13 julio 2007 - Santiago,
Chile — Según el director ejecutivo
de la organización, Rodrigo Herrera,
“esta decisión de encargar un estudio
para autoinculparse
no aporta antecedentes nuevos y llega demasiado
tarde”. Organización insiste que en
este caso “ha faltado un pronunciamiento más
contundente del Estado para imponer sanciones
y dar garantías a la comunidad”.
El director ejecutivo de
Greenpeace, Rodrigo Herrera, afirmó
que el estudio de la Universidad Católica
de la Santísima Concepción,
encargado por Celco y en el que se reconoce
la responsabilidad de la empresa en la contaminación
de las aguas del río Mataquito, “no
aporta antecedentes nuevos y llega demasiado
tarde, puesto que la opinión pública
ya se había formado la convicción
de la responsabilidad de Celco”.
Herrera, además,
planteó que “la autoridad no ha ejercido
un liderazgo en este proceso. Por eso CELCO
tiene espacio para legitimar su estrategia
de autocierre y autofiscalización,
haciéndose la víctima ante los
diversos desastres que han generado en Valdivia,
Itata y Mataquito. Creemos que es responsabilidad
del Gobierno el velar por el cumplimiento
de las medidas tomadas, el cuidado del medio
ambiente y los impactos a la economía
local”. Más allá de que la SEREMI
de Salud del Maule, Sra Sofía Ruz,
dio a conocer los resultados del primero de
los seis sumarios abiertos en contra de la
planta de celulosa Licancel en el que se sanciona
a la empresa Celulosa Arauco con el pago de
la máxima multa establecida por el
código sanitario, correspondiente a
mil UTM, unos 32 millones de pesos, y además
mantiene la prohibición de funcionamiento
por un plazo de 60 días hábiles,
hasta que la empresa obtenga informe favorable
de la autoridad sanitaria, el hecho en si
mismo amerita que el gobierno fortalezca la
fiscalización para que no se produzcan
más hechos de esta naturaleza.
Según Herrera, “CELCO
ha tratado de resolver comunicacionalmente
sus problemas ambientales, pero sin medidas
de fondo. Basta con decir que la planta de
Licancel es la tercera en la que se encuentran
ductos ilegales. Es por eso que Celco tiene
hoy problemas serios de credibilidad que sólo
se agudizan con estas medidas torpes”.
Samuel Leiva, Coordinador
de campaña de Greenpeace señalo
que “poco creible es que una empresa que ha
tenido decenas de problemas ambientales y
que sólo debido a las presiones de
la sociedad ha tratado de dar soluciones sea
la llamada a fiscalizarse a sí misma.
Esto no hace más que afirmar que ellos
pueden cambiar sus prácticas y mejorar
sus procesos a unos que den reales garantías
a la población”.
Leiva además agrego
“que las multas desde la autoridad no solucionan
en nada los pesares que los habitantes de
la Pesca e Iloca están sufriendo, debido
a la prohibición de pesca y venta de
productos marinos. Evitar justamente eso es
lo que debería ser prioridad del gobierno
y la empresa”.
Samuel Leiva, Coordinador de Campañas