegales.
WWF/Adena critica que la
Junta de Andalucía ni siquiera haya
contemplado las alternativas de ahorro y reciclaje
que esta organización propuso hace
tres años como parte de la solución.
Guido Schmidt, Responsable del Programa de
Aguas de WWF/Adena, explica: “Se trata de
otro trasvase que beneficia a agricultores
ilegales y que es más caro que otras
alternativas de ahorro. La Junta de Andalucía
sigue sin apostar por la buena gestión
del agua en Huelva”, explica.
Las alternativas propuestas
por WWF/Adena suponen el ahorro de 10-13 hm3/año
con un coste de 18-25 millones de euros. Incluyen
las siguientes medidas: Modernización
de regadíos (4,5 hm3/año, con
un coste de 9 millones de Euro), promoción
de cultivos hidropónicos (2,8 hm3/año),
ahorro urbano (2,8 hm3, con un coste de 0,8
millones de Euro), mejora de redes urbanas
(0,8 hm3), reutilización de aguas depuradas
(4 hm3/año, con un coste de 8,3 millones
de euros) y revisión de regadíos
subvencionados (3,5 hm3/año).
Trasvase Tajo-Llanura Manchega
(Castilla-La Mancha), en construcción
La Junta de Castilla-La
Mancha y el Ministerio de Medio Ambiente son
los principales promotores del trasvase entre
el río Tajo y la Llanura Manchega,
con el objetivo de asegurar el abastecimiento
en esta última cuenca, fuertemente
sobreexplotada y con problemas de contaminación
en los acuíferos 23 y 24, donde los
niveles de nitratos ya superan en algunos
puntos los 50mg/l, límite establecido
por la legislación (Directiva 91/676,
Real Decreto 261/96).
WWF/Adena considera que
este trasvase afectará negativamente
al río Tajo en las provincias de Toledo
y Guadalajara y a Extremadura y Portugal.
Con la pérdida de caudal empeorará
la sequía en el Tajo Medio (ya hay
periodos del año en el que el cauce
se queda seco en La Sagra y en Talavera).
También afectará a la calidad
del agua, aumentando la contaminación
de los embalses aguas abajo de Toledo, que
ya están muy eutrofizados.
Para Alberto Fernández-Lop,
del programa de aguas de WWF/Adena: “Los responsables
políticos han entrado en una huida
hacia delante que se manifiesta en este trasvase.
En vez de apostar por una buena gestión
del agua, cerrar los más de 60.000
pozos ilegales y promover una agricultura
que no dependa del agua, la Junta de Castilla-La
Mancha sigue subvencionando al regadío
y construye costosas infraestructuras”. WWF/Adena
alerta también ante la posibilidad
de que este trasvase sea inviable por la falta
de agua en el Alto Tajo.
Artículo: Guido Schmidt