24
agosto 2007 - Reykjavik, Islandia — En un
claro revés para la industria ballenera
internacional, el Ministro de Pesca de Islandia
anunció que no autorizará nuevos
cupos para la caza comercial de ballenas.
El año pasado este
país había retomado esta práctica
permitiendo la caza de 30 ballenas Minke y
9 ballenas de Aleta. Pero debido a que el
mercado interno es prácticamente inexistente
y que en Japón continúa el temor
de contaminación de la carne del Atlántico
Norte, la cacería fue un desastre.
Los balleneros islandeses sólo mataron
7 ballenas Minke y 7 ballenas de aleta, luego
de no haber hecho públicos los resultados
de las investigaciones sobre contaminación
en la carne y no haber podido convencer a
nadie de comprar su producto.
Según declaraciones
del Ministro islandés a Reuters, “la
industria ballenera, como cualquier otra,
tiene que obedecer al mercado. Si no hay rentabilidad,
no existen fundamentos para retomar la matanza
de ballenas”.
El ministro aclaró
también que no autorizarán nuevos
cupos hasta que las condiciones del mercado
de carne de ballena mejore y los permisos
de exportación de productos de ballena
a Japón estén asegurados.
Un detalle que el ministro
no aclaró es que tampoco hay un mercado
para la carne de ballena en Japón.
Este país está teniendo problemas
tratando de vender los miles de toneladas
de carne de ballena que ya tienen almacenadas
producto de su “cacería científica”
en el Pacífico Sur.
Si bien la declaración
del ministro es insuficiente para declarar
un fin definitivo a la caza de ballenas de
su país, es inverosímil que
las condiciones de mercado para la carne de
la ballena vayan a mejorar, y aún más
inverosímil que Japón comprará
la carne.
Islandia aún conduce
una caza “científica” de ballenas Minke,
como parte de un programa de 2 años
para buscar 200 ballenas, comenzado en 2003.
A pesar de que ya pasaron cuatro años
del inicio del plan aún restan cazar
seis ballenas para finalizarlo.
Mientras que el ministro islandés está
reconociendo la inexistencia de un mercado
para la carne de la caza comercial, también
puso a la luz que no hay razón científica
legítima que avale la matanza de ballenas.
El comité científico de la Comisión
Ballenera Internacional repasó el programa
“científico” de Islandia, y decidió
no apoyarlo. Expertos de todo el mundo han
demostrado alternativas viables a la investigación
mortal que hace innecesaria la muerte de las
ballenas.
La caza “científica” de ballenas científica
es simplemente un atajo para la caza comercial.
Frente a la ausencia de un argumento comercial
o científico válido, Islandia
debe anunciar urgentemente el fin de la cacería
de ballenas.