06
julio 2007 - Salta y Buenos Aires, Argentina
— Greenpeace denunció hoy que el gobierno
de Salta autorizó hoy el desmonte de
1.670 hectáreas dentro de una finca
ubicada en una zona declarada por Reserva
de Biosfera de las Yungas por la UNESCO, pese
a la firme oposición de la comunidad
de Orán.
Según informaron
a Greenpeace fuentes de la Secretaría
de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable
de la provincia de Salta, el gobierno salteño
autorizó a la firma Los Dos Ríos
S.A. a desmontar 1.670 hectáreas en
las finca Abra Grande y Abra Chica, cercana
a la ciudad de Orán, que tiene una
superficie de 26.000 hectáreas, de
las cuales cerca de 6.500 ya fueron desmontadas
en los últimos años para cultivos.
El inminente desmonte se
realizará en la selva de Yungas, en
un área que hace cinco años
fue declarada Reserva Mundial de Biosfera
por la UNESCO, a pedido de Salta y Jujuy.
Se trata de una zona de transición,
donde las propias provincias habían
propuesto realizar desarrollo forestal sustentable,
actividades educativas y ecoturismo, pero
no la conversión de un área
de bosque en un área de agricultura.
"La autorización
de este desmonte dentro de los límites
de la Reserva Mundial de la Biósfera
implica el incumplimiento por parte de nuestro
país de acuerdos internacionales, y
una grave amenaza para la rica biodiversidad
existente en la región, sostuvo Hernán
Giardini", coordinador de la campaña
de Bosques de Greenpeace.
Greenpeace señaló
que este desmonte se enmarca en una descontrolada
emisión de permisos de eliminación
de bosques nativos por parte de Salta, ya
que, tan sólo en los últimos
siete meses, la provincia convocó a
audiencias públicas para autorizar
desmontes por un total de 200.000 hectáreas,
lo que equivale a 10 veces la superficie de
la ciudad de Buenos Aires.
La posible autorización
del desmonte había generado una encendida
defensa de la comunidad de Orán en
favor de la biodiversidad de la región,
una audiencia pública realizada en
esa ciudad del norte de Salta.
De la audiencia participaron
más de 200 personas, entre ellas vecinos,
artistas, docentes y estudiantes, miembros
de Greenpeace y delegados de pueblos originarios
que habitan en la selva de Yungas, como la
Comunidad Kolla Tinkunaku y la comunidad Avá
Guaraní, quienes manifestaron fuertemente
su descontento. Además participaron
funcionarios de la Secretaría de Ambiente
y Desarrollo Sustentable de la Nación
y del Instituto Nacional contra la Discriminación,
la Xenofobia y el Racismo (INADI), quienes
también se opusieron al desmonte.
"La autorización
de un desmonte tan resistido como éste
demuestra que las audiencias públicas
son tan sólo un trámite, que
termina con las topadoras destruyendo todo",
afirmó Giardini.
"Claramente Salta está
aplicando una política de tierra arrasada.
Por eso necesitamos que de manera urgente
el Senado apruebe la Ley de Bosques",
afirmó Juan Carlos Villalonga, director
político de Greenpeace Argentina.
La Ley de Presupuestos Mínimos
para la Protección Ambiental de los
Bosques Nativos ya cuenta con media sanción
de la Cámara de Diputados y es impulsada
por organizaciones de todo el país,
entre ellas Greenpeace, la Asociación
Ecologista Piuké de Bariloche, el Taller
Ecologista de Rosario, la Fundación
Proteger de Santa Fe, la Fundación
M-Biguá de Entre Ríos, el Movimiento
Campesino de Santiago del Estero (MOCASE),
la Organización de Pueblos y Naciones
Indígenas en Argentina (ONPIA), la
Federación Agraria Argentina, la Federación
Argentina de la Industria Maderera y Afines
(FAIMA), la Fundación ProYungas, Fundapaz,
la Fundación Vida Silvestre Argentina
y la Fundación Ambiente y Recursos
Naturales (FARN).
La norma establece la moratoria
a los desmontes hasta tanto las provincias
realicen un ordenamiento territorial de los
bosques nativos para planificar de manera
participativa el uso sustentable de los mismos,
y prohíbe explícitamente el
otorgamiento de permisos de desmonte en zonas
tradicionalmente habitadas.
Los últimos datos
de Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de la Nación revelan que
nuestro país se encuentra en una verdadera
Emergencia Forestal: entre 1998 y 2002 desaparecieron
781.930 hectáreas, pero en los últimos
cuatro años, el proceso se acentuó
y los desmontes arrasaron con 1.108.669 hectáreas,
lo que equivale a 280.000 hectáreas
por año, o 821 hectáreas de
bosques por día, es decir, 34 hectáreas
por hora.
La mayor aceleración
a los desmontes se registra en la provincia
de Salta, donde la desaparición de
masa boscosa durante estos últimos
cuatro años alcanzó las 414.934
hectáreas. Esto implica que fue un
113,45% mayor que entre 1998 y 2002.