Greenpeace considera que
Pizarro anula el compromiso del PP en la lucha
contra el cambio climático
20 febrero 2008 - Madrid,
España — Con su posicionamiento pronuclear,
el Partido Popular hace oídos sordos
a la voz mayoritaria de la sociedad que, como
demuestran todos los sondeos de opinón
españoles e internacionales, desea
un abandono de la energía nuclear en
España.
El PP en su programa electoral
se refugia en una deliberada y calculada ambigüedad
para evitar manifestar abiertamente su postura
pronuclear, que es claramente minoritaria
en la sociedad española”, ha declarado
Juan López de Uralde, director Ejecutivo
de Greenpeace.
En efecto, en su programa
electoral, el PP emplea subterfugios como
“mantendremos los actuales emplazamientos
nucleares” y “gestionar la vida útil
de las centrales existentes en línea
con las tendencias internacionales y con el
asesoramiento del Consejo de Seguridad Nuclear”.
“Con esas expresiones” -ha
expresado López de Uralde, “el PP dice,
sin atreverse a decirlo claramente, que deja
la puerta abierta a la construcción
de nuevas centrales nucleares en los mismos
sitios donde ahora hay instalaciones, y que
piensa alargar la vida útil de las
actuales. Despreciando así el sentir
mayoritario de la ciudadanía”.
Asimismo, Greenpeace denuncia
como anti-renovables las declaraciones de
Manuel Pizarro, ex-Presidente de ENDESA, y
número 2 del PP por Madrid, quién
ha calificado las energías renovables
como “las más caras”, ignorando deliberadamente
los multimillonarios subsidios estatales directos
e indirectos vía tarifa que ha recibido
y recibe la energía nuclear, sin los
cuales las compañías electricas
que construyeron centrales nucleares no habrían
podido superar la inmensa deuda que por ello
contrayeron. Entre ellos, los porcentajes
de tarifa para pagar la llamada “moratoria
nuclear”, los Costes de Transición
a la Competencia (CTC), para la gestión
de los residuos radiactivos, etc.
La viabilidad técnica
y económica de un sistema de generación
eléctrica basada al 100% en energías
renovables, que nos permitiría luchar
de forma eficaz contra el cambio climático
al tiempo que se abandona la energía
nuclear, es un hecho ya comprobado científicamente.
En efecto, un informe del
Instituto de Investigaciones Tecnológicas
(IIT) de la Universidad Pontificia Comillas,
encargado por Greenpeace, ha demostrado, mediante
un profundo análisis técnico,
que existen numerosas combinaciones de las
distintas tecnologías renovables (solar
termoeléctrica, eólica terrestre,
eólica marina, biomasa, solar fotovoltaica,
hidroeléctrica, energía de las
olas y geotérmica) que permitirían
satisfacer al 100% la demanda eléctrica
peninsular, las 24 horas del día y
los 365 días del año, a un coste
menor que el de un sistema basado en las tecnologías
convencionales. El estudio ha tenido en cuenta
tanto las limitaciones que surjan en el sistema
como las distintas restricciones en cuanto
a disponibilidad de recursos, ambientales,
usos del suelo y acoplamiento temporal demanda-generación-transporte.
Greenpeace insta a los partidos
políticos a comprometerse a poner en
marcha en el primer año de la legislatura
2008-2102 un plan de abandono progresivo de
la energía nuclear, estableciendo para
ello un calendario concreto de cierre de las
centrales nucleares que tomará como
base una vida útil de 25 años
para cada una de las instalaciones. En este
contexto, se concretará además
el cierre inmediato y definitivo de la central
de Santa Mª de Garoña, dado sus
graves problemas de seguridad nuclear.
El abandono de la energía
nuclear se deberá hacer potenciando
el ahorro y la eficiencia energética
y las energías renovables, la generación
distribuida y las redes de transporte y distribución
local.
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Activistas de Greenpeace
colocan en el New Flame una bandera con el
lema "Vertido diplomático"
La organización denuncia
que el pecio es un icono de la contaminación
que sufre la Bahía de Algeciras por
la desidia de los Gobiernos español
y gibraltareño
21 febrero 2008 - España — Activistas
de Greenpeace se han encaramado esta mañana
al New Flame para colocar una bandera con
el lema “vertido diplomático”. Con
esta acción, los ecologistas quieren
denunciar la ineficiencia de las administraciones
españolas y gibraltareña en
resolver el grave problema de contaminación
por petróleo que sufre la Bahía
de Algeciras (Cádiz).
Los Gobiernos de los dos
lados de la Bahía llevan seis meses
buscando culpables y en conflictos sobre la
jurisdicción de las aguas, mientras
el New Flame provocaba siete vertidos de combustible
(el día de la colisión, el 28
de agosto, el 29 de agosto, el 5 de septiembre,
del 20 al 26 de diciembre, el 1 de enero y
el 10 de febrero). En todo este tiempo no
han solucionado el problema y el barco sigue
aún siendo un riesgo potencial de nuevos
vertidos (en el último se recogieron
más de 70 Tn de residuos).
El caso del New Flame es
un paradigma de la contaminación crónica
por hidrocarburos que sufre la Bahía
de Algeciras por el incumplimiento en Gibraltar
de la normativa europea y la permisividad
de las administraciones españolas.
El Gobierno no presiona de forma contundente
en las diferentes instancias de la UE y del
Reino Unido para acabar con esta situación
de catástrofe ambiental.
Greenpeace lleva seis meses
preguntando al Gobierno español la
composición exacta de las 42.000 Tn
de chatarra que carga en sus bodegas. La primera
carta se envió el 13 de agosto a los
Ministerios de Medio Ambiente y Fomento. La
organización todavía no ha recibido
una respuesta.
El Estrecho de Gibraltar
es el punto de mayor tráfico marítimo
de la costa española. El Dispositivo
de Separación de Tráfico Marítimo
de Tarifa identificó en 2006 un total
de 96.186 buques, de los cuales 21.343 transportaban
mercancías peligrosas.
El New Flame estuvo repostando
de barco a barco
En la Bahía de Algeciras se mueven
unos 20 millones de toneladas de productos
petrolíferos al año. Es habitual
la presencia diaria de decenas de grandes
buques y petroleros en la bahía, tanto
por tráfico de las refinerías
de CEPSA, como para trasvase de productos
petrolíferos o carga de combustible.
Más de seis millones de toneladas se
utilizan en operaciones de repostaje barco
a barco.
El New Flame entró
en Gibraltar a las 10 de la noche del 11 de
agosto para repostar con una gabarra de la
empresa Gibunco, que opera en aguas del Peñón.
Tras llenar los depósitos salió
del puerto en la madrugada del 12 de agosto.
Este tipo de situación,
de entrar por unas horas a repostar, se repite
constantemente en la Bahía, lo que
hace que exista un riesgo permanente de catástrofe
y vertidos casi continuados de hidrocarburos.