Madrid,
28 de agosto de 2007.- Asamblea de Cooperación
por la Paz, Ecologistas en Acción,
Fundación IPADE y WWF/Adena organizan
los próximos días 1 y 2 de septiembre
en Madrid el encuentro previo de las ONG a
la 8º Conferencia de Naciones Unidas
contra la Desertificación.
Calendario completo de actividades
Con motivo de la celebración
en Madrid del 3 al 14 de septiembre de la
8º Conferencia de Naciones Unidas contra
la Desertificación, la Asamblea de
Cooperación por la Paz, Ecologistas
en Acción, Fundación IPADE y
WWF/Adena están organizando la celebración
en el Palacio de Congresos de Madrid de un
encuentro de representantes de ONG de todo
el mundo para debatir la situación
de la desertificación y las medidas
que las diferentes administraciones deberían
adoptar para frenar el proceso de desertificación.
Además, acordarán las reivindicaciones
y posiciones que defenderán durante
la celebración de la 8º Conferencia
de Naciones Unidas contra la desertificación.
La desertificación
está directamente relacionada con la
actividad humana y se produce porque los ecosistemas
de las zonas áridas, semiáridas
y subhúmedas secas, que cubren una
tercera parte del total del planeta, son extremadamente
vulnerables a un uso inapropiado de los recursos
naturales.
La sobreexplotación
de los recursos hídricos, la agricultura
intensiva, el sobrepastoreo, la construcción
de infraestructuras, la expansión urbanística
y los incendios forestales resultan en gran
medida responsables de que la desertificación
y la sequía afecten a una quinta parte
de la población mundial.
Las devastadoras consecuencias
ambientales y socioeconómicas de la
desertificación pueden verse y sentirse
en todo el mundo. Aproximadamente 3.600 millones
de las 5.200 millones de hectáreas
de las tierras áridas o semiáridas
utilizadas para la agricultura han sufrido
erosión y degradación de suelo.
La capa superficial del suelo se forma muy
lentamente, pero puede ser destruida a una
velocidad 16 veces superior de lo que tarda
en recuperarse. Al destruirse la capa superficial
del suelo, se pierde el sustento de la población.
Asimismo, existe una relación
inevitable entre desertificación y
pobreza. Tal y como reconoce el informe de
la Evaluación de los Ecosistemas del
Milenio difundido el año pasado: "la
desertificación es potencialmente el
cambio en los ecosistemas más amenazante
que impacta sobre los medios de subsistencia
de los pobres".
Por ello, y para revertir
esta tendencia y fomentar un uso del territorio
compatible con la conservación del
medio ambiente, las cuatro organizaciones
consideran necesario un profundo cambio en
las políticas vinculadas con la desertificación
que frene el actual proceso de degradación
a nivel global.
Artículo: Lourdes -Hernández