28 Feb 2008 - La red Natura
2000 continúa siendo una gran desconocida
en nuestro país. Gran parte de la información
que circula sobre ella no se
ajusta a la realidad, sino que busca generar
controversia obedeciendo a intereses ajenos
a la conservación. Un nuevo y riguroso
informe de WWF/Adena revela las verdaderas
implicaciones de la red y desmonta uno a uno
los mitos falsos que tantos conflictos están
generando en muchos puntos de España.
WWF/Adena lanza hoy su informe
“Mitos sobre la red Natura 2000” con el objetivo
de aclarar cuáles son las limitaciones
y oportunidades reales que encierra esta red
europea de espacios protegidos para quienes
habitan en ellos.
La polémica prende
fácil en un terreno abonado por el
desconocimiento y aún sigue existiendo
en nuestro país una gran confusión
entre amplios sectores de la sociedad sobre
lo que significa la red Natura 2000. La gente
sigue preguntándose si pueden expropiarles,
si se prohíbe la ganadería o
el regadío, así como si se puede
cazar, o si resulta posible construir nuevas
carreteras en estas zonas.
El informe de WWF/Adena
aclara las dudas más comunes que circulan
sobre el desarrollo en la red de actividades
agrícolas y ganaderas en la red, así
como cinegéticas. También trata
a fondo el tema del urbanismo y la propiedad
privada, de la construcción de nuevas
infraestructuras y de las fórmulas
de financiación de esta red.
A pesar de lo mucho que
se ha repetido que España cuenta con
una gran superficie protegida, lo cierto es
que, aun teniendo importantes valores ambientales
(el 65% de los hábitats, el 50% de
los vertebrados y el 60% de las plantas de
la UE están en España), no es
el país europeo con mayor porcentaje
de su terreno protegido como Natura 2000.
Ganadería y agricultura
Hay que subrayar que la red no va a ser el
fin de las actividades agrícolas o
ganaderas existentes. Es más, gracias
a ellas se han podido conservar muchas especies
y hábitats protegidos. Por ello, la
conservación de la red Natura 2000
necesita, en la mayoría de los casos,
de la protección de las actividades
tradicionales.
Caza
Cabe recordar que la caza no está prohibida
en la red Natura 2000. La normativa actual
tan sólo impide la caza con plomo en
humedales de la red Natura 2000, por ser este
el causante del envenenamiento de entre 30.000
y 50.000 aves al año. Otros países,
como Holanda y Dinamarca, ya han prohibido
el uso del plomo en todo su territorio.
Propiedad privada
Aunque en muchos medios de comunicación
se ha publicado que, debido a nuevos cambios
normativos se pueden expropiar los terrenos
en Natura 2000, la realidad es que esta protección
no permite hacerlo, a diferencia de los Espacios
Naturales Protegidos (Parques Naturales, etc),
en los que las Comunidades Autónomas
tienen esa posibilidad desde 1989, y sólo
la aplican en ocasiones muy excepcionales.
Nuevas infraestructuras
La red Natura 2000 tampoco impide la realización
de nuevas infraestructuras o industrias. La
normativa europea tan sólo indica que
cada actividad debe evaluarse para ver si
afecta negativamente a las especies y los
hábitats protegidos en ella.
Asimismo, WWF/Adena insiste
en su estudio en otro aspecto de interés,
los beneficios de la red. Además de
la recuperación de especies en peligro,
entre otros aspectos, es un buen reclamo para
el turismo rural que favorece el arraigo de
población. De igual modo, estas áreas
son prioritarias a la hora de recibir fondos
LIFE y también cuando se trata de atraer
ayudas a la agricultura y la ganadería.
Es, igualmente, una oportunidad para recibir
apoyo económico orientado a la gestión
sostenible de los montes y la forma de que
las zonas rurales más deprimidas, y
con sistemas de producción agrícolas
tradicionales, se conviertan en verdaderos
aliados de la naturaleza.
Cristina Rabadán,
Responsable de red Natura 2000 de WWF/Adena,
apunta: “La Red Natura 2000 no puede ser considerada
como un obstáculo para el hombre, sino
todo lo contrario, es una oportunidad para
las áreas rurales, particularmente
para las más desfavorecidas”. Y continúa:
“Lo que hace única a esta iniciativa
europea es su filosofía de conservar
los valores naturales en el continente a través
de una red coherente de espacios protegidos,
donde la actividad humana debe estar plenamente
integrada. Algo que había ocurrido
en nuestro país hasta hace muy poco
y que debemos seguir conservando por el bien
de nuestro patrimonio natural”.