10
abril 2008 - DF, México — El anteproyecto
del documento no ofrece un marco de bioseguridad
para resguardar las zonas de producción
de maíz tradicional en nuestro país
que es centro de origen, denuncia Greenpeace.
El Régimen de Protección
Especial al maíz que fue enviado por
la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (Semarnat) y la Secretaría
de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)
a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria
(Cofemer) no ofrece un marco de bioseguridad
para resguardar las zonas de producción
de maíz tradicional.
Por el contrario, éste
pone en riesgo las variedades criollas del
grano, que es patrimonio natural de los mexicanos,
denunció Greenpeace. Además,
no establece un periodo para comentarios por
parte de los distintos sectores que se verían
involucrados ante cualquier accidente que
devenga de la liberación de transgénicos
al medio ambiente.
El Protocolo de Cartagena
sobre seguridad de la biotecnología,
del cual México es signatario, establece
en su artículo 23, el compromiso de
celebrar consultas públicas para el
proceso de adopción de decisiones en
relación con organismos genéticamente
modificados, así como de dar a conocer
al público el resultado de dichas decisiones.
“Es necesario que el gobierno
federal garantice la participación
de todos los sectores de la sociedad, para
asegurar que el Régimen de Protección
Especial del Maíz reconozca la importancia
de este grano como una de las principales
fuentes de alimentación y no únicamente
como una mercancía que engrosará
los bolsillos de la industria biotecnológica”,
demandó Aleira Lara, coordinadora de
la campaña de agricultura sustentable
y transgénicos de Greenpeace México.
Greenpeace demanda la implementación
de un Régimen que proteja al maíz,
"que esté concebido como asunto
de seguridad nacional, que aplique el principio
precautorio, que garantice la conservación
in situ y ex situ de la diversidad del maíz;
que esté construido con la opinión
de las comunidades rurales e indígenas
y con la participación de académicos,
consumidores, productores, científicos
y los diferentes niveles de gobierno. No queremos
la simulación de un régimen
de protección al maíz que sólo
atienda a los intereses de la industria biotecnológica”,
concluyó Lara.
¿Por qué no
a los transgénicos?
México es centro
de origen del maíz y todo el territorio
nacional es centro de diversidad de dicho
grano. Este hecho no es considerado por la
Semarnat y la Sagarpa en el anteproyecto del
Régimen de Protección Especial
al maíz, que no plantea cómo
se evitará la contaminación
transgénica de este importante grano.
Recomendaciones:
• Detener todas las fuentes de contaminación
sin afectar a los productores mexicanos.
• Mantener la moratoria a las siembras experimentales
de maíz transgénico.
• Implementar un plan de remediación
o limpieza del maíz contaminado.
• Implementar programas de apoyo a la agricultura
campesina tradicional, particularmente a la
siembra y valoración de las variedades
criollas mexicanas.
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Greenpeace pide explicaciones
urgentes al CSN por el accidente radiactivo
de la Central Nuclear de Ascó
05 abril 2008 - España
— Encontrados niveles importantes de contaminación
radiactiva por Cobalto en los tejados, vallados
y otras partes de la instalación nuclear.
El accidente, que parece haberse producido
hace meses, implica un fracaso rotundo del
Plan de Vigilancia Radiactiva (PVRA) de la
central y de la Red de Vigilancia Radiactiva
Ambiental (REVIRA) del CSN.
Greenpeace ha podido conocer
hoy que se han detectado niveles importantes
de contaminación radiactiva (al menos
5 Curios) por partículas de cobalto,
manganeso y otros elementos, en el exterior
de la central nuclear de Ascó, en Tarragona.
La contaminación
radiactiva se ha encontrado de momento en
vallados, tejados y muchas otras zonas de
la instalación nuclear, y no se excluye
que se haya extendido más allá,
debido al viento y a las condiciones meteorológicas.
Según la información
de que dispone Greenpeace, el accidente puede
haberse debido a una fuga de ese material
radiactivo debido a un fallo en alguno de
los procesos de la depuración y filtrado
del agua sumamente radiactiva (que ha pasado
por el núcleo del reactor) durante
la pasada recarga de combustible (de octubre
de 2007). Por ello, según parece, el
titular (Asociación Nuclear Ascó-Vandellós,
ANAV) ya era conocedor del problema desde
hace tiempo.
De ser así, como
parece, que el accidente se produjo hace meses,
ello implica un fracaso rotundo del Plan de
Vigilancia Radiactiva (PVRA) de la central
nuclear de Ascó y de la Red de Vigilancia
Radiactiva Ambiental (REVIRA) del Consejo
de Seguridad Nuclear (CSN).
Greenpeace pide explicaciones
urgentes y detalladas al CSN, entre otras,
sobre las siguientes cuestiones:
* ¿Cómo y
cuándo se produjo el accidente?
* ¿Desde cuándo lo sabe el titular
(ANAV) y desde cuándo el CSN?
* ¿Por qué ha fallado la REVIRA
y el PVRA?
* ¿Hasta dónde se ha extendido
la radiactividad?
* ¿Qué medidas va a tomar el
CSN al respecto? (incluyendo medidas sancionadoras
a ANAV)