Japón reconoce que
Greenpeace impide la cacería de ballenas
21 enero 2008 - Océano
Glacial Antártico, Internacional —
Japón ha reconocido hoy ante la opinión
pública internacional, que la presencia
de Greenpeace en el Santuario Ballenero Austral
impide la cacería de cetáceos,
lo cual representa una gran victoria para
nuestra organización.
Toshiro Shirasu, el Viceministro
nipón de Agricultura, Bosques y Pesca,
ha reconocido que la flota ballenera de su
país no está cazando debido
a la presencia vigilante del Esperanza, uno
de los barcos de Greenpeace.
El Esperanza lleva 11 días
siguiendo al Nisshin Maru, el buque factoría
de la flota japonesa, y ha logrado detener
hasta el momento la cacería. Con el
barco nodriza fuera de servicio, los buques
arponeros no pueden trabajar, ya que no tienen
un sitio a dónde transferir sus capturas,
que deben congelarse inmediatamente para poder
procesar la carne.
“Greenpeace está
en el Santuario Ballenero Austral para detener
por medios pacíficos la caza de cetáceos
que realiza la flota japonesa, y lo estamos
haciendo. Pero no es suficiente detener la
caza sólo cuando el Esperanza los persigue
y logra que todas las miradas estén
sobre la flota. Tokio debe tomar la decisión
de terminar la temporada de caza de este año
y convertirla en la última de la historia”,
dijo Sakyo Noda, coordinador del tema de ballenas
de Greenpeace Japón.
Mientras tanto, aumenta
la presión internacional contra el
programa ballenero del Gobierno japonés:
empresas como Toyota, en Nueva Zelanda, y
la japonesa Nissui, que anteriormente se dedicaba
a ese negocio, han condenado la caza de ballenas
y reconocen públicamente que esta actividad
genera una mala imagen a Japón y a
sus empresas.
Greenpeace no promueve un
boicot a los productos japoneses, pero considera
que hay una gran posibilidad de que este se
dé por parte de todos los consumidores
del planeta, si Japón continúa
con su ambición cazadora en el Océano
Glacial Antártico.
+ Más
El Gobierno japonés
reconoce que no está cazando ballenas
debido a la presencia de Greenpeace
La presión internacional contra la
caza de ballenas está llevando a las
principales empresas japonesas a protestar
por esta práctica.
21 enero 2008 - Internacional
— El viceministro nipón de Agricultura,
Bosques y Pesca, Toshiro Shirasu, ha declarado
hoy en una rueda de prensa celebrada en Tokio
que la flota ballenera de su país no
está cazando ballenas debido al seguimiento
que Greenpeace está haciendo de sus
barcos en el Santuario Ballenero Antártico.
El barco de Greenpeace Esperanza
lleva 10 días siguiendo al buque factoría
Nisshin Maru, donde las ballenas son despedazadas
y congeladas, consiguiendo detener de forma
efectiva todas las operaciones de caza. Con
el barco nodriza fuera de servicio, los barcos
arponeros no han cazado ninguna, ya que éstos
no pueden transferir sus capturas, que deben
congelarse inmediatamente para poder vender
la carne.
“Greenpeace ha ido al Santuario
de la Antártida a detener por medios
pacíficos la caza de cetáceos
japonesa y es lo que estamos haciendo, pero
no es suficiente parar la caza sólo
cuando el Esperanza está persiguiéndolos
y logrando que todas las miradas estén
sobre la flota” ha declarado Sakyo Noda, responsable
japonés de la campaña para detener
la caza de ballenas. “Tokyo debe tomar la
decisión de terminar la temporada de
caza de este año y convertirla en la
última de la historia”, añadió.
El Gobierno japonés
ha visto incrementar la presión internacional
contra su programa ballenero. Empresas como
Toyota en Nueva Zelanda han condenado la caza
de ballenas y otras como la compañía
Nissui, que anteriormente se dedicaba a ese
negocio, ha reconocido públicamente
la mala imagen que da la caza de ballenas
a Japón y a sus empresas.
Greenpeace no promueve un
boicot a los productos japoneses, pero considera
que existe una fuerte posibilidad de boicot
por parte de todos los consumidores del planeta
si Japón continúa con su caza
en el Océano Antártico.
Notas:
(1) El comunicado de prensa
hecho público por el Gobierno japonés
está disponible en: http://www.maff.go.jp/j/press-conf/v_min/080121.html
+ Más
Greenpeace impide que los
balleneros se abastezcan de combustible en
el Santuario Ballenero Antártico
Greenpeace intentó impedir también
la transferencia de cajas con carne de ballena
mientras sufría el acoso de la flota
22 enero 2008 - Internacional
— Activistas del buque Esperanza han bloqueado
hoy el barco factoría Nisshin Maru
para impedir que el barco de bandera panameña
Oriental Bluebird le suministrara fuel en
aguas antárticas. En una acción
de protesta pacífica, las zodiacs de
Greenpeace se situaron entre el buque factoría
japonés y el barco gasolinera, impidiendo
el reabastecimiento.
Unas pocas horas más
tarde, las lanchas de Greenpeace trataron
de impedir la transferencia de cajas con carne
de ballena entre el Nisshin Maru y el Oriental
Bluebird, siendo acosadas por varios barcos
de la flota ballenera. El hostigamiento cesó
tras avistar al Ocean Viking, el barco de
vigilancia enviado por el Gobierno australiano
para controlar la flota ballenera.
En una transmisión
por radio al Oriental Bluebird, el responsable
de Greenpeace Sakyo Noda pidió al buque
que: “abandonase las aguas antárticas
inmediatamente: Su presencia aquí no
es deseada y constituye una amenaza para las
limpias aguas de la Antártida, que
han sido declaradas como un área particularmente
sensible por la Organización Marítima
Internacional, así como reserva natural
para la paz y la ciencia según el Tratado
Antártico (1). Las operaciones de reabastecimiento
de combustible dentro del área del
Tratado son contrarias a su Anexo IV sobre
prevención de la contaminación
ambiental. Japón, como firmante, debe
cumplir con la letra y el espíritu
del Tratado”.
Mientras el Gobierno de
Japón permite a seis barcos de la flota
ballenera adentrase en el Santuario Ballenero
Antártico, el barco panameño
Oriental Bluebird no tiene ninguna autorización
de su Gobierno.
“El Gobierno de Panamá,
que defiende las ballenas en el seno de la
Comisión Ballenera Internacional, debe
retirar su bandera al Oriental Bluebird u
ordenarle que deje de apoyar a la flota japonesa
si no quiere seguir siendo cómplice
de la caza de ballenas” declaró María
José Caballero, responsable de la campaña
de océanos de Greenpeace.
Notas:
1. El Tratado Antártico entró
en vigor en 1961 y se aplica a todo el área
situada al sur del paralelo 60. En 1998, el
Tratado fue complementado con el Protocolo
del Protección Medioambiental (llamado
Protocolo de Madrid) en cuyo Artículo
2 se lee que “las Partes se comprometen a
una protección exhaustiva del medio
ambiente antártico y los ecosistemas
dependientes y asociados...”.
+ Más
Cumple Greenpeace ocho días
defendiendo a las ballenas
Impide la cacería de cetáceos
y expulsa al buque Yushin Maru 2 del Santuario
Ballenero Austral
18 enero 2008 - Océano
Glacial Antártico, Internacional —
Al cumplirse el octavo día en que Greenpeace
impide la caza de cetáceos en el Santuario
Ballenero Austral, activistas de la organización
calificaron de “falso” el controversial programa
de captura que promueve el gobierno japonés.
Frente al casco del buque
factoría (el encargado de procesar
la carne de las ballenas cazadas) Nisshin
Maru, Sakyo Noda, coordinador de la campaña
de ballenas de Japón, expuso un cartel
con un ideograma que en la simbología
japonesa Kanji significa "falso".
El mensaje de Greenpeace es para demostrar
que la cacería de ballenas no tiene
fines científicos y es ilegítima.
Hoy, Greenpeace consiguió
que el Yushin Maru 2, una de las embarcaciones
arponeras japonesas, se alejara del Santuario
Ballenero Austral. La nave se encontró
con el buque Nisshin Maru, mientras que el
Esperanza, barco insignia de Greenpeace, sigue
vigilando y mantiene a la flota ballenera
japonesa alejada.
"Hemos mantenido al
barco factoría y al resto de la flota
fuera de acción durante ocho días.
No han muerto ballenas hasta el momento. Ahora
tenemos dos balleneros fuera de los territorios
de caza. Si tratan de regresar a cazar, lanzaremos
nuestras embarcaciones y realizaremos una
acción directa no violenta, poniéndonos
delante de los arpones para defender a las
ballenas" dijo Karli Thomas, líder
de la expedición a bordo del Esperanza.