06 Mar 2008
- Japón lograría mejor ciencia
ballenera dejando de matar ballenas, apunta
WWF/Adena en un encuentro preparatorio clave
de la Comisión Ballenera Internacional
que se está celebrando en estos momentos
en Londres.
La Dra Susan Lieberman,
Directora del Programa de Especies de WWF
Internacional y responsable de la delegación,
ha instado a Japón a reconocer que
la ciencia ha avanzado mucho desde que se
aprobó una excepción legal en
la Convención Internacional para la
Regulación de la Caza de Ballenas.
A través de ella, a pesar de que la
caza estaba prohibida, se concedieron permisos
a determinados gobiernos autorizándoles
a practicar esta investigación científica
“letal”.
Esta excepción legal,
de 61 años de antigüedad, es la
base del programa presuntamente científico
para investigar las ballenas, que sólo
produce carne, pero no resultados, según
la Dr. Lieberman.
En aquellos tiempos, matar
ballenas era la única forma de conseguir
parte de la información biológica
más básica de estos cetáceos.
De hecho, algunos de estos datos fueron usados
para acordar las cuotas de capturas. Sin embargo,
hoy hay mucha más información
fiable y disponible que se obtiene usando
métodos mejores y más novedosos
con el fin de recoger datos sobre estas criaturas,
sin necesidad de matarlas.
“¿Qué clase
de iniciativa científica es esta que
usa la metodología más obsoleta
para generar tan pocos datos publicados, tan
escasas pistas sobre las ballenas y una información
tan insignificante e inútil sobre la
forma de gestionar las ballenas?”, se pregunta
la Dra. Susan Lieberman.
Así, en la Sesión
preparatoria de la Comisión Ballenera
Internacional, que ha empezado hoy en Londres,
WWF/Adena urge a Japón a dejar de abusar
del permiso de excepción especial de
la Convención Internacional para la
Regulación de la Caza de Ballenas para
seguir practicando la caza comercial bajo
el falso paraguas de la investigación.
Los gobiernos integrantes
de la Comisión Ballenera Internacional
deben asegurar que la investigación
se realiza con las técnicas más
modernas y consensuadas, de forma que la credibilidad
de la propia CBI sobre este tema se siga manteniendo.
Los continuos abusos de Japón son una
ofensa para la ciencia legítima.
CONSIDERACIÓN DE
LAS OTRAS AMENAZAS DISTINTAS DE LA CAZA DE
BALLENAS
En su declaración
ante la reunión, WWF/Adena instó
a los gobiernos parte a “considerar atenta
y consistentemente a las otras amenazas, aparte
de la caza de ballenas”.
Las ballenas se enfrentan
a amenazas generalizadas debidas a las alteraciones
del hábitat y al cambio climático,
así como otras más concretas
como pueden ser la sordera y el desplazamiento
causados por las perforaciones petrolíferas
y de gas y otros desarrollos industriales,
o la captura accidental y el descarte por
la industria pesquera.
La Dra. Lieberman añadió:
“Para algunas especies de cetáceos,
la mayor amenaza procede de la captura accidental.
Se ha estimado que más de 300.000 ballenas
y delfines mueren cada año en las artes
pesqueras. Algunas especies de cetáceos
críticamente amenazadas sólo
podrán sobrevivir si se toman rápidas
medidas de cooperación internacional”.
La nueva iniciativa de WWF/Adena
contra la captura accidental (bycatch) demuestra
la existencia de artes de pesca nuevas y prácticas
diseñadas para evitar las capturas
accidentales.
Las poblaciones de casi
todas las grandes ballenas permanecen en niveles
anormalmente bajos , herencia de la caza insostenible
de ballenas que se practicó durante
los dos siglos anteriores.
Como mamíferos de
vida larga y ciclos reproductivos lentos,
las ballenas necesitan décadas para
recuperarse de una caída poblacional.
Algunas poblaciones sobreviven a duras penas
con unos pocos cientos de individuos al borde
de la extinción.
El objetivo de WWF/Adena
es garantizar que poblaciones viables de todos
los cetáceos ocupen sus áreas
de distribución históricas,
cumpliendo su misión de mantener la
integridad de los ecosistemas oceánicos.
Coral García Barón