Madrid, 3 de septiembre
de 2007.- Los gobiernos que han negociado
en Viena un nuevo acuerdo de lucha contra
el cambio climático aceptan con resistencia
la necesidad de reducción de emisiones
para el año 2020 en un intervalo que
va del 25 al 40% respecto a los niveles de
11000, tal como indican los últimos
informes científicos. La cifra final
de reducción tiene que adoptarse oficialmente
en Bali.
La reunión de Viena
se diseñó con el fin de preparar
la conferencia ministerial de la ONU sobre
cambio climático, que tendrá
lugar en Bali el próximo diciembre.
Los cien países que se reunían
en la capital austriaca debían acordar
el nivel de las reducciones de emisiones por
parte de los países industrializados.
Los objetivos actuales de
reducciones, acordados bajo el Protocolo de
Kioto, expiran en 2012. En Bali, los ministros
de medio ambiente deben dar oficialmente la
salida a las negociaciones que concluirán,
en 2009, con un acuerdo vinculante sobre mayores
reducciones de emisiones de gases de efecto
invernadero.
Hans Verolme, Director de
la Campaña Internacional de Cambio
Climático de WWF/Adena, apuntó:
“En la próxima cumbre de Naciones Unidas
en Nueva York, el 24 de diciembre, Los presidentes
y primeros ministros deben dar el primer impulso
formal a las negociaciones de reducción
de emisiones”, añadió Verolme.
“La ONU constituye el lugar adecuado para
que los países acuerden estrategias
conjuntas para enfrentarse al cambio climático”.
Los ciudadanos de Australia,
Canadá, Corea del Sur, Japón,
Nueva Zelanda y Suiza deberán presionar
a sus gobiernos, pues estos son los países
que pusieron trabas al progreso de la reunión
de Viena.
Mar Asunción, Responsable
del Programa de Cambio Climático de
WWF/Adena, señaló: “En 2007
hemos presenciado la movilización de
los ciudadanos en pro de acciones políticas
contra el cambio climático. Los políticos
inteligentes deben traducir esta fuerte reivindicación
pública por un futuro limpio y seguro
en acciones inmediatas”.
Artículo: Mar Asunción
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Cibercampaña de WWF/Adena
para pedir el fin del envenenamiento en Castilla-León
Madrid, 6 de septiembre
de 2007.- Los grupos ecologistas vienen pidiendo
reiteradamente la retirada del veneno con
el que se han sembrado sin medida las zonas
agrícolas de Castilla y León,
pretendidamente, para luchar contra la plaga
de topillo. Esta medida, que los científicos
consideran inútil para luchar contra
la explosión demográfica de
los roedores, origina graves consecuencias
ambientales y supone un riesgo para la salud
humana. Ante la falta de respuesta de las
autoridades autonómicas, WWF/Adena
lanza hoy una cibercampaña para que
los ciudadanos pidan al presidente de Castilla
y León que detenga el envenenamiento
de la naturaleza.
Las explosiones demográficas
de los roedores constituyen fenómenos
cíclicos naturales, que pueden ser
potenciados por condiciones meteorológicas
especiales y por los cambios de usos del suelo
(especialmente por nuevos modos agrícolas,
como la explosión de los regadíos),
así como por la mala conservación
y cuidado de las poblaciones de especies que
predan sobre los topillos.
Por otra parte, WWF/Adena
considera que el uso del veneno no soluciona
el problema de los agricultores. La inutilidad
del envenenamiento se hizo patente a primeros
de año, cuando la aplicación
del veneno no controló la plaga, pero
sí mató a miles de palomas y
otras aves granívoras. También
se vieron afectadas distintas especies de
aves rapaces que son, precisamente, las que
contribuyen a controlar las poblaciones de
roedores.
Además, el uso masivo
y continuado de veneno es ilegal a causa del
grave impacto que produce en el medio ambiente.
No debe olvidarse que el veneno constituye
la principal causa de mortalidad de muchas
especies amenazadas y protegidas, por lo que
se ha puesto en marcha una estrategia nacional
de lucha contra los cebos envenenados que
las comunidades autónomas deben desarrollar
en sus territorios. Por todo ello, el gobierno
castellano-leonés debería unirse
a esta lucha contra la lacra del veneno, en
lugar de fomentar su utilización. Sin
embargo, la Junta está permitiendo
que el veneno se siembre sin control, colocándolo
incluso en espacios protegidos por la Unión
Europea y afectando a especies protegidas.
No se descarta tampoco el posible riesgo sanitario
para las personas.
Ante esta situación,
WWF/Adena pide ayuda a los ciudadanos para
solicitar al Presidente de Castilla y León
que detenga de inmediato el envenenamiento
de sus campos, la matanza indiscriminada de
especies protegidas y el riesgo para la salud
humana. Para ello ha puesto en su página
web (www.wwf.es) a disposición de todos
los interesados una cibercampaña, mediante
la cual todos pueden enviar una carta al Presidente
de Castilla y León.
Artículo: Luis Suárez