30 enero 2008 - DF, México
— El Observatorio Ciudadano de Vigilancia
Ambiental (OCVA) lamenta profundamente las
declaraciones hechas
por Ernesto Enkerlin, titular de la Comisión
Nacional de Áreas Naturales Protegidas,
en el foro celebrado en la Universidad Iberoamericana,
en el sentido de crear un esquema de compensación
a la depredación de los manglares del
país denominado “Banco de Manglar”.
Esto es, Enkerlin afirma que, si se destruye
un ecosistema de manglar, es posible "reponerlo"
creando otro, cosa que técnicamente
no es posible.
En otras palabras: no es
posible trasplantar mangle (el árbol
que crece en los manglares) ya que se trata
de una especie cuyo crecimiento tarda miles
de años.
El esquema de compensación
al que se refiere el funcionario coincide
con la propuesta de reforma al artículo
60 Ter de la Ley General de Vida Silvestre
propuesto por el PAN en el Senado de la República,
y comprueba lo ya denunciado por el OCVA en
el sentido de que la Semarnat es la autora
y promotora de dicha iniciativa de reforma,
en perjuicio del patrimonio natural de los
mexicanos.
Las declaraciones de Enkerlin,
uno de los funcionarios clave en la protección
de los recursos naturales del país,
son inaceptables y a todas luces contrarias
al mandato que le confiere el Reglamento Interior
de la Semarnat.
Es inaudito que el encargado
de la conservación de la biodiversidad
de nuestro país promueva mecanismos
de compensación como un paliativo para
avalar la destrucción de los ecosistemas.
El funcionario considera
necesario tener una “válvula de escape”
para permitir que inversionistas nacionales
y extranjeros puedan destruir los manglares
nativos con sus desarrollos y que compensen
esta destrucción financiando los programas
de restauración en otros sitios. El
OCVA le reitera al Dr. Enkerlin que los manglares
no son intercambiables, que los servicios
ambientales que prestan en Quintana Roo no
se pueden compensar en Tamaulipas o en Baja
California Sur. Esta obsesión de la
Semarnat de buscar y promover mecanismos de
compensación es tal y como lo dijo
el Dr. Sarukán “pura ciencia ficción”.
El Dr. Enkerlin debería
escuchar la voz de los expertos y ceñirse
a la facultad que le confiere la ley que es:
“dirigir la política administrativa
en las áreas naturales protegidas para
la conservación” y no buscarle válvulas
de escape ni mecanismos a modo a los desarrolladores
turísticos.
El OCVA fue creado para
vigilar la actuación de los funcionarios
encargados de formular y aplicar la política
ambiental de nuestro país y por ello
denunciamos la actuación del Presidente
de la CONANP y su intención de crear
un “Banco de Manglar” con la finalidad de
crear válvulas de escape. Nuestro país
necesita funcionarios del sector ambiental
comprometidos con la protección de
nuestros recursos. Si el Dr. Enkerlin no tiene
ese compromiso, es mejor que renuncie.
+ Más
El Observatorio Ciudadano
exigirá a legisladores proteger manglares
29 enero 2008 - DF, México
— Para evitar que sea legal la depredación
de los manglares en México, el Observatorio
Ciudadano de Vigilancia Ambiental (OCVA),
exigirá a las autoridades federales
y a legisladores, durante el periodo de sesiones
que inicia en febrero, revisar las iniciativas
que buscan quitarle la protección a
este ecosistema. Además, anuncia que
iniciará acciones públicas para
defender la especie amenazada del mangle,
árbol que crece en estas zonas.
El OCVA tomará este
tema como prioridad en su agenda de trabajo,
en respuesta a la fuerte presión de
los desarrolladores turísticos para
depredar el manglar... con el apoyo de la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (Semarnat).
Como resultado del cabildeo
de funcionarios de la Semarnat y de desarrolladores
turísticos en la Cámara de Diputados
y en el Senado de la República, a finales
de 2007 se presentaron diversas iniciativas
que buscan quitarle la protección legal
a los manglares modificando el artículo
60 Ter de la Ley General de Vida Silvestre.
Dentro de estas modificaciones
destaca la iniciativa que se discutirá
a partir de febrero en la Cámara de
Senadores y que fue elaborada por los legisladores
del PAN, Eva Contreras y Guillermo Tamborrel.
La iniciativa propone la “compensación”
como alternativa a la destrucción de
este ecosistema. Dicho argumento ha sido descalificado
por especialistas, académicos y organizaciones
no gubernamentales, que coinciden en que la
“compensación” es un proceso muy difícil
de realizar y que en México no existen
condiciones para llevarlo a cabo, amén
de que la Semarnat no tiene ni la capacidad
técnica ni la intención de desarrollar
estas actividades.
El OCVA convocará
a la ciudadanía a defender el manglar,
y anuncia que iniciará acciones públicas
para defenderlo. Por otra parte, ha solicitado
información a diversas Secretarías
a través del IFAI para dar a conocer
los nombres y apellidos de quienes están
detrás del ecocidio que pretende consumarse.
Finalmente, el OCVA insta
a la Comisión de Medio Ambiente del
Senado a que no se precipite en tomar decisiones
sobre el 60 Ter y propone convocar a un encuentro
para que los diversos grupos involucrados
en la defensa del manglar sean escuchados
y expresen sus argumentos en torno a esta
controvertida iniciativa.
Los manglares fueron protegidos
por primera vez en el 2003, cuando se publicó
la NOM 022, que establecía disposiciones
muy claras para impedir su destrucción.
Sin embargo, un año después
la NOM (Norma Oficial Mexicana) fue modificada
por la Semarnat en respuesta a las presiones
de los desarrolladores turísticos encabezados
por la Asociación Mexicana de Desarrolladores
Turísticos (Amdetur).
En el 2006 se intentó
hacer una nueva NOM 022, pero una vez más
los desarrolladores turísticos detuvieron
el proceso a través de una suspensión
otorgada por un juez federal. El 1 de febrero
del 2007 Felipe Calderón publicó
una reforma a la Ley General de Vida Silvestre
(el artículo 60 Ter al que nos referimos)
que protege a los manglares de forma estricta,
derogando la mayor parte de la NOM 022, dejándola
inoperante.
+ Más
Admite Semarnat fracaso
de Proárbol
29 enero 2008 - df, México
— Señala titular de Semarnat que se
perderá 90 por ciento de lo reforestado
en 2007, es decir que al menos 2 mil 430 millones
de pesos del presupuesto de ese programa se
fueron directo a la basura.
Proárbol, “el programa favorito” del
presidente Felipe Calderón, es un rotundo
fracaso. Esto lo confirman las declaraciones
hechas por Juan Rafael Elvira Quesada, titular
de la Semarnat (Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales), mismas que
ratifican lo que ha venido señalando
Greenpeace en diversas ocasiones.
El secretario Elvira reconoció
que sólo sobrevivirán el 10
por ciento de los 250 millones de árboles
plantados en 2007 en las campañas de
reforestación. Eso implica que sólo
se reforestarán con éxito 25
mil hectáreas y no las 642 mil que
la Semarnat ha presumido, en tanto que que
la deforestación en nuestro país
sigue alcanzado las 600 mil hectáreas
por año.
“El secretario Elvira reconoce
que la reforestación, principal estrategia
del Proárbol y que recibió 2
mil 700 millones de pesos en 2007, fracasará
en un 90 por ciento. Eso significa que 2 mil
430 millones de pesos se tiraron a la basura,
perdiendo la oportunidad de aprovechar esos
recursos para resolver la grave crisis que
viven nuestros bosques. ¿Qué
podemos esperar para 2008? que el programa
Proárbol tire a la basura 2 mil 500
millones de pesos. El presidente Calderón
anunció que este año se plantarán
280 millones de árboles, 30 millones
más que el año pasado. Juzgando
los resultados admitidos por el propio gobierno
federal, consideramos aún más
urgente un cambio en la política forestal,
tal y como siempre lo hemos demandado”, declaró
Héctor Magallón, coordinador
de la campaña de bosques de Greenpeace
México.
Por si esto fuera poco,
el secretario Elvira echó por tierra
la afirmación anterior de la Semarnat
en el sentido de que durante 2007 se reforestaron
642 mil hectáreas, ya que asegura que
“se plantan en promedio mil árboles
por hectárea”. Esto coincide con la
información técnico-científica
que estima que en las campañas de reforestación,
en efecto, se plantan mil árboles por
hectárea. Por lo tanto, 250 millones
de árboles sólo son suficientes
para reforestar 250 mil hectáreas (250
millones divididos entre mil arbolitos es
igual a 250 mil hectáreas) y no 642
mil. Para que esos árboles alcanzaran
a reforestar 642 mil hectáreas, se
deberían plantar únicamente
389 árboles por hectárea. Si
consideramos la tasa de sobrevivencia del
10 por ciento contemplada por el secretario,
eso implicaría que sobrevivirían
menos de 4 árboles por hectárea
reforestada. Es decir, quedaría un
árbol cada 2 mil 500 metros cuadrados.
Aunque esos arboles sobrevivieran por mucho
tiempo, nunca llegaría a configurar
un bosque con todos los beneficios que estos
ecosistemas nos brindan.
Elvira Quesada justifica
ésta tasa de supervivencia afirmando
que “mil árboles adultos no cabrían
nunca en una hectárea, caben 100 (sic),
entonces, va haciéndose la selección
natural y van creciendo los más fuertes
y los más resistentes”. Sin embargo,
un promedio conservador de cuántos
árboles maduros viven en una hectárea
de bosques templados en nuestro país,
estima esta cantidad en 350 árboles
por hectárea.
“Parece que, ante el evidente
fracaso del Proárbol, el titular de
Medio Ambiente está curándose
en salud. Trata de hacer ver como algo positivo
que sólo sobrevive el 10 por ciento
de lo reforestado, cuando la información
de la Comisión Nacional Forestal es
que la tasa supervivencia por reforestación,
en años anteriores, fue de 49 por ciento.
Es imposible aceptar que la reforestación
sea la mejor estrategia para el Proárbol,
el único camino adecuado para detener
la crisis de nuestros bosques es destinar
los recursos económicos a los programas
que promueven la conservación y el
uso sustentable de los bosques, a través
del Manejo Forestal Sustentable (MFS) de comunidades
y ejidos”, explicó Magallón.
Actualmente, sólo
el 15 por ciento de los bosques están
bajo esquemas de MFS, por lo que 60 por ciento
de la superficie forestal de nuestro país
no recibe ningún apoyo del gobierno.
Esto ocasiona que México pierda entre
500 y 600 mil hectáreas de bosques
cada año, y que se siga fomentando
la tala ilegal que genera entre 5 y 7 millones
de metros cúbicos de madera anualmente,
es decir, el 50 por ciento del mercado nacional,
y que el 80 por ciento del déficit
comercial nacional se deba al sector forestal.