Febrero
2008..- WWF alerta que el Desierto Chihuahuense,
impresionante escenario de dos de los filmes
ganadores del Oscar, puede cambiar de manera
definitiva si no se toman acciones inmediatas.
El Desierto y sus ríos
están en riesgo crítico debido
a la actividad humana. “Este es uno de los
desiertos biológicamente más
ricos y diversos del mundo y los ríos
que fluyen por sus paisajes son su corriente
vital”, dijo Rob Shore, Director del Programa
de Agua Dulce de WWF-Reino Unido.
Las películas “Sin
Lugar para los Débiles”, ganadora de
cuatro Oscares y “Petróleo Sangriento”,
ganadora de dos Oscares, fueron filmadas en
y cerca de Marfa, Texas y otras localidades
del Desierto Chihuahuense, una ecorregión
que se extiende por 630,000 km2, atravesando
los estados mexicanos de Chihuahua, Coahuila,
Nuevo León y San Luis Potosí,
hasta el suroeste de los Estados Unidos, en
Arizona, Nuevo México y Texas.
Ríos y animales en
riesgo
El caudal del Río
Bravo/Grande, una fuente de agua crucial para
los ecosistemas únicos del Desierto,
ha disminuido al grado de que en 2001 no logró
alcanzar el mar por un periodo de cinco meses.
El río Conchos, principal
tributario del río Bravo/Grande, sufre
de una creciente sobre-explotación
que puede llevar a la extinción de
la Trucha del Conchos, una especie en peligro
crítico.
“A primera vista puede parecer
que no es el caso, pero en donde sea que estos
paisajes silvestres y prístinos se
encuentren en el Desierto, existe una fuente
de agua –no sólo ríos y arroyos,
sino también vastos depósitos
de aguas subterráneas, también
conocidos como acuíferos, que estos
ríos abastecen”, explicó Shore.
La cuenca del río
Bravo/Grande, el quinto más largo de
Norteamérica, abarca 46´700,000
hectáreas. Alimentado por el Río
Conchos, atraviesa el Desierto Chihuahuense,
ayudando a mantener una excepcional red de
biodiversidad, que incluye una quinta parte
de las especies de cactáceas del mundo,
más de 250 especies de aves y 200 de
peces y 120 de reptiles y 25 de anfibios.
Sin embargo, esta vida silvestre
está desapareciendo gradualmente y
los lobos, venados, jaguares e incluso osos
negros que alguna vez habitaron la región,
han sido prácticamente limitados a
unas cuantas localidades.
Las presiones
Los extensos paisajes del
Desierto, apreciados por la industria fílmica,
están siendo alterados por el cambio
de uso del suelo para fines agrícolas
o ganaderos y un aumento en la demanda de
agua potable, lo que ha llevado a elevados
niveles de extracción de agua.
Lo anterior tiene un impacto
significativo en la sedimentación de
los ríos, canales, planicies y bosques.
Como un resultado de grandes esquemas de irrigación,
la agricultura consume actualmente hasta 90%
del agua de la región. Virtualmente
nada es dejado para la naturaleza, en particular
en los años secos.
Como resultado de los bajos
niveles de agua, la concentración de
contaminantes es tan elevada que numerosos
peces han muertos y el bajo Río Bravo/Grande
sufre de salinización. De hecho, algunas
especies de peces marinos están invadiendo
tanto como 400 km río arriba, y la
creciente salinización del río
ha desplazado ya a 32 especies de peces nativos
de agua dulce.
WWF trabaja con comunidades
y gobiernos
WWF trabaja junto con los
gobiernos de México y Estados Unidos,
las autoridades locales, los agricultores
y las comunidades a lo largo de la cuenca
del río para restaurar y conservar
sus hábitats y su caudal. Los programas
están orientados a influir legislaciones
clave para asegurar que el agua sea valorada
y que se recompensan las buenas prácticas
de manejo de este recurso.
“WWF está trabajando
para restaurar el flujo de los ríos
del Desierto Chihuahuense a través
del manejo integrado, la restauración
de hábitats para mejorar la calidad
y cantidad del agua, y está ayudando
a encontrar un balance justo y equitativo
entre los diferentes usuarios del agua, desde
los agricultores de gran escala y los habitantes
de las ciudades hasta remotas comunidades
indígenas y la vida silvestre”, dijo
Shore.