Madrid,
16 de julio de 2007.- WWF/Adena exige que
la compañía naviera Iscomar
reflote el buque, hundido a 48 metros de profundidad
frente al puerto de Ibiza, con todas las garantías
para los ecosistemas marinos, una vez hayan
sido taponadas las fisuras. La corrosión
del casco podría causar, en un futuro,
episodios de contaminación de importancia
en el valioso ecosistema marino circundante
al puerto.
Se conocen varios casos,
alrededor del mundo, en el que un buque hundido
ha producido una contaminación continua
y prolongada al medio marino. Por ejemplo,
en 2002 se detectaron cientos de aves muertas
en el golfo de California por una mancha de
aceite de “origen misterioso”. Poco después
científicos estadounidenses descubrieron
un buque militar hundido en 1954 –el S.S.
Jacob Luckenbach- como fuente de la contaminación
continua y prolongada. Alrededor de otro buque
hundido en Carolina del Sur se han detectado
altos niveles de PCB y metales pesados en
especies que vivían cerca del pecio.
WWF/Adena recuerda que el
abandono del barco Don Pedro contravendría
las directrices de la OMI (Organización
Marítima Internacional, www.imo.org)
por las que se prohíbe el hundimiento
de barcos en el Mediterráneo. Además
esta organización, dependiente de la
ONU, tiene protocolos para la descontaminación
de los barcos hundidos y así evitar
el impacto de sus materiales contaminantes
a largo plazo.
El entorno marino de la
isla de Ibiza destaca por los valores ambientales
de su entorno marino en el Mediterráneo.
De hecho, el Parque Natural de Ses Salines
ha sido catalogado por la UE como Lugar de
Importancia Comunitaria (LIC) debido a la
presencia de amenazados delfines mulares,
tortugas bobas, pardela balear o praderas
de Posidonia. WWF/Adena señaló
este entorno entre los 75 paraísos
submarinos que es necesario proteger dentro
de una red de AMP.
“El Don Pedro no se puede
quedar olvidado en el fondo del mar, ya que
implicaría que la la acción
del mar abrirá en un futuro nuevas
grietas desalojando el combustible que todavía
queda en su interior”, declara José
Luis García Varas, responsable del
Programa Marino de WWF/Adena. “Además
la contaminación por metales pesados
por corrosión del casco y su carga,
supondrá un goteo continuo de contaminantes
muy dañinos para los organismos marinos”.
Una lenta y eterna amenaza para los importantes
hábitats y especies submarinos que
moran en aguas ibicencas.
Tras el desastre ecológico,
que podría haber tenido consecuencias
importantes si la carga total del buque llega
a ser liberada, WWF/Adena considera imprescindible
dotar a las Islas Baleares de medios humanos
y materiales anticontaminación adecuados
a su importancia ambiental y que hubiesen
minimizado los efectos de la crisis producida.
WWF/Adena destacó en 2002 las Islas
Baleareas como uno de los puntos negros con
mayor riesgo de mareas negras de España.
WWF/Adena considera que
“Iscamar tiene que hacer frente al delito
ecológico y económico que ha
supuesto el accidente para la isla de Ibiza.
La naviera no debe escatimar los recursos
económicos para garantizar, con la
máxima seguridad para los ecosistemas
marinos, el reflotamiento del buque a superficie
para su posterior desguace”, declara José
Luis García Varas. “Quien contamina
paga y restaura”, concluye esta organización.
Artículo: José Luis García
Varas