25 enero
2008 - Córdoba, Argentina — Activistas
exigen al gobierno provincial y municipal
el 100% de lámparas de bajo consumo
en sus edificios
Bajo la consigna “Maldita
Bombita”, Greenpeace lanzó este viernes
su campaña de Eficiencia Energética
en la ciudad de Córdoba, y denunció
que, a pesar del plan lanzado en diciembre
por el Gobierno Nacional, y de las iniciativas
provinciales y municipales, muchos edificios
públicos continúan haciendo
mal uso en el consumo de la energía.
Activistas de Greenpeace
reclamaron esta mañana en la intersección
de 25 de Mayo y Rivadavia la prohibición
total de lámparas incandescentes para
el 2010 y el urgente reemplazo de las lámparas
incandescentes que aún iluminan los
edificios públicos de la ciudad de
Córdoba.
“La eficiencia energética
es la respuesta más rápida a
la demanda de energía en el actual
contexto de escasez en el suministro y es
el camino más eficaz para reducir las
emisiones de CO2 (dióxido de carbono)
a la atmósfera, y así mitigar
las graves consecuencias del cambio climático.
Las lámparas de bajo consumo ofrecen
la misma iluminación consumiendo un
75 por ciento menos de energía”, dijo
Amadeo Laguens, Coordinador del Grupo Local
de Greenpeace en Córdoba.
Greenpeace exige la prohibición
total de lámparas incandescentes para
comienzos de 2010, y señala, además,
que el Sector Público debe ser el primero
que reemplace el cien por ciento de los dispositivos
de iluminación por lámparas
de bajo consumo (1), proponiendo como primer
paso “que todos los edificios públicos
en la Ciudad de Córdoba, Buenos Aires
y Rosario realicen un completo reemplazo de
lámparas por las de bajo consumo durante
el primer semestre de 2008.”
Los informes indican que
Buenos Aires, Capital Federal, Santa Fe y
Córdoba concentran el 69.35% del consumo
de electricidad total del país. A su
vez, el sector público y comercial
nacional representa el 26 por ciento del total
del consumo de energía eléctrica.
Un programa que contemple
el reemplazo gradual de las lámparas
incandescentes a nivel nacional, incluyendo
a los sectores residencial, público
y comercial, permitiría una disminución
del consumo similar a la generación
de energía eléctrica prevista
por la Central Atómica Atucha II.
“Mientras desde el estado
promueve la eficiencia energética,
hay edificios públicos que siguen iluminados
con lámparas incandescentes”, dijo
Laguens, "por eso queremos pedirle a
la gente que se sume, que suba a nuestra web
fotos de todas las lámparas que no
sean de bajo consumo que estén en oficinas
públicas, para denunciar y exigir que
las reemplacen”.
Argentina posee la peor
matriz energética de la región;
depende en más de un 80 por ciento
de combustibles fósiles (petróleo
y gas) y al mismo tiempo está dejando
de ser un país autosuficiente en materia
de hidrocarburos con una creciente dependencia
de gas y fuel oil importado. En el corto plazo,
va camino a convertirse en un país
importador de crudo y gas, lo que arrastrará
todos los costos a valores internacionales.
El 25 por ciento de la energía
eléctrica usada en el país es
para iluminación. Según los
ambientalistas, para reducir este consumo
la medida más rápida y efectiva
es el reemplazo de lámparas incandescentes
por las de bajo consumo, que duran entre 5
y 10 veces más y consumen 4 veces menos.
“Los cortes durante el verano
pasado superaron toda expectativa y se evidenció
que las medidas adoptadas por el gobierno
provincial no compensaron la demanda. De no
efectuar medidas eficaces a corto y mediano
plazo de manera realista, este verano la situación
será aún peor ya que la demanda
seguirá en aumento”, declaró
Amadeo Laguens, “la necesidad de reducir el
consumo energético es urgente y la
forma más efectiva para lograrlo es
que a partir del 1º de enero de 2010,
sea una realidad la prohibición total
de las lámparas incandescentes".
+ Más
Greenpeace usó una
aplanadora para eliminar miles de lamparitas
31 enero 2008 - Buenos Aires,
Argentina — Exigimos la prohibición
total de lamparitas incandescentes en el año
2010
Greenpeace reclamó
hoy la total eliminación de las lámparas
incandescentes para 2010, como primer paso
para desarrollar un programa nacional de eficiencia
energética que trascienda el “voluntarismo”
al que se ha venido apelando desde el Gobierno
Nacional.
Nuestros activistas destruyeron hoy con una
aplanadora miles de lámparas frente
ante el Ministerio de Planificación
y la Casa Rosada, para reclamar una ley nacional
que prohíba la comercialización
de las lámparas incandescentes a inicios
del 2010.
“La eficiencia energética
es la respuesta más rápida a
la demanda de energía en el actual
contexto de escasez en el suministro y es
el camino más eficaz para reducir las
emisiones de CO2 (dióxido de carbono)
a la atmósfera, y así mitigar
las graves consecuencias del cambio climático,
dijo Rosario Espina coordinadora de la Campaña
contra el Cambio Climático de Greenpeace.
Entre las principales razones
para reclamar la eliminación de las
lámparas incandescentes del mercado,
se destaca la rapidez con que se puede generar
un ahorro en la demanda energética
que puede ayudar a evitar el agravamiento
de la crisis y a la vez estar eliminando un
artefacto ya obsoleto y que produce un derroche
de energía que resulta irracional en
el actual contexto energético.
Además significa
incorporar, en el mediano y largo plazo, medidas
de eficiencia energética con tecnologías
disponibles y que reemplazan eficazmente la
iluminación convecional. Las lámparas
de bajo consumo ofrecen la misma iluminación,
pero consumen un 75 por ciento menos de energía.
“Con la misma contundencia
con que la aplanadora hoy sacó de circulación
estas miles de lámparas incandescentes,
creemos que así debe actuar el Gobierno
y el Congreso Nacional para eliminar la totalidad
de este tipo de lámparas, las que son
una verdadera irracionalidad desde todo punto
de vista” explico Espina.
Las lámparas de bajo
consumo tienen un alto potencial de ahorro
que en muchos casos no representan un costo
adicional y debido a la corta vida útil
de las lámparas a reemplazar y a que
la tecnología eficiente se halla disponible
en el mercado, la sustitución puede
realizarse en plazos relativamente breves.
Asimismo, un programa progresivo
de reemplazo de bombitas sólo a nivel
residencial permitiría disminuir el
consumo de energía eléctrica
en una cantidad similar a la que representa
actualmente la generación de la Central
atómica de Atucha I.
“Canadá, Australia,
Irlanda, Venezuela, Cuba y Nicaragua son algunos
de los países que ya han establecido
una fecha límite para la venta lámparas
incandescentes”, sostuvo Espina.
Greenpeace presentó
su informe “Eficiencia Energética,
Primer Paso”, que fundamenta las razones por
las cuales la eliminación de las lámparas
incandescentes es el primer paso necesario
para avanzar hacia una política de
eficiencia energética más amplia
y así reducir la dependencia de los
combustibles fósiles y mitigar los
impactos del Cambio Climático Global.
Las mil lámparas
destruídas en nuestra protesta fueron
reemplazadas por una cantidad similar de lámparas
bajo consumo que fueron donadas a las organizaciones
APAER (escuelas rurales), MOCAR (Movimiento
de Cartoneros), Responde (pueblos rurales)
y el Comedor los Piletones, quienes se encargarán
de distribuirlas en los sectores que menos
recursos para realizar un reemplazo de lámparas
de manera inmediata.