ANSE, Greenpeace,
SEO/BirdLife y WWF/Adena piden medidas efectivas
para la recuperación del Mar Menor y su entorno
Mar Menor, 28 de diciembre de
2007.- Tras la celebración de la Comisión
del Mar Menor, las organizaciones conservacionistas
han remitido casi una veintena de sugerencias al
Documento previo del Plan de Acción del Mar
Menor elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente,
solicitando un giro real a la dinámica de
degradación, excesivo crecimiento urbanístico
y desnaturalización del Mar Menor.
Las actuaciones en el Mar Menor
no se han caracterizado hasta ahora por dar prioridad
a la conservación de los valores naturales
de este entorno. Las organizaciones ecologistas
llevan años luchando por la preservación
de este espacio, uno de los más importantes
humedales salinos catalogado de importancia internacional
por el Convenio RAMSAR, cuya situación es
crítica.
En este sentido, la iniciativa
del Ministerio de Medio Ambiente de elaborar un
Plan de Acción para el Mar Menor es un gran
paso, pero las organizaciones conservacionistas
consideran que este Plan debe ser más ambicioso
y no sólo quedarse en un documento de diagnóstico,
sino perseguir la recuperación de los espacios
degradados y la biodiversidad que se ha perdido
en las últimas décadas. Este Plan
debe así mismo limitar drásticamente
el crecimiento urbano y otros sectores de gran impacto
ambiental.
Las organizaciones de defensa
de la naturaleza destacan una de las propuestas
solicitadas a la Administración del Estado:
la compra y expropiación de terrenos urbanos
en La Manga del Mar Menor y la demolición
de algunas construcciones en las zonas con más
potencialidad para la recuperación de arenales,
priorizando sobre aquellas limítrofes con
los últimos tramos de playas aún sin
urbanizar, como el entorno del Hotel Doblemar, de
Veneciola, los arenales al Norte del Estacio y la
zona Sur de Puerto Mayor.
La compra de terrenos en otros
puntos de la ribera del Mar Menor podría
evitar su urbanización y potenciar la recuperación
de espacios naturales y corredores ecológicos.
Por otra parte, deben incorporarse medidas de gestión
acordes con el grado de protección de la
laguna (Humedal de Importancia Internacional Ramsar,
Lugar de Importancia Comunitaria, Zona de Especial
Protección para las Aves y Zona de Especial
Protección e Interés para el Mediterráneo,
además de Espacio Natural Protegido) limitando
las acciones con afección negativa, impedir
la instalación de infraestructuras como depuradoras,
desaladoras, estaciones de bombeo y puertos deportivos
dentro de espacios naturales protegidos, fomentar
la coordinación entre las distintas administraciones
y favorecer la participación pública
en la búsqueda de soluciones y en la ejecución
de las mismas. Todas estas acciones planteadas son
urgentes, en especial las relacionadas con la recuperación
de valores naturales en La Manga y la reducción
de la presión urbana sobre todo el Mar Menor,
especialmente sobre la ribera inmediata.
Acciones solicitadas por ANSE,
Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF/Adena al documento
previo del plan de acción del Mar Menor elaborado
por el Ministerio de Medio Ambiente:
- Priorizar la recuperación
de la naturaleza y de los elementos más singulares
y característicos de la biodiversidad del
Mar Menor que se han perdido durante las últimas
décadas, en lugar de favorecer el crecimiento
urbano y de otros sectores de gran impacto ambiental.
- Recuperar las funciones naturales
y sociales de las zonas de dominio público.
- Potenciar la compra de terrenos
en la ribera del Mar Menor que, siendo urbanizables,
aún no hayan sido construidos, principalmente
en las inmediaciones de espacios naturales protegidos
y/o en aquellas zonas que sirvan como corredores
entre estos.
- Incorporar medidas de gestión
coherentes con el grado de protección de
la laguna, regulando y ordenando los usos dentro
y fuera de los espacios naturales protegidos, y
limitando su afección negativa sobre los
valores naturales de la laguna y su entorno.
- Aplicar medidas efectivas para el decrecimiento
y la regeneración ambiental en aquellas zonas
con una saturación urbana evidente, como
ocurre en La Manga.
- Mejorar la calidad de la naturaleza
y el paisaje como valores básicos para un
modelo de desarrollo sostenible.
- Fomentar la coordinación
entre las administraciones Estatal, Autonómica
y Local en la gestión del espacio natural
y la solución de los problemas.
- Favorecer la participación
pública en la búsqueda de soluciones
y en la ejecución de las acciones.
- Dejar de utilizar los espacios
naturales para la localización de todo tipo
de infraestructuras (depuradoras, desaladoras, estaciones
e bombeo, puertos deportivos, etc), y tender al
traslado de dichas infraestructuras fuera de los
espacios protegidos.
- Recuperar paisajes y ecosistemas
fuera de los espacios naturales, y los elementos
de interés cultural y usos tradicionales
que han acompañado durante varios siglos
algunas actividades humanas compatibles con la conservación:
molinos de viento, salinas, pesquerías artesanales
de menor impacto sobre las aves, etc.
Además se incluyen propuestas
relacionadas con el manejo de arribazones de Posidonia
oceanica y recuperación de zonas costeras,
la solución de los problemas de contaminación
de la laguna del Mar Menor, la reducción
de la presión sobre espacios protegidos e
invasión del dominio público, regulaciones
más estrictas de la actividad pesquera para
combatir el furtivismo y favorecer a los pescadores
profesionales y la fauna silvestre, medidas contra
la sobre-explotación de acuíferos
e intrusión marina, creación de áreas
marinas protegidas en Isla Grosa y Calblanque, reducción
de la presión de embarcaciones y limitación
de puertos deportivos (eliminación de alguno
de los situados en el interior del Mar Menor) o
medidas para reducir la contaminación por
metales pesados.
Artículo: Miguel A. Valladares