04
julio 2007 - Ciudad de México, México
— Jalisco, Nayarit, Veracruz y Campeche son
los estados con los destinos de playa más
contaminados. En particular, durante 2006
y los primeros cinco meses de 2007, las playas
Boca de Tomatlán, en Jalisco, y Sayulita,
La Cruz de Huanacaxtle y Playa Los Ayala,
en Nayarit, fueron las que infringieron en
más ocasiones el tope máximo
enterococos establecido por la Secretaría
de Salud.
Greenpeace ha elaborado
un ranking de playas sucias con la información
que posee (actualizada hasta mayo) la Comisión
Federal para la Protección contra Riesgos
Sanitarios (Cofepris), ya que la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)
no tiene datos actualizados.
Durante el 2006, Jalisco,
Nayarit, Veracruz y Campeche fueron los estados
con los destinos de playa más contaminados
en todo el país. Boca de Tomatlán
(Jal), José Martí (Ver), Sayulita
(Nay), La Cruz de Huanacaxtle (Nay), Yelapa
(Jal), Penacho del Indio (Ver), Mismaloya
(Jal), Regatas (Ver), Acapulquito (Camp) y
Cuale (Jal) fueron las más contaminadas
el año pasado, debido a que en más
de tres ocasiones presentaron altos niveles
de contaminación, de acuerdo con los
monitoreos de la Cofepris.
“Peor aún: los límites
máximos permisibles que utiliza la
Cofepris para declarar un riesgo sanitario
son muy laxos (500 enterococos por cada 100
ml). La Organización Mundial de la
Salud (OMS) considera que nadar en aguas de
mar con una concentración de apenas
137 enterococos equivale a tener contacto
con familiares enfermos, y que hacerlo en
aguas con 500 enterococos ya es un problema
de salud pública, pues al menos 25%
de las personas contraerá enfermedades
en la piel, 10% problemas gastrointestinales
y 4% enfermedades respiratorias agudas. Lo
grave es que, incluso con una norma tan permisiva,
los destinos de playa se exceden por mucho
y la población no lo sabe”, dijo Alejandro
Olivera, coordinador de la campaña
de océanos de Greenpeace.
Para la OMS, nadar en agua
de mar con concentraciones mayores a 1,000
enterococos entraña un riesgo de enfermedades
severas como paratifoidea o hepatitis infecciosa.
Estas concentraciones se pueden encontrar
en algunas playas mexicanas debido al vertido
directo de drenajes o al tratamiento deficiente
de aguas residuales.
Por ello, Greenpeace demanda:
1. Hacer obligatoria la mexicana para certificar
la calidad de las playas.
2. Ampliar el espectro de contaminantes analizados
y realizar muestreos con mayor frecuencia.
3. Poner en las playas banderas o letreros
que indiquen el riesgo sanitario.
4. Establecer partidas presupuestales especiales
para instalar plantas de tratamiento de aguas
residuales en todos los municipios con costa.
+ Más
El Rainbow Warrior llega
a Valencia para exigir medidas urgentes para
un Mediterráneo amenazado de muerte
El buque insignia de Greenpeace
recorrerá durante parte de julio aguas
españolas para denunciar y sensibilizar
sobre la situación de este mar
05 julio 2007 - España
— El buque insignia de Greenpeace, Rainbow
Warrior, llegará el 8 de julio a aguas
españolas para presentar la campaña
'Recuperemos el Mediterráneo'. La campaña
comenzará el día 9 en Valencia
y recorrerá distintos puntos de nuestro
litoral para alertar sobre la inminente necesidad
de recuperar un mar amenazado de muerte.
El Rainbow Warrior navegará por el
Mediterráneo español para denunciar
los problemas que enfrenta este mar, sensibilizar
e informar a los ciudadanos y exigir a los
gobiernos medidas efectivas de protección.
“Venimos con el Rainbow
Warrior a Valencia para pedir actuaciones
urgentes y efectivas que permitan recuperar
el Mediterráneo para la naturaleza
y los ciudadanos”, declara Juan López
de Uralde, Director Ejecutivo de Greenpeace
España.
Desde su creación,
Greenpeace ha tenido entre sus objetivos prioritarios
la protección de mares y océanos,
con especial atención al Mediterráneo.
Por ello, el Rainbow Warrior lleva más
de un año recorriendo las aguas de
Italia, Francia, Grecia, Libia, y diversos
países de Oriente Medio. Antes de venir
a nuestro país, el RW fue testigo del
saqueo de la pesquería del atún
rojo en el Mediterráneo libio, donde
pudo documentar cómo flota comunitaria
pescaba ilegalmente esta especie amenazada.
La última vez que
el RW estuvo en Valencia fue hace cuatro años
para denunciar la llegada a este puerto de
madera ilegal procedente de la destrucción
de los bosques tropicales africanos. En 2003,
el buque insignia de la organización
ecologista estuvo detenido 25 días
en el Puerto de Valencia y se le impuso una
multa de 300.000 euros. Finalmente tras una
campaña de apoyo ciudadano, fue puesto
en libertad y la multa reducida a 6.000 euros.
En 2006 Greenpeace quedó exonerada
del pago de esta multa.
Greenpeace está tratando
que el Rainbow Warrior atraque en el Puerto
de Valencia, pero por el momento las gestiones
con los actuales gestores de la parte pública
del puerto han resultado infructuosas.