10 marzo
2008 - Santa Cruz, Argentina — Reclamamos
medidas urgentes para mitigar el cambio climático.
En Argentina exigimos la prohibición
de lámparas incandescentes para el
año 2010.
Con una contundente evidencia
fotográfica, hoy revelamos el impactante
retroceso del glaciar Viedma, ubicado en la
provincia de Santa Cruz, que podría
desaparecer en las próximas décadas
de continuar la tendencia de aumento de la
temperatura terrestre provocada por el Cambio
Climático global.
La imagen del glaciar Viedma,
prácticamente desaparecido en relación
con la vista que presentaba en 1930, renueva
nuestro llamado de atención sobre el
dramático proceso de calentamiento
global y nuestro reclamo de la adopción
de urgentes medidas en materia de eficiencia
energética.
El glaciar Viedma pertenece
al sistema Hielo Continental Patagónico
Sur (HPS) que cubre la cordillera austral
a lo largo de 350 kilómetros. De este
campo se desprenden 13 grandes glaciares y
190 glaciares menores.
El director del Instituto
Argentino de Nieves, Glaciares y Ciencias
Ambientales de Mendoza (IANIGLIA) e investigador
del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
y Técnicas (CONICET), Ricardo Villalba,
quien participó de la expedición
en la que documentamos el retroceso del glaciar
Viedma, señaló que “en los últimos
20 años los glaciares a lo largo de
la Patagonia han disminuido en su extensión
entre un 10 y un 20 por ciento”.
Según Villalba, “de
continuar estas tendencias, que se esperan
que aumenten durante los próximos años,
muchos de los glaciares más pequeños
de la Patagonia podrían desaparecer
en los próximos 20 o 30 años”.
El Glaciar Viedma es un
ejemplo representativo de lo que está
sucediendo en todos los glaciares del Sur,
la pérdida de masa resulta evidente
cuando se comparan las imágenes fotográficas
de 1930 con las actuales. Según estimaciones
científicas, el Glaciar Viedma ha perdido
volumen en su relación masa/ altura,
en aproximadamente 50 metros de espesor y
cerca de 1 kilómetro en longitud. Una
situación similar había sido
registrada en imágenes nuestras del
año 2004 en relación con el
Glaciar Upsala.
“Los glaciares son un verdadero
termómetro del Cambio Climático,
el impactante estado actual del Glaciar Viedma
marca la tendencia que irreversiblemente tendrán
los glaciares en la Argentina de continuar
el aumento de la temperatura global de la
Tierra”, explicó Rosario Espina, coordinadora
de la Campaña contra el Cambio Climático
de Greenpeace Argentina.
Al mismo tiempo que destacamos
la situación de retracción de
los glaciares, reclamamos por la adopción
de medidas de mitigación del Cambio
Climático, particularmente en materia
de eficiencia energética, tal como
lo estamos haciendo actualmente por la prohibición
de la comercialización de las lámparas
incandescentes para el año 2010.
“El Cambio Climático
nos obliga a actuar rápidamente y con
contundencia, no tenemos demasiado tiempo,
por eso reclamamos la prohibición de
las lámparas incandescentes”, explicó
Espina. “Las bombitas incandescentes son un
despilfarro de energía y una contribución
al Cambio Climático dada la enorme
cantidad de energía que utilizan”.
A finales del año
pasado la Organización Meteorológica
Mundial confirmó que la década
1998-2007 había sido la más
cálida registrada hasta ahora y según
los datos publicados por el Goddard Institute
for Space Studies (NASA), el año 2007
superó a 1998 como segundo año
más cálido registrado hasta
ahora, con una temperatura promedio global
de 14,57° C. La temperatura promedio global
de 2007 se ubica en 0,8°C por encima del
promedio entre 1881 y 1910 (pre-industrial).
“Al mundo le quedan ocho
años para revertir la actual tendencia
de aumento de las temperatura global. Si no
se adoptan medidas urgentes en el corto plazo,
atravesaremos un límite muy peligroso
al provocar un aumento de mas de 2°C respecto
de las temperaturas preindustriales”, sostuvo
Espina.
Nuestra propuesta es alcanzar
una reducción global de las emisiones
de gases de Efecto Invernadero del 50% para
el año 2050 para lograr la estabilización
climática durante este siglo. Esa reducción
de emisiones debe comenzar rápidamente
para que el máximo de la elevación
de la temperatura global no supere los 2°C,
ese pico de temperatura debería ocurrir
antes del 2015 y comenzar a descender y estabilizarse
durante el resto del siglo.
“Para lograr estas metas
es imprescindible que las acciones en los
próximos años sean drásticas
en materia de reducción de emisiones,
la eficiencia energética es una herramienta
poderosa que permite lograr reducciones en
el corto plazo”, destacó Espina.
A nivel global, reclamamos
la continuidad del Protocolo de Kyoto y que
se adopten severas medidas de reducción
para el año 2020 en el mundo industrializado,
al mismo tiempo que la demanda creciente de
energía en los países en desarrollo
debe satisfacerse del modo más eficiente
y adoptando las tecnologías más
modernas, como es el caso de las tecnologías
de iluminación de bajo consumo.