13 septiembre 2007 - España
— Amnistía Internacional, Greenpeace
e Intermón Oxfam han entregado hoy
a los miembros de la Comisión de Defensa
del Congreso de los Diputados
y a otros parlamentarios, 50 kits de “vuelta
al cole” con el material necesario para aprobar
la asignatura que suspendieron en junio: la
tramitación de una ley sobre comercio
de armas que ponga fin a la falta de control
de las exportaciones españolas.
Los diputados tienen tan
sólo cien días para aprobar
una ley que las organizaciones sociales y
la ciudadanía llevan pidiendo diez
años.
Durante el acto de entrega
de los kits, las organizaciones han pedido
a los grupos parlamentarios -en especial al
Socialista, que ostenta la presidencia de
la Comisión de Defensa y es el grupo
mayoritario en ella- que se reúnan
en menos de 15 días para desbloquear
y agilizar al máximo el trámite
de la ley, de forma que pueda aprobarse antes
del final del curso parlamentario, previsto
para diciembre.
“La aprobación de
esta ley tiene que ser una cuestión
de urgencia porque cada minuto muere en el
mundo una persona víctima de la falta
de descontrol en el comercio de armas, y mientras
España siga sin tener una ley que garantice
la transparencia de este comercio, seguirá
siendo parte del problema, y no de la solución”,
explica Ariane Arpa, directora general de
Intermón Oxfam.
Amnistía Internacional,
Greenpeace e Intermón Oxfam han denunciado
en numerosas ocasiones que con la regulación
y las prácticas actuales es imposible
saber qué se está vendiendo
y a quién, y, además, se está
permitiendo vender armas a países que
violan gravemente los derechos humanos, que
sufren conflictos o que están sumidos
en la pobreza.
Es el caso de las exportaciones
a Israel, Marruecos, Pakistán, Colombia
y China, entre otros. Con estas ventas no
se está cumpliendo estrictamente los
compromisos adquiridos por España al
adherirse al Código de Conducta de
la Unión Europea. Según los
últimos datos oficiales, España
vendió el pasado año en material
de defensa más de 845 millones de euros,
lo que le sitúa en el octavo puesto
entre los mayores exportadores de armas del
mundo.
“El principal problema es
que, con el proyecto de ley que tienen los
diputados sobre la mesa, seguiremos teniendo
un comercio de armas oscurantista, porque
no se regula la obligación de dar detalles
sobre cada producto que se exporta, algo que
sí hace, por ejemplo, EEUU, el principal
vendedor de armas del mundo. Si no mejora
el proyecto durante el trámite parlamentario,
no podremos saber si se están vendiendo
bombas o esposas para uso policial a países
como Marruecos o Guatemala. Esto nos hace
pensar si hay algo que se quiera ocultar”,
explica Juan López de Uralde, de Greenpeace.
“El propio Congreso decidió
por unanimidad en diciembre de 2005, en una
proposición no de ley, que hay que
aprobar una legislación que regule
el comercio de armas. Por eso, estamos haciendo
un llamamiento a la coherencia y responsabilidad
de todos los grupos políticos para
cumplir con sus propios compromisos. Esta
petición ha sido respaldada, además,
por cientos de miles de ciudadanos en los
diez años que llevamos reclamando la
ley desde las ONG”, afirma Esteban Beltrán,
director de Amnistía Internacional
España.
Algunos datos sobre el comercio
español de armas en 2006
España vendió 441.000 euros
en material de defensa a Israel, un millón
de euros a Pakistán, más de
16 millones de euros a Marruecos, y más
de 3 millones de euros a Venezuela. El informe
oficial explica que España ha vendido
a estos países productos de distinto
tipo entre los que figuran aquellos de la
categoría 4 “bombas, torpedos, cohetes
y misiles”. Sin embargo, no se conoce con
precisión qué se exporta y en
qué cantidad.
En el caso de Marruecos,
se ofrece información solamente sobre
la mitad de las ventas, de las que se dice
que son “vehículos todo terreno para
transporte”. No se añade más
información sobre el resto de los productos
exportados.
En relación con las
ventas de material y tecnologías de
doble uso, entre los destinatarios figuran
países como Irán, Colombia,
China o Israel. Una vez más, la falta
de detalle en algunas de estas operaciones
no permite saber qué se ha vendido
exactamente.
También son preocupantes
las ventas de material policial a las fuerzas
policiales de Marruecos (más de 90.000
euros) y Guatemala (más de 827.000
mil euros). En ambos países, los abusos
por parte de estos cuerpos de seguridad están
ampliamente documentados por diversas organizaciones
de derechos humanos. Además, la falta
de información detallada sobre el material
exportado no permite saber si lo que se ha
vendido son “armas de fuego, bombas, granadas,
dispositivos restrictivos del movimiento de
los seres humanos o vehículos blindados”,
entre otros posibles.
España vendió
munición a Ghana por valor de 3,2 millones
de euros. Estas ventas no han estado sujetas
a ningún control por parte del Gobierno,
y por lo tanto no quedan reflejadas en las
estadísticas oficiales, y no se conoce
su detalle y su posible impacto negativo,
así como el riesgo de tráfico
ilícito de esas armas a países
vecinos, algunos de ellos inmersos en situaciones
de conflicto o posconflicto armado.
Nota:
El informe “Comercio de armas en España:
una ley con agujeros”, elaborado por las tres
organizaciones y publicado en febrero, muestra
que otros países, como EE.UU y Alemania,
ofrecen mucha más información
sobre qué exportan y a quién.