14 agosto 2007 - Orán,
Salta, Argentina — Más de mil chicos
de diferentes escuelas de Orán, junto
a artistas y ambientalistas, se manifestaron
contra el inminente
desmonte de 1.670 hectáreas de selva
de Yungas en una finca ubicada en una zona
declarada Reserva Mundial de Biosfera por
la UNESCO y pidieron por la Ley de Bosques,
que continúa demorada en el Senado
Nacional.
Más de mil chicos
de varias escuelas se congregaron en la plaza
principal de la ciudad de Orán llevando
carteles y disfrazados de animales y árboles
de la selva para protestar contra el inminente
desmonte de 1670 hectáreas de Yungas
en las finca Abra Grande y Abra Chica, cercana
a la ciudad salteña.
La jornada se denominó
"Preservando pulmones nativos" y
fue organizada por la Juventud de la Central
de Trabajadores Argentinos (CTA), Artistas
Autoconvocados de Orán, la Asamblea
Ambientalista de Orán y siete escuelas
primarias de la zona.
En el encuentro se realizaron
números artísticos y se reclamó
la urgente sanción de la Ley de Bosques,
que se encuentra demorada en el Senado Nacional.
La finca, que tiene una
superficie de 26.000 hectáreas de las
cuales cerca de 6.500 ya fueron desmontadas
en los últimos años para cultivos,
es propiedad de la firma Los Dos Ríos
S.A., recientemente recibió del gobierno
salteño la autorización de un
nuevo desmonte en la selva de Yungas, en un
área que hace cinco años fue
declarada Reserva Mundial de Biófera
por la UNESCO, a pedido de Salta y Jujuy.
Se trata de una zona de
transición, donde las propias provincias
habían propuesto realizar desarrollo
forestal sustentable, actividades educativas
y ecoturismo, pero no la conversión
de un área de bosque en un área
de agricultura.
La posible autorización
del desmonte había generado una encendida
defensa de la comunidad de Orán en
favor de la biodiversidad de la región,
durante una audiencia pública realizada
en esa ciudad del norte de Salta.
De la audiencia participaron
más de 200 personas, entre ellas vecinos,
artistas, docentes y estudiantes, miembros
de Greenpeace y delegados de pueblos originarios
que habitan en la selva de Yungas, como la
Comunidad Kolla Tinkunaku y la comunidad Avá
Guaraní, quienes manifestaron fuertemente
su descontento.
Además participaron
funcionarios de la Secretaría deAmbiente
y Desarrollo Sustentable de la Nación
y del Instituto Nacional contra la Discriminación,
la Xenofobia y el Racismo (INADI), quienes
también se opusieron al desmonte.
"La autorización
de este desmonte dentro de los límites
de la Reserva Mundial de la Biósfera
implica el incumplimiento por parte de nuestro
país de acuerdos internacionales, y
una grave amenaza para la rica biodiversidad
existente en la región. Por eso resulta
imprescindible que el Senado de la Nación
deje de demorar y apruebe de manera urgente
la Ley de Bosques", sostuvo Hernán
Giardini, coordinador de la campaña
de Bosques de Greenpeace.
La norma, que ya cuenta
con media sanción de Diputados, establece
la moratoria a los desmontes hasta tanto las
provincias realicen un ordenamiento territorial
de los bosques nativos para planificar de
manera participativa el uso sustentable de
los mismos; y prohíbe explícitamente
el otorgamiento de permisos de desmonte en
zonas tradicionalmente habitadas.
"Como los senadores
se niegan a votar la Ley de Bosques, llamamos
a todos a sumarse a nuestra campaña.
Buscamos sumar 1 millón de votos para
demostrarles que somos muchos los argentinos
que queremos salvar a nuestros últimos
bosques nativos", afirmó Giardini.
Los "votos" se
recolectarán a través de un
formulario, ubicado dentro de la página
web de Greenpeace, al que se puede acceder
haciendo click aquí.
Los últimos datos
de Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de la Nación revelan que
nuestro país se encuentra en una verdadera
Emergencia Forestal: entre 1998 y 2002 desaparecieron
781.930 hectáreas pero en los últimos
cuatro años, el proceso se acentuó
y los desmontes arrasaron con 1.108.669 hectáreas,
lo que equivale a 280.000 hectáreas
por año, 821 hectáreas de bosques
por día, es decir, 34 hectáreas
por hora.
La mayor aceleración
a los desmontes se registra en la provincia
de Salta, donde la desaparición de
masa boscosa durante estos últimos
cuatro años alcanzó las 414.934
hectáreas.
Esto implica que fue un
113,45% mayor que entre 1998 y 2002.