25
marzo 2008 - Finlandia — La central nuclear
de Olkiluoto-3, en construcción en
Finlandia, el buque insignia del tan cacareado
“renacimiento” nuclear, hace aguas por todos
lados: oficialmente se reconoce que acumula
ya 2 años de retraso sobre el calendario
previsto y un sobrecoste de 1.500 millones
de euros sobre lo inicialmente presupuestado.
Y eso que lleva sólo 2 años
de construcción…
El EPR (European Pressurized
Reactor), el modelo de reactor que la multinacional
francesa AREVA, de titularidad pública1,
está construyendo en Finlandia, es
un clarificador ejemplo de lo caro y arriesgado
que resulta invertir en energía nuclear.
En el 2001, AREVA hizo grandes
promesas sobre el proyecto del reactor EPR
de Olkiluoto-3. De acuerdo a estas promesas,
el reactor iba a ser construido en un tiempo
récord de 4 años (el tiempo
medio de construcción de los reactores
nucleares terminados entre 1995 y 2000 fue
de 116 meses, es decir cerca de 10 años).
Y se aseguró que el coste que tendría
el reactor de Olkiluoto-3 sería de
2.500 M€, y que además no se necesitaría
recurrir a apoyos estatales ni a subsidios
de ningún tipo. La industria nuclear
hablaba entonces del “renacimiento nuclear”:
el EPR de Olkiluoto-3 sería su buque
insignia.
Pero la realidad pinta muy
diferente en 2008, 7 años después
del lanzamiento público del “renacimiento
nuclear”. La construcción del reactor
empezó en 2005, y tan sólo 2
años más tarde, en 2007, la
propia AREVA anunciaba oficialmente en su
página web que la terminación
del reactor de Olkiluoto-3 se retrasaría
por 2 años. Mientras tanto, el coste
de la construcción del reactor se ha
ido a más allá de los 4.000
M€.
A pesar de las declaraciones
previas de la industria nuclear de que el
reactor no requeriría apoyos financieros
estatales, los bancos públicos de Suiza
y Francia han tenido ya que realizar fuertes
préstamos para la construcción
del reactor. Y, por si fuera poco, lo que
agrava aún más la situación,
es que se han detectado ya más de 1.500
defectos de diseño y desviaciones de
calidad en el reactor, que genera grandes
preocupaciones sobre la seguridad del reactor.
Sin duda, el EPR es un gran
fiasco económico. El socio de AREVA
en el EPR, la compañía alemana
Siemens, reconoció oficialmente el
pasado 17 de marzo que en este último
trimestre ha tenido 900 M€ (millones de euros)
de costes inesperados en un conjunto de proyectos.
De estos, 600 M€ lo han sido en la División
de Energía. Al respecto, el periódico
finés Uusi Suomi hace referencia a
temores, expresados por responsables alemanes
de la compañía que no se identifican,
que el grueso de esta cantidad proceda de
la construcción de Olkiluoto-3. En
este medio se cita al Director Ejecutivo (CEO)
de Siemens, Peter Löscher, afirmando
que en Siemens están muy descontentos
con Olkiluoto-3 pero que no tienen ni idea
de cuánto finalmente costará.
La energía nuclear
perdió hace muchos años la batalla
de la competitividad económica en unos
mercados energéticos cada vez más
liberalizados. No en vano, vista la experiencia
en EE.UU., la prestigiosa revista Forbes calificó
a la energía nuclear como “el mayor
fiasco en la historia económica norteamericana”.
Así mismo, el Banco Mundial y otros
bancos multilaterales no financian desde hace
tiempo proyectos nucleares, por no ser una
opción eficiente en coste.
En Europa, aparte de Finlandia,
sólo Francia está construyendo
actualmente un reactor, en estado aún
incipiente. Lituania, Rumania, Eslovaquia
y Bulgaria tienen planeado construir alguna
otra. Por otro lado, Alemania y Suecia tienen
programas activos de abandono de la energía
nuclear. Otros 12 países no apostaron
por la nuclear en su mix energético
o la abandonaron hace tiempo (como Italia
o Austria). Los demás mantienen una
moratoria o han anunciado la intención
de cerrar su parque nuclear. Este último
es el caso de España, si el PSOE y
José Luis Rodríguez Zapatero
finalmente cumplen su compromiso y no terminan
defraudando a los ciudadanos.
En efecto, el PSOE ganó
las elecciones generales del pasado 9 de marzo,
haciendo uso de una serie de promesas como
la de cerrar las centrales nucleares de forma
progresiva y sustituir su aportación
energética por “energías limpias,
seguras y menos costosas”, como reza su programa
electoral a las Elecciones Generales 20082.
Y lo tiene fácil,
si quiere, si hay voluntad política,
pues la viabilidad técnica y económica
de un sistema de generación eléctrica
basada al 100% en energías renovables,
que nos permitiría luchar de forma
eficaz contra el cambio climático al
tiempo que se abandona la energía nuclear,
es un hecho ya comprobado científicamente.
En efecto, el informe Renovables
100% del Instituto de Investigaciones Tecnológicas
(IIT) de la Universidad Pontificia Comillas,
encargado por Greenpeace, ha demostrado, mediante
un profundo análisis técnico,
que existen numerosas combinaciones de las
distintas tecnologías renovables (solar
termoeléctrica, eólica terrestre,
eólica marina, biomasa, solar fotovoltaica,
hidroeléctrica, energía de las
olas y geotérmica) que permitirían
satisfacer al 100% la demanda eléctrica
peninsular, las 24 horas del día y
los 365 días del año, a un coste
menor que el de un sistema basado en las tecnologías
convencionales. El estudio ha tenido en cuenta
tanto las limitaciones que surjan en el sistema
como las distintas restricciones en cuanto
a disponibilidad de recursos, ambientales,
usos del suelo y acoplamiento temporal demanda-generación-transporte.
1.- Areva es mayoritariamente
pública, controlada por el Estado francés.
Un 78% de su capital es propiedad del Comisariado
de la Energía Atómica, de titularidad
Estatal; EdF, la eléctrica francesa,
también con control Estatal, ostenta
el 2,42%.
2.- El Programa Electoral
del PSOE dice: “Mantendremos el compromiso
de sustitución gradual de la energía
nuclear por energías seguras, limpias
y menos costosas, cerrando las centrales nucleares
de forma ordenada en el tiempo al final de
su vida útil, dando prioridad a la
garantía de seguridad y con el máximo
consenso social, potenciando el ahorro energético
y las energías renovables, la generación
distribuida y las redes de transporte y distribución
local”