Estados, empresas y organizaciones
internacionales deben poner toda la plata
que requiere el encontrar remedios para atenuar
el efecto invernadero.
Por: Thomas C. Schelling
Fuente: PREMIO NOBEL DE
ECONOMIA 2005
Las incertidumbres sobre
el cambio climático son numerosas.
¿Cuánto anhídrido carbónico
podría agregarse a la atmósfera
si no se hace nada al respecto? ¿Cuánto
calentamiento global causará y cómo
afectará a los climas locales, los
ecosistemas y las especies vulnerables? ¿Qué
impacto tendrán esos cambios en la
productividad, la comodidad y la salud? Y,
por supuesto, ¿cuáles son los
costos probables de cambiar a fuentes de energía
renovables y de la conservación de
energía?
Mientras más se sabe
sobre el cambio climático, más
incertidumbres surgen. Sin embargo, la teoría
del efecto invernadero ha quedado demostrada.
¿Cuáles son
entonces las medidas más urgentes que
debemos adoptar? Por supuesto, seguir estudiando
los fenómenos climáticos y su
impacto ecológico, y encontrar remedios.
Necesitamos urgentemente entender qué
alternativas habrá para los combustibles
fósiles, cuánta energía
se puede conservar, cómo extraer el
anhídrido carbónico de la atmósfera
y, de ser necesario, cómo aumentar
la capacidad de la Tierra de reflejar la luz
del sol.
Una forma de asegurar las
investigaciones necesarias es recurrir al
mercado para que financie y dirija las tareas,
mediante impuestos, subsidios, racionamiento,
y convenciendo a las empresas y los consumidores
de que los combustibles fósiles serán
cada vez más costosos. Pero los intereses
privados no emprenderán ciertas investigaciones
esenciales bajo ninguna circunstancia; el
mercado no estimulará los desembolsos
necesarios porque los inversionistas no pueden
cosechar todos los beneficios que traerá
la moderación del calentamiento global
al ser humano.
Por lo tanto, la otra opción
es que los gobiernos, en colaboración
con las empresas, financien y dirijan las
investigaciones. Por ejemplo, desde hace mucho
se sabe que el anhídrido carbónico
producido en grandes estaciones generadoras
de energía eléctrica puede "capturarse"
y canalizarse para ser inyectado en cavernas
subterráneas (o posiblemente el fondo
marino). Hace veinticinco años se calculaba
que este proceso duplicaría el costo
de la electricidad; ahora parece que ese costo
puede ser más modesto.
Pero la inversión
en las investigaciones necesarias —en la tecnología
de captura, el transporte, la inyección
y el sellado, y en las exploraciones geológicas
para encontrar sitios adecuados para el almacenamiento
permanente— estará más allá
del alcance de cualquier interés privado.
La llamada "geoingeniería"
es otro ámbito de investigación
que merece atención, pero que no la
recibirá del sector privado. En esta
esfera, como en tantas otras relativas al
impacto del cambio climático, se necesitará
inversión de los gobiernos y potente
patrocinio internacional.
Calidad de las instituciones
sería determinante en orígen
de la desigualdad social de América
Latina
El desarrollo ha sido lento e inequitativo
en la región. Un artículo de
Revista de la CEPAL abre el debate sobre las
razones detrás de esta realidad
(15 de enero, 2008) Desde
la colonización se instaló en
América Latina un marco institucional
inadecuado para lograr el progreso. La deficiente
calidad de las instituciones explicaría
en parte el desarrollo lento y poco equitativo
de la región.
Así lo sugiere José
Antonio Alonso, Catedrático de Economía
Aplicada y Director del Instituto Complutense
de Estudios Internacionales (ICEI) de Madrid,
en Desigualdad, instituciones y progreso:
un debate entre la historia y el presente,
artículo publicado en la Revista de
la CEPAL Nº 93.
El autor busca contribuir
al debate sobre las causas de la persistencia
del subdesarrollo. Para ello comienza aludiendo
a las interpretaciones que postulan que las
condiciones geográficas tienen un papel
clave en el proceso de desarrollo. También
plantea que desde la colonización se
estableció un marco institucional inconveniente,
con instituciones poco permeables al cambio
social.
Alonso menciona además
estudios históricos que postulan que
la desigualdad social en América Latina
se acentuó a fines del siglo XIX, por
causas como el modelo postcolonial de inserción
basado en la explotación de recursos
naturales y la masiva inmigración poco
antes de la primera guerra mundial.
Según él,
es necesario investigar la evolución
del marco institucional y cómo éste
influye en la dinámica de crecimiento.
Propone medir la influencia de la desigualdad
en la calidad de las instituciones, ya que
de allí emanan los productos sociales
que norman, incentivan, penalizan y condicionan
tanto el comportamiento colectivo como el
desarrollo de un país. A su juicio,
el análisis empírico parece
respaldar la importancia que en el largo plazo
tienen estas variables.
El Calentamiento Global
no depende de los ciclos del sol
En 2022, el Sol brillará
menos, no necesitaremos bloquedor solar, y
la temperatura de la Tierra bajará.
El calentamiento global desaparecerá.
Eso asegura John Casey,
el ingeniero comercial que dirige el Centro
de Investigación de la Ciencia y el
Espacio, una consultora en Orlando, EE.UU.,
que "asesora a gobiernos y tomadores
de decisión para enfrentar el enfriamiento
del planeta".
El 2 de enero publicaron
en su página www.spaceandscience .net:
"Confirmamos los anuncios de la NASA
sobre los importantes cambios que ocurren
en la superficie del Sol. Esto tendrá
un resultado: un nuevo cambio en el clima
que traerá un período de mucho
frío".
Esto, porque relaciona directamente
las variaciones de la actividad de la superficie
del Sol con el aumento o disminución
de la temperatura en la Tierra.
David Hathaway, del Centro
Marshall de la NASA, había predicho
en 2006 que el Sol bajaría su actividad
en 2020. Casey estaría comprobando
ese trabajo.
Contradictor
Hathaway negó a "El
Mercurio" que su investigación
relacione la actividad del Sol con el calentamiento
global.
En el infierno solar hay
corrientes parecidas a las que mueven nuestros
océanos. Dos circuitos de plasma caliente
se mueven en el astro a 200 mil kilómetros
de profundidad. El circuito completo dura
en promedio 40 años.
Los científicos pusieron
los ojos en ellos porque descubrieron que
la velocidad con que se completa el recorrido
es una especie de predictor. Revela qué
tan inquietas serán las llamaradas
de la superficie solar.
Este pronóstico es
importante porque los destellos solares pueden
afectar las comunicaciones, las actividades
de los astronautas en el espacio, y, si son
muy fuertes, cambiar el campo magnético
de nuestro planeta.
Ese Sol de 2022
Es como ver el pronóstico
del tiempo, pero para unos veinte años
más. La velocidad de las corrientes
de hace dos décadas determina la intensidad
del Sol que nos baña hoy.
Hathaway observó
el ciclo que predice la actividad solar que
tendría su máximo en 2022. El
científico de la NASA descubrió
que "sería mucho menor que el
promedio".
"El trabajo de Casey
sobre la variación a largo plazo de
las manchas solares también concluye
esa baja actividad", dice Hathaway. "Sin
embargo, nosotros no creemos en el efecto
directo de esa disminución en el clima
de la Tierra".
Explica que, aunque los
científicos reconocen la relación
entre el ciclo de las manchas solares y el
clima terrestre, hay otros procesos que tienen
mucho más influencia en el clima.
Las corrientes de El Niño
o La Niña, las erupciones volcánicas
y los gases invernadero son mucho más
poderosos y efectivos para sacudir el termómetro.
"La actividad solar
sólo ha influido entre un 20 y 30%
en el aumento de temperatura desde comienzos
del siglo XVIII hasta mediados del XX. Contribuye
incluso menos a finales del siglo pasado",
explica Hathaway.
Cree que el Sol estará
bastante tranquilo en 2022, pero esa quietud
"no producirá fríos extremos
en la Tierra".
Respiro a la sombra
Que el Sol no caliente tanto
por un par de años no significa que
la Tierra pueda tener un borrón y cuenta
nueva con el calentamiento global.
"Pasado el período
de frío, las temperaturas subirían
rápidamente", explica Eduardo
Sanhueza, experto en cambio climático.
El termómetro recobraría su
memoria y el cambio climático volvería
en gloria y majestad.
Por eso Sanhueza advierte que ese "invierno
de San Juan" podría llevar a la
inacción; "a una picada en el
entusiasmo por combatir el cambio climático".
Será como descansar
bajo una sombrilla antes de volver al Sol.
"La actividad solar
sólo ha influido entre un 20 y 30%
en el aumento de temperatura desde comienzos
del siglo XVIII hasta mediados del siglo XX".
DAVID HATHAWAY
Físico solar de la NASA.
Alza de precios a alimentos puede generar
desnutrición
Se recurrirá a más
comida chatarra por su bajo costo
Pobladores, con más
estrés ante el encarecimiento, dicen
Laura Poy Solano
El incremento en el costo
de los productos de la canasta básica
no sólo es un “golpe al ingreso familiar,
también aumenta el riesgo de padecer
desnutrición o sobrepeso por la ingesta
de alimentos con altos contenidos energéticos,
pero escasos valores nutricionales”, advirtieron
expertos en salud y nutrición de la
Universidad Autónoma Metropolitana
(UAM).
Agregaron que el alza en
alimentos esenciales como maíz, frijol,
leche y huevo, entre otros, repercute para
las familias tanto en su capacidad de acceder
a una dieta balanceada, como en las condiciones
de vida en general, pues “es evidente que
con la escalada de precios las familias deberán
invertir más horas de trabajo para
obtener los mismos alimentos y acceder a determinados
satisfactores, sin garantizar la calidad y
cantidad de los mismos”.
Olivia López Arellano,
experta en políticas de salud de la
UAM-Xochimilco, destacó que desde hace
25 años México vive un proceso
de deterioro de las condiciones de vida y
alimentación que afecta “tanto la nutrición
de los mexicanos, como las condiciones de
salud que prevalecen, tanto físicas
como mentales”.
Datos recientes de organismos
de salud, afirmó, revelan que en nuestro
país aumenta la epidemia de sobrepeso,
“que no necesariamente descarta la desnutrición,
a lo que se suma un elevado número
de casos de depresión, ansiedad y neurosis
generadas, en gran parte, por el constante
estrés al que está sometida
la población para garantizar el sustento
diario ante una realidad social en la que
no percibe ninguna salida”.
Al respecto, José
Alberto Rivera Márquez, experto en
seguridad alimentaria y nutrición,
alertó que el alza generalizada de
precios en la canasta básica afectará
directamente a las familias de escasos recursos,
“pero también al resto de los hogares
que ahora deberán destinar mayor presupuesto
para acceder a alimentos básicos, aunque
en el caso de las personas en pobreza extrema
el riesgo es mucho mayor, porque ya enfrentan
condiciones nutricionales muy precarias”.
Señaló que
desde hace más de una década
se ha detectado que son quienes más
consumen alimentos “chatarra”, como sopas
instantáneas, refrescos y alimentos
semiprocesados, “porque son los más
baratos, pero también porque les permite
obtener una sensación de saciedad,
es decir, acceden a estos productos no por
calidad, sino por precio, pero sí ahora
suben, las condiciones serán aún
más deplorables”.
Los investigadores calificaron
como “alarmante” que no exista ninguna política
pública “encaminada a resolver una
situación de crisis como la que enfrentamos,
no sólo en el derecho a una alimentación
sana y digna, sino a las condiciones generales
de vida, porque tanto el gasolinazo como el
alza generalizada en el costo de la canasta
básica afectan no sólo los alimentos
que llegan a la mesa de millones de mexicanos,
también sus condiciones de vida”.
Rivera Márquez afirmó
que si bien “no podemos hablar de un problema
generalizado de desnutrición, sin duda
un incremento en el precio de alimentos esenciales
para la dieta de los mexicanos tendrá
un impacto en el acceso a productos con altos
contenidos nutricionales, así como
vitaminas y minerales, cuya pérdida
siempre tiene un impacto en la salud”.