Madrid,
28 de diciembre de 2007.- Según WWF/Adena,
durante los tres últimos años ha habido
un alarmante aumento de la caza furtiva de los ya
muy amenazados rinocerontes africanos, especialmente
en las reservas llamadas “Conservancies” del Lowveld,
en el sureste de Zimbawe.
Desde el año 2000, 22 rinocerontes
negros han sido abatidos en las reservas de aprovechamiento
sostenible de especies silvestres (conservancies)
del Lowveld. A estas muertes hay que añadir
los 45-55 ejemplares eliminados por los cazadores
furtivos en otros conservancies.
El conservancy es un modelo de
gestión sostenible en el que una comunidad
aúna sus recursos para conservar la vida
silvestre, adoptando buenas prácticas en
el uso del territorio y demuestra interés
y responsabilidad por los ecosistemas y sus recursos.
Raoul du Toit, responsable del
proyecto Rinoceronte del Lowveld, Oficina del Programa
Regional del Sur de África de WWF/Adena,
considera que: “El declive de la economía
ha impulsado la pérdida de puestos de trabajo,
particularmente en granjas comerciales, creando
un ambiente que estimula la caza furtiva”.
Además del mencionado furtivismo
de ejemplares concretos, ha habido más de
66 casos de rinocerontes capturados en trampas y
a veces fatalmente heridos en estas reservas desde
el año 2000.
Existe un marcado incremento de
estas prácticas ilegales desde el inicio
del programa de reforma agraria en Zimbabwe. De
hecho, los datos disponibles muestran que ningún
rinoceronte negro fue cazado de forma furtiva en
éste área entre 1993 y 2000.
Además, desde el año
2000, se ha permitido el asentamiento de población
dentro de los conservancies y se ha relajado la
aplicación de los controles antifurtivos.
Según WWF/Adena, una consecuencia secundaria
ha sido el incremento del furtivismo sobre otras
especies de fauna silvestre.
Para combatir el aumento del furtivismo,
WWF/Adena, en colaboración con la autoridad
en Parques Nacionales y Gestión de fauna
silvestre de Zimbabwe y con financiación
proporcionada por otros donantes y agencias, esta
ahora aumentando sus actividades de protección
de los rinocerontes negros del país.
Raould du Toit añadió:
“A través del proyecto de rinocerontes Lowveld
hemos intensificado el seguimiento de los rinocerontes
usando rastreadores expertos y radio telemetría.
Trasladamos rinocerontes desde zonas inseguras,
quitamos el cuerno a algunos de los rinocerontes
que estaban más en peligro y colaboramos
en la establecimiento de unidades de reacción
rápida, programas de concienciación
de las comunidades y damos también soporte
técnico para hacer reformas agrarias orientadas
al mantenimiento de la vida silvestre”.
A pesar del furtivismo, este enfoque
integral ha permitido a las poblaciones de rinoceronte
de Lowveld alcanzar una de las tasas más
altas de crecimiento registradas, hasta del 10 por
ciento anual. Dos de las poblaciones establecidas
en conservancies han sobrepasado los 100 ejemplares.
Actualmente, el Lowveld alberga
a 375 rinocerontes negros, que representan el 10
por ciento de la población salvaje mundial.
Gracias a la creación de
los conservancies, muchos propietarios privados
se ha convertido a protección de la vida
silvestre. A través del apoyo de los propietarios
de terrenos, la conservación del rinoceronte
negro ha contribuido intensamente a mantener y a
incrementar la biodiversidad en estas áreas,
así como a la conservación de otras
especies como el búfalo, el elefante, el
ñú y el leopardo.
Raoul du Toit advirtió:
“Estamos consolidando un modelo de conservación
que sabemos que funciona. Pero, si no somos activos
y cautos, el furtivismo podría descontrolarse
hasta llegar a invertir el aumento de población
de rinocerontes que hemos alcanzado en Zimbabwe
desde mediados de los años 90”.
Artículo: Luis Suárez