21 febrero 2008 - Internacional
— Cada año el gobierno japonés
gasta 4,7 millones de dólares de sus
contribuyentes para subsidiar a la
industria ballenera. Una reciente encuesta
de opinión, encargada por Greenpeace,
revela que el 87% del público japonés
ignora este hecho.
Más aún, las encuestas muestran
que el 71% de los japoneses no apoya la caza
de ballenas de su país en aguas internacionales,
lo que representa un aumento del 69% desde
2006.
La encuesta fue dirigida
por el Centro de Investigación Japonés,
miembro de la Asociación Internacional
Gallup, y el sondeo fue realizado sobre 1000
personas de entre 15 y 60 años, desde
el 18 al 23 de enero.
Se encontró que sólo
el 31% de la población apoya la caza
de ballenas, el 25% se opone, y el 44% no
tiene una opinión formada.
Los bajos niveles de apoyo
a la caza de ballenas y el fuerte rechazo
a cazar en aguas internacionales contrastan
fuertemente con las afirmaciones de la Agencia
Japonesa de Pesca, -cuyos permisos admiten
la llamada caza “científica”- que dice
estar actuando en defensa de las tradiciones
culturales japonesas.
Es claro que ellos no cuentan
con un apoyo importante a la caza de ballenas
sino que por el contrario operan en contra
de la voluntad mayoritaria de los japoneses.
Sorprendentemente, el 87%
de los encuestados no sabía que los
yen ganados con su trabajo, estaban siendo
malgastados en subsidiar la violación
del Santuario Ballenero Austral que anualmente
realiza la Agencia Japonesa de Pesca.
Incluso desconocen el plan
de su gobierno que incluye el gasto de entre
14 y 21 billones de yen (entre 125 y 188 millones
de dólares) del dinero de los contribuyentes
para construir un nuevo buque factoría
en reemplazo del actual de la flota ballenera,
el Nisshin Maru.
La industria ballenera pierde
peso en Japón
Mientras nuestras oficinas
de todo el mundo presionan a sus gobiernos
para que asuman una postura conservacionista
sobre la caza de ballenas japonesa en la próxima
reunión de la Comisión Ballenera
Internacional (CBI) que se realizará
en Chile en junio de este año, nuestra
campaña en Japón está
creciendo.
Greenpeace Japón
le ha pedido a los supermercados y restaurantes
que no ofrezcan carne de ballena, y ha logrado
una respuesta positiva de 3 de las 5 primeras
cadenas de supermercados. “Watami”, una famosa
cadena de pubs, con más de 600 restaurantes
en todo Japón, también ha confirmado
que este tipo de carne está fuera de
su menú.
Cada vez menos gente come
carne de ballena en Japón, de acuerdo
a la baja en la demanda y a una reserva de
alrededor de 4000 toneladas de carne sin venderse.
En un intento desesperado de los burócratas
de la Agencia Japonesa de revertir la tendencia
y crear un apoyo artificial a sus impopulares
productos, esta carne ha sido subsidiada,
incluida en los menús escolares y usada
como alimento para perros.
Un cambio en los medios
Cuando a principios de este
año nuestro barco “Esperanza” detuvo
a la flota ballenera en el Mar Antártico
por 14 días, tras perseguir al buque
factoría de la flota, el tráfico
del sitio de Greenpeace Japón creció
hasta tal punto que se generaba más
tráfico en una hora de lo que usualmente
se generaba en un día.
Estamos presenciando también
un cambio en el escenario de los medios en
Japón. Hay menos referencias a Greenpeace
como “terroristas” y más diarios y
canales de televisión reconocen nuestro
compromiso con la no violencia.
Diarios y revistas de Japón
que en el pasado se mantuvieron al margen
o apoyaron la caza también están
empezando a cuestionar la conveniencia de
cazar en el Santuario Ballenero Austral.
Responsabilidad diplomática
Usualmente, la Agencia Japonesa
de Pesca evita referirse a la caza de ballenas,
dejándole ese trabajo a su agente de
prensa en Nueva Zelanda, Glenn Ingwood.
No obstante, este año
hemos visto los resultados de la creciente
presión diplomática cuando el
Ministerio de Relaciones Exteriores japonés
y el Primer Ministro se sintieron obligados
a responder. “El tema de las ballenas es una
cuestión de cada país”, dijo
el Primer Ministro Yasuo Fukuda y aclaró
que “es importante abordar el tema con tranquilidad”.
Los problemas diplomáticos
se están profundizando, sobre esto
escribió recientemente un corresponsal
de la BBC en Tokyo:
“Los funcionarios del Ministerio
de Relaciones Exteriores de Tokio, que son
los que deben defender la caza de ballenas
en nuestros canales y en otros, con frecuencia
admiten por lo bajo - una vez que se apaga
la cámara y se desconectan los micrófonos-
que no es un tema que les interese. Su frustración
no se debe a los entrevistadores, quienes
a menudo les cuestionan que defiendan lo indefendible.
Son sus compañeros administrativos
del Ministerio de Pesca los que les están
complicando la vida al continuar con el apoyo
a una industria ballenera que mancha la reputación
de Japón en todo el mundo”.
Una importante revista de
negocios, Shukan Toyo, hace poco escribió:
“La postura de los conservadores pro-caza
puede ser una abertura a un nacionalismo cerrado.
Finalmente, esto podría ir en detrimento
de los intereses nacionales. Quizás
los japoneses necesiten esta oportunidad de
reconsiderar el tema ballenero por sí
mismos”.
Canon puede terminar con
la caza de ballenas
No son sólo los políticos
los que deben asumir responsabilidades. Como
parte de nuestra campaña, le estamos
pidiendo al Presidente de Canon, Fujio Mitarai,
que use su lugar como Presidente de la influyente
Federación Japonesa de Negocios (Nippon
Keidanren) para exigir el fin de la caza de
ballenas en aguas internacionales.
Canon es famoso por haber
utilizado a la naturaleza como una herramienta
de marketing para sus cámaras fotográficas
por más de 25 años. Si Canon
asume seriamente el concepto de Responsabilidad
Social Empresaria (RSE), no debe perder la
oportunidad de usar su corporación
para oponerse a investigaciones que suponen
la muerte de estos cetáceos.
Con la decisión de
retroceder en sus planes de matar a ballenas
jorobadas, este año los balleneros
están a la defensiva por primera vez
en décadas. Ahora es el momento de
que todos presionemos a los empresarios japoneses
y a los oficiales del gobierno para que se
unan a Greenpeace y al 71% de la población
japonesa, y exijan un fin para el programa
de caza “científica” en el Mar Antártico.
+ Más
MINISTRA DEL MEDIO AMBIENTE
VALORÓ LABOR DE VOLUNTARIO CHILENO
DE GREENPEACE QUE PERSIGUIÓ FLOTA BALLENARA
JAPONESA EN AGUAS DE LA ANTÁRTICA
21 febrero 2008 - Chile
— La Ministra del Medio Ambiente, Ana Lya
Uriarte, felicitó esta mañana
al voluntario chileno de Greenpeace, Gustavo
Vergara, quien permaneció durante tres
meses a bordo del barco “Esperanza”, persiguiendo
la flota ballenera japonesa desplegada en
aguas de la Antártica.
Secretaria de Estado reiteró
el llamado a la ciudadanía para que
se sumen a la campaña de recolección
de firmas en contra de la caza de ballenas,
en el sitio web: www.conama.cl
Para la Secretaria de Estado,
“se trata de una oportunidad única
para expresar a nombre de todos los chilenos
y chilenas nuestra admiración por el
trabajo realizado por Gustavo durante estos
tres últimos meses en los mares australes.
Sin duda alguna el representa el clamor que
todo el mundo está haciendo para evitar
la captura de estos cetáceos por parte
de Japón, quien anunció recientemente
la reanudación de la caza de ballenas
en aguas del Santuario Ballenero del Océano
Austral, como parte de su programa de cacería
científica”.
Gustavo Vergara, el activista
chileno a bordo del barco Esperanza de Greenpeace
dijo “estar agradecido de la posición
de conservación adoptada por el gobierno
chileno y esperamos que esta postura permita
la transformación de las aguas nacionales
en un Santuario ballenero. Agradezco esta
recepción de la Ministra de Medio Ambiente
ya que demuestra su preocupación y
es una señal que indica que la conservación
de los cetáceos es un tema país”.
No a la investigación
“prehistórica”
En la oportunidad, la Ministra
del Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, solicitó
una vez más gobierno japonés
para que cancele de manera inmediata la caza
de ballenas, calificando la investigación
que lleva adelante Japón como “prehistórica”.
“Cuando hablamos de una
caza de más de mil especies ciertamente
nos preguntamos qué tipo de investigación
prehistórica es aquella que estamos
presenciando. De manera que es nuestro deber
manifestar nuestro rechazo a la medida. Los
chilenos decimos no a esta captura”, sostuvo
Uriarte.
Cabe destacar que en el mes de junio se desarrollará
en Chile la próxima Comisión
Ballenera Internacional que congregará
a más de 100 países, y en donde
se discutirán los estados de conservación
de las ballenas y el polémico programa
denominado “científico” por parte de
Japón. “Chile en calidad de anfitrión
de este evento tiene una oportunidad histórica
de tomar el liderazgo en las negociaciones
sobre conservación, la creación
de santuarios y usos no letales de las ballenas”,
puntualizó por su parte Gustavo Vergara.
Por último, la Ministra
del Medio Ambiente reiteró el llamado
a la ciudadanía para que se sumen a
la campaña de recolección de
firmas en contra de la caza de ballenas, a
través del sitio.