Destacan el pingüino
de Hümboldt, la rana chilena, la trucha
criolla, la trucha negra, la carmelita de concepción
y la ranita de Darwin, además de especies
de flora como la garra
de león, el belloto del sur y del norte,
la araucaria, el alerce, la palma chilena, el
guayacán, el ciprés de la cordillera
y la llareta.
(Santiago, 29 de noviembre de 2007) La Ministra
del Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, informó
que el Consejo Directivo de Conama aprobó
por unanimidad la clasificación de 131
especies de flora y fauna silvestre amenazadas,
"lo cual contribuirá a evitar su
extinción, permitiendo priorizar recursos
y esfuerzos en aquellas especies que presentan
mayores problemas", precisó.
Según la Secretaria
de Estado, "dentro de las especies incluidas
en los listados que integran el segundo y tercer
proceso de clasificación aprobados por
el Consejo Directivo, destacan el pingüino
de Hümboldt, la rana chilena, la trucha
criolla, la trucha negra, la carmelita de concepción
y la ranita de Darwin, además de especies
de flora como la garra de león, el belloto
del sur y del norte, la araucaria, el alerce,
la palma chilena, el guayacán, el ciprés
de la cordillera y la llareta, por citar algunos".
Respecto a los beneficios de esta clasificación
para Chile, la Ministra Uriarte sostuvo que
"su gran valor radica en su repercusión
en tratados internacionales, en las evaluaciones
y declaraciones de impacto ambiental, en las
regulaciones territoriales y de la explotación
de cada una de las especies involucradas, además
de su incorporación en programas de educación
y financiamiento de investigaciones".
Reglamento de Clasificación
de Especies
El Reglamento para la Clasificación de
Especies Silvestres (D.S. Nº 75/ 2005),
establece un procedimiento para identificar
aquellas plantas y animales que presentan problemas
de conservación y que habitan en el país
en estado natural. Las categorías definidas
para su clasificación son: extinta, en
peligro de extinción, vulnerable, rara,
insuficientemente conocida y fuera de peligro.
Este Reglamento, junto a otras
iniciativas, forma parte de los compromisos
adquiridos por el Gobierno en la Estrategia
Nacional de Biodiversidad, en su objetivo de
asegurar poblaciones viables de fauna y flora
en su entorno natural.
El Comité de Clasificación
de Especies está conformado por 12 miembros:
El Director Ejecutivo de CONAMA - quien la preside
-, un experto de la Corporación Nacional
Forestal (CONAF), uno del Servicio Agrícola
y Ganadero (SAG), uno del Servicio Nacional
de Pesca (SERNAPESCA), uno de la Subsecretaría
de Pesca (SUBPESCA), y uno del Museo Nacional
de Historia Natural, además de tres expertos
de la Academia Chilena de Ciencias y tres del
Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas.
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Certifican ambientalmente
a siete establecimientos educacionales
La Región de Atacama cuenta en total
con 21 escuelas certificadas.
(29/noviembre/2007).- Un total de siete establecimientos
educacionales de la Región de Atacama
fueron certificados por el Comité Regional
de Certificacion Ambiental de Establecimientos
Educacionales, instancia integrada por la Secretaria
Regional Ministerial de Educacion, la Dirección
Regional de la Comisión Nacional del
Medio Ambiente (CONAMA), la dirección
Regional de la Corporación Nacional Forestal
(CONAF), UNESCO, Capítulo Regional de
la Asociación Chilena de Municipalidades
y el Consejo Consultivo de la COREMA Atacama.
Los establecimientos certificados
fueron la escuela Bernardo O’Higgins de Copiapó,
la Escuela Isabel Peña Morales de Copiapó,
el Liceo Técnico Profesional Héroes
de Atacama de Copiapó, la Escuela de
Lenguaje Creponia de Diego de Almagro, la Escuela
Especial Rosita Azul de El Salvador, la Escuela
Villa Las Playas de Caldera y Escuela Emilia
Swaber de Freirina.
El director regional de CONAMA;
Osvaldo Avila, señaló que el Sistema
Nacional de Certificación Ambiental de
Establecimientos Educacionales (SNACE), es una
plataforma de intervención conjunta entre
las instituciones señaladas, a través
del cual se están desarrollando líneas
de acción complementarias para fortalecer
la educación ambiental, el cuidado y
protección del medio ambiente y la generación
de redes asociativas para la gestión
ambiental local.
Agregó que a través
del SNCAE se establecen estándares ambientales
para medir la presencia del componente ambiental
en tres ámbitos del quehacer educativo:
pedagógico, gestión escolar y
relaciones con el entorno.
"Para nosotros es fundamental
formar ciudadanos ambientalmente responsables
con nuevos valores, conductas y actitudes en
sus relaciones con el entorno. Estos son los
nuevos cimientos para una educación ambiental
contextualizada cultural y territorialmente,
la que contribuirá al mejoramiento de
la calidad de vida y de la educación.",
expresó.
El proceso de certificación
ambiental se inicia con la decisión del
establecimiento de someterse voluntariamente
al SNCAE y el primer paso es constituir un comité
de gestión ambiental, el que deberá
realizar una declaración de compromiso,
solicitando su ingreso al sistema y explicitando
su decisión de asumir las nuevas responsabilidades.
Cuando la postulación
es aprobada por el Comité Regional de
Certificación Ambiental, comienza el
verdadero trabajo del comité de gestión
ambiental, el cual tendrá que realizar
un diagnóstico ambiental (línea
de base de la realidad de su establecimiento
en los tres ámbitos de certificación)
y, a partir de éste, desarrollar el plan
de acción, y ejecutar la primera etapa
del plan.
Una vez finalizada la ejecución
y el desarrollo de la primera etapa del plan,
se procede a presentar el informe de gestión
respectivo al Comité Regional de Certificación
para llegar al momento cumbre del proceso con
la resolución que otorga la certificación
ambiental solicitada por el establecimiento.
Esta certificación
oficial tiene dos años de vigencia, período
durante el cual el establecimiento profundiza
el desarrollo de su plan de acción, poniendo
en práctica las propuestas contenidas
en los documentos que motivaron su certificación.
En la ceremonia realizada
en el Salón Jotabeche, los establecimientos
recibieron un certificado que los acredita como
colegio sustentable y la bandera de certificación
ambiental. Además, recibieron un material
de apoyo educativo denominado Acción
Ozono.