WWF/Adena –
SEO/BirdLife – Greenpeace – Ecologistas en Acción
- 19 diciembre 2007 - Madrid, España — El
Ministerio de Medio Ambiente, a través de
la empresa pública Aguas del Tajo, promueve
una presa, una carretera nueva y un trasvase en
túnel que afectarán a una zona protegida
por la Unión Europea, apoyándose en
unas demandas sobredimensionadas de crecimiento
urbanístico en el corredor entre Madrid y
Guadalajara.
El pasado 10 de noviembre el Ministerio
de Medio Ambiente sacó a información
pública la construcción de un trasvase
de agua desde el alto Sorbe al embalse de Alcorlo
(río Bornoba). Ambos ríos se sitúan
en una zona virgen al noroeste de Guadalajara declarada
ZEPA y LIC por la Unión Europea incluida
en la Red Natura 2000. Sus importantes hábitats
y especies de flora y fauna son prioritarios y merecedores
de la mayor protección a todos los niveles
y Castilla-La Mancha estudia incluirlos en un Parque
Natural.
A pesar de existir otras opciones
que no impactan a la red Natura 2000, Aguas del
Tajo ha seleccionado un proyecto afectado, algo
que la Directiva Europea de Hábitats prohíbe
expresamente.
Esta infraestructura hidráulica
tendría como objetivo trasvasar volúmenes
de agua destinados a presuntos desarrollos urbanísticos
e industriales previstos en el Corredor del Henares
para el horizonte 2030. Esta región sufre
un aumento especulativo de recalificación
del suelo para ofertar vivienda de nueva construcción.
Por ejemplo, Alcalá de Henares pretende urbanizar
el 80% de su término municipal
A juicio de las organizaciones
firmantes, se trata de una obra sobredimensionada
e innecesaria, ya que actualmente se está
ejecutando una tubería desde el embalse de
Alcorlo, que garantizaría sobradamente el
abastecimiento de agua a la Mancomunidad de Aguas
del Sorbe, incluso más allá de los
plazos y umbrales de garantía establecidos
en el Plan Hidrológico del Tajo. El trasvase
se calcula para una población superior a
800.000 habitantes, el 230% de la actual, y aplica
unas dotaciones y consumos por persona y día
de 344 litros, muy por encima de lo previsto para
otros sistemas de abastecimiento en la misma cuenca
hidrográfica como el Canal de Isabel II,
que establece 280 l/h/día.
Ecologistas en Acción,
Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF/Adena lamentan que
el proyecto se adelante ahora para evitar el proceso
de planificación hidrológica y la
participación pública que exige la
Directiva Marco del Agua para 2008, en el que se
tendrá que definir cómo conseguir
el estado de conservación favorable para
las zonas protegidas de la Red Natura 2000. Este
proyecto es una vuelta a la política hidraúlica
tradicional, impactante y desfasada, ignorando las
tendencias actuales en las que se apuesta por otras
opciones como la gestión integrada de cuencas,
con múltiples soluciones que pasan por el
ahorro la eficiencia y una variada oferta de obtención
de recursos alternativos, como la compra de derechos
a los regantes del Bornoba, compatibles con la idea
de mejora y conservación de nuestros ecosistemas
fluviales
El trasvase atenta contra buena
parte de la legislación española en
materia de biodiversidad, medio ambiente y aguas,.
En concreto, la presa y el trasvase, que provocará
la pérdida de la mayoría del caudal
natural ocasionarán una importante disfunción
y propinarán un golpe definitivo a las incomparables
y valiosas alisedas de ribera del Sorbe, un hábitat
prioritario de la Directiva Europea de Hábitats.
La nueva carretera de acceso a las obras infringirá
además un grave impacto en una zona virgen
de gran belleza paisajística y potencialidad
para el turismo rural.
Por todas estas razones, las organizaciones
enviarán alegaciones, difundirán el
proyecto y denunciarán el caso ante la Ministra
de Medio Ambiente, expresando su más profundo
rechazo y solicitando para el proyecto la declaración
de impacto ambiental negativa.