Amigos de la
Tierra y Greenpeace felicitan al Parlamento
de Baleares por declarar las Islas como libres
de transgênicos
10 octubre 2007 - Baleares,
España — El Parlamento de Baleares
aprobó ayer martes una Proposición
no de Ley para declarar las Islas como “territorio
libre de cultivos transgénicos”. Amigos
de la Tierra y Greenpeace celebran esta decisión,
adoptada tras una intensa campaña desarrollada
por la Plataforma “Mallorca Lliure de Transgènics”
[1] y manifiestan su satisfacción por
una decisión que supone un gran paso
en defensa de la biodiversidad, una mejora
de la seguridad alimentaria y una mayor protección
de la agricultura de las Islas Baleares.
“Expresamos hoy una profunda
satisfacción pues vemos más
cercano el deseo de una mayoría social
que, consciente de los peligros de estos cultivos
manipulados genéticamente, quiere vivir
en un mundo sin transgénicos”, ha declarado
Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña
contra los transgénicos de Greenpeace.
“Este pequeño paso es muy importante
en el largo camino hasta que nadie se atreva
a utilizar a la naturaleza y a los ciudadanos
en un gigantesco experimento genético”,
ha añadido.
Con anterioridad a esta
decisión, los Consejos Insulares de
Mallorca y Menorca ya habían tomado
la iniciativa de declararse “libres de transgénicos”,
dentro de la campaña promovida por
numerosas entidades sociales y ecologistas.
En el resto del Estado, las Comunidades Autónomas
de Asturias y el País Vasco, además
de un gran número de municipios como
Albacete o Palencia también han apostado
por aplicar el principio de precaución
para proteger su medio ambiente y la salud
de sus ciudadanos y declararse libres de transgénicos.
Desde Greenpeace y Amigos
de la Tierra nos vemos obligados a recordar
que la situación de los transgénicos
en España sigue siendo extremadamente
preocupante. La falta de transparencia, la
inexistente trazabilidad, la imposibilidad
de un etiquetado correcto, el descontrol de
los cultivos experimentales, las decenas de
nuevas variedades aprobadas, el aumento de
superficie con respecto a la campaña
pasada son algunos de los hechos que demuestran
que en España se siguen priorizando
los intereses de las grandes empresas del
sector.
“Recordemos que, ante la
agresión sin precedentes que suponen
estos peligrosos cultivos, son ya 175 las
regiones y más de 4500 los municipios
de toda la Unión Europea que se han
declarado libres de transgénicos, lanzando
así un claro mensaje a una Comisión
Europea que sigue anteponiendo los intereses
de las multinacionales a los de los ciudadanos
y del medio ambiente” afirma David Sánchez,
responsable del Área de Agricultura
de Amigos de la Tierra.
Amigos de la Tierra y Greenpeace
se suman a las demandas de la Plataforma “Mallorca
Lliure de Transgènics” de que la Conselleria
de Agricultura tome ahora las medidas oportunas
para erradicar los cultivos transgénicos
existentes y hacer un seguimiento efectivo
para que la decisión adoptada por el
Parlamento no quede simplemente en una declaración
de intenciones.
[1] La campaña “Mallorca
lliure de transgènics” está
apoyada por: Amics de la Terra; Càritas;
Cooperativa Agrohorizontal; Fundación
Deixalles; Gob; Grup d’Agricultura Ecològica;
La Defensa; Observatori de Salut i Seguretat
Ambiental; Reas Balears; S’Altra Senalla;
Unió de Pagesos
+ Más
Greenpeace propone reforzar
el apoyo a la energía solar fotovoltaica
para que continúe su rápido
crecimiento
El Gobierno pretende limitar
la potencia total que se pueda instalar en
España a 1200 MW en 2010, cuando Alemania
ya tenía más de 2500 MW en 2006
11 octubre 2007 - España
— Greenpeace ha propuesto reforzar el actual
sistema de apoyo a la energía solar
fotovoltaica, para que ésta continúe
con el rápido crecimiento que está
experimentando en nuestro país. La
propuesta de Greenpeace se centra en dos ejes:
eliminar límites que supongan un freno
a la contribución que esta tecnología
pueda aportar para que el 50% de la electricidad
que se consuma en España en 2020 sea
renovable, y establecer unas tarifas predecibles
en el tiempo que aseguren la rentabilidad
de las inversiones.
La organización ecologista
valora como un éxito el hecho de que
la potencia solar fotovoltaica instalada en
España ya haya superado los objetivos
que el Gobierno marcó para 2010, lo
cual demuestra la madurez y eficacia de este
sector y lo acertado del marco de apoyo vigente,
aunque también es una prueba de lo
tímidos que eran los objetivos oficiales,
como ya denunció Greenpeace. De todas
formas, España aún está
lejos de alcanzar a Alemania, cuya potencia
solar instalada era ya de 2.530 MW en 2006,
es decir, más del doble de los 1.200
MW que ahora propone el Gobierno español
para 2010.
“¿Hasta cuándo
tendrá que ir España por detrás
de Alemania en energía solar, cuando
el sol abundante está aquí y
no allí?”, ha declarado José
Luis García Ortega, responsable de
la campaña de Energía de Greenpeace.
“Lo que hay que hacer es seguir impulsando
esta energía limpia, y poner objetivos
mucho más ambiciosos para 2020”.
Greenpeace ha presentado
ante la Comisión Nacional de Energía
sus alegaciones al Decreto propuesto por el
Ministerio de Industria, que limitaría
la potencia total instalada de fotovoltaica
a 1.200 MW para 2010. El decreto de Industria
obligaría a las plantas solares, además,
a cerrar a los 25 años de funcionamiento,
al bajarles la tarifa a cero a partir de entonces.
Greenpeace pide que se eliminen
los objetivos propuestos, no sólo por
resultar insuficientes para la capacidad previsible
del sector fotovoltaico, sino por las incertidumbres
que pueden inducir. La fijación de
objetivos debería realizarse en el
contexto del Plan de Energías Renovables
2011-2020, que debe elaborarse el año
que viene, y ante el cual Greenpeace propone
un objetivo del 50% de energías renovables
para la producción de electricidad.
Otro elemento clave de la
propuesta de Greenpeace consiste en establecer
unas tarifas predecibles, con un sistema que
pueda permanecer en el tiempo independientemente
de los objetivos que se establezcan en cada
momento. La propuesta consiste en establecer
una tarifa única para toda la fotovoltaica,
que dependa de manera continua de la potencia
instalada, disminuyendo lineal y suavemente
según aumente la potencia, con un diferencial
favorable para las instalaciones en edificios.
Según los informes
de Greenpeace “Renovables 2050” y “Renovables
100%”, la energía solar fotovoltaica
en edificios podría producir en la
España peninsular el doble de la electricidad
demandada en 2050 y los parques solares en
suelo hasta cinco veces. El coste de la electricidad
solar se habría reducido para entonces
en un 80%. El papel de la fotovoltaica ha
de ser fundamentalmente el de aportar una
generación distribuida cercana a los
puntos de consumo, por lo que estos informes
recomiendan aprovecharla como parte de un
sistema de generación eléctrica
100% renovable.