La ausencia de
información pública sobre el
suceso impidió que se alertara a tiempo
a la población y que se tomaran medidas
de protección, entre ellas anular la
visita de alumnos de varios colegios a la
central nuclear
15 abril 2008 - España
— Greenpeace, acogiéndose a la Ley
27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan
los derechos de acceso a la información,
de participación pública y de
acceso a la justicia en materia medio ambiental,
ha formulado más de 50 preguntas al
Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en relación
con el vertido de radioactividad en el medio
ambiente desde la central nuclear Ascó-1
el 29 de noviembre de 2007, a las que tendrá
que responder en el plazo máximo de
un mes.
Para Greenpeace, el total
esclarecimiento de los hechos ocurridos en
relación con el suceso es fundamental
para depurar las responsabilidades de los
titulares de la central y, en su caso, del
propio CSN. Las preguntas tratan, entre otros
aspectos, sobre el contenido de las instrucciones
existentes en los procedimientos de la central,
las acciones realizadas por los operarios
de la misma, el diseño de los sistemas
y su cumplimiento con los criterios de seguridad
y las bases de diseño aprobadas o la
notificación de los sucesos relevantes
para la seguridad a las autoridades para informar
de ello al público.
“Conocer lo que realmente
sucedió es necesario para que los ciudadanos
puedan reclamar la imposición de las
sanciones que correspondan de acuerdo con
la legislación nuclear, así
como para iniciar las acciones penales que
resulten pertinentes por delito medioambiental
y las reclamaciones por vía civil que
procedan de acuerdo con la legislación
vigente, en caso de acreditarse la existencia
de daños a las personas o al medio
ambiente causados por las radiaciones ionizantes”,
-ha declarado Carlos Bravo, responsable de
la campaña Nuclear de Greenpeace.
La ausencia total de información
pública sobre este suceso desde el
momento en el que se produjo la emisión
de radiactividad, en noviembre de 2007, y
el 5 de abril de 2008 (fecha en la que, tras
informar Greenpeace en primera instancia a
la opinión pública sobre este
accidente, el CSN emite su primera nota de
prensa al respecto) impidió que se
alertara a tiempo a la población y
que se tomaran medidas de protección
y vigilancia al respecto, entre ellas anular
la visita de alumnos del colegio de los Maristas
de Girona que se produjo tras el vertido de
la radiactividad al medio ambiente. Esta circunstancia,
además de constituir una grave negligencia
por parte de los titulares de la central,
dio lugar a que se expusiera a estos menores
a un riesgo radiológico innecesario
e indebido, teniendo en cuenta que no puede
descartarse la existencia de niveles de radiación
en el emplazamiento de la central que dieran
lugar a dosis por incorporación por
encima de los Límites de Incorporación
Anuales para el tramo de edad correspondiente
al de los citados alumnos del colegio Maristas.
Además, esta ausencia
de información pública sobre
el suceso es un evidente incumplimiento de
los principios de eficacia y transparencia
por los que deben regirse las Administraciones
Públicas, y contrario al espíritu
de Ley 15/1980 de creación del CSN,
en su redacción dada por la Ley 33/2007
de reforma del CSN; en concreto, un flagrante
incumplimiento de lo expresamente dispuesto
en el artículo 14 de dicha Ley.
La información que
el CSN y los titulares de la central han publicado
en los días pasados falta al rigor
debido y es totalmente insuficiente para dar
una explicación lógica del origen
y las causas del suceso, así como para
hacer una valoración de las consecuencias
radiológicas del mismo. Especialmente
criticable es la información dada por
el titular de la central, la Asociación
Nuclear Ascó-Vandellós (ANAV),
quien, desde el momento en que Greenpeace
hizo pública la existencia del vertido
y el CSN lo confirmó, ha tratado de
quitar toda la relevancia al mismo, en beneficio
de sus intereses económicos y para
tratar de evitar cualquier posible sanción.
Greenpeace exige al CSN
que deje de minimizar la trascendencia del
suceso y reconozca que la cantidad de radiactividad
de la que hasta ahora ha hablado en sus notas
de prensa sólo correspondería
a las partículas radiactivas sólidas
detectadas en los días anteriores a
su publicación, pero de ninguna manera
a la fuente total de radiación emitida
al medio ambiente.
Asimismo, Greenpeace lamenta
la actitud de la central nuclear de Ascó,
que aseguraba que la ingestión de toda
la radiación vertida al medio ambiente
no supondría ningún peligro
para la salud, algo que es radicalmente falso,
puesto que, como es bien sabido, no existe
un umbral mínimo para los efectos estocásticos
de la radiación ionizante, incluso
aunque la radiactividad estuviera por debajo
de los límites reglamentarios, algo
que como poco está por demostrar. Adicionalmente,
la radiación de alguna de las partículas
sólidas detectadas en algún
caso es superior a los 18.000 Bq a la fecha
de su detección, cantidad que por si
sola supera los límites de Incorporación
anual por Cobalto-60 aplicables a miembros
del público en los tramos de edad más
bajos.
La cuantificación
precisa de la fuente radiactiva emitida al
medio ambiente a fecha de 29 de noviembre
de 2007 es esencial para valorar el riesgo
radiológico al que se ha sometido al
público, a los trabajadores y al medio
ambiente, pero, además, es esencial
a los efectos de la cualificación de
las infracciones que haya podido cometer la
central nuclear en virtud de lo dispuesto
en los artículos 87.3 y 4 de la Ley
25/1964, sobre la energía nuclear,
en la redacción que se da a este artículo
en el artículo 12 de la Ley 33/2007.
+ Más
Ecologistas en Acción
y Greenpeace se oponen al trasvase del agua
del Ebro a las cuencas internas de Catalunya
a través del minitrasvase con la excusa
de la sequía
15 abril 2008 - España
— Ante la inminencia del acuerdo entre el
Gobierno de la Generalitat y el de España
para solucionar la falta de recurso hídrico
asociado a la sequía, Ecologistas en
Acción y Greenpeace se oponen enérgicamente
a la actual propuesta de suministrar agua
a las Cuencas Internas de Catalunya a través
de la prolongación del minitrasvase.
Ambas organizaciones ecologistas
han criticado hoy el último plan del
Gobierno para proveer de agua utilizando la
infraestructura del “minitrasvase” de Tarragona
para trasladar 40 de los 120 hectómetros
cúbicos propiedad de los regantes.
Según afirman Ecologistas en Acción
y Greenpeace se trata de un trasvase, es “irresponsable”
y “no es la solución”.
Las dos organizaciones ecologistas
coinciden en señalar que la sequía
ha sido la excusa perfecta para permitir a
las fuerzas políticas de izquierda
desenterrar la interconnexión de redes
con el trazado entre Tarragona y Vilafranca
del Penedès, via Olèrdola, una
variante del proyecto de interconexión
de redes CAT-ATLL, que ya había propuesto
CIU en el año 2002 (DOGC 3692 de 5
de agosto de 2002) y a la cual en su momento
se opusieron las organizaciones ecologistas,
el movimiento social e incluso los componentes
del actual gobierno catalán tripartito.
La propuesta actual sólo se diferencia
de la de CIU en que utiliza el trazado de
la autopista para evitar la demora que ocasionaría
la expropiación de los terrenos prevista
en la opción de CIU del 2002.
También lamentan
la falta de interés del Gobierno de
Catalunya por dar una solución ecológicamente
sostenible al problema de la falta de agua
dado que, pese a estar vigente des del 3 de
abril de 2007 el Decreto de medidas excepcionales
y de emergencia para la gestión de
los recursos hídricos como medida de
prevención para asegurar al máximo
los usos del agua para el abastecimiento de
la población frente al escenario de
sequía, éste ha sido solamente
un problema de Conselleria cuando debería
haber sido un tema prioritario para el obierno
de la Generalitat. Gobierno que ha tenido
que acabar aceptando una propuesta trasvasista
a la que los partidos que lo constituyen se
oponían cuando estaban en la oposición.
Ecologistas en Acción
y Greenpeace consideran que esta opción
de llevar agua del Ebro a las cuencas internas
de Catalunya entierra definitivamente la Nueva
Cultura del Agua. Las dos organizaciones lamentan
que no haber sido escuchadas en sus reivindicaciones
de medidas de ahorro y una gestión
más eficaz del agua, lo que a su juicio
ha desembocado en un punto en el que deben
tomarse, como iempre, soluciones desesperadas
que crean dependencias irreversibles entre
cuencas y encienden guerras territoriales
por el agua, y no aportan sostenibilidad al
territorio de Catalunya.
Igualmente opinan que esta
solución abre la puerta a futuras “transferencias
puntuales” a otras cuencas como las del levante
español y Andalucía, e, incluso,
a la reabertura del trasvase del Ródano,
la opción más costosa para los
consumidores. De este modo, se da por finiquitado
el programa AGUA, y la desalación,
la opción última para estas
organizaciones ecologistas, desaparece como
alternativa para quedar como una ación
más de apoyo al trasvase de agua entre
cuencas.
Ecologistas en Acción
Greenpeace
ECOLOGISTES EN ACCIÓ
DE CATALUNYA I GREENPEACE S’OPOSEN AL TRANSVASAMENT
DE L’AIGUA DE L’EBRE A LES CONQUES INTERNES
DE CATALUNYA A TRAVÉS DEL MINITRANSVASAMENT
AMB L’EXCUSA DE LA SEQUERA
Davant la imminència
de l’acord entre el Govern de la Generalitat
i el de l’Estat Espanyol per solucionar la
manca de recurs hídric associat a la
sequera, Ecologistes en Acció de Catalunya
i Greenpeace s’oposen enèrgicament
a l’actual proposta se subministrar aigua
a les Conques internes de Catalunya a través
de l’allargament del minitransvasament. Ambdues
organitzacions ecologistes han criticat avui
l'últim pla del Govern per proveir
d'aigua utilitzant la infraestructura del
"minitransvasament" de Tarragona
per traslladar 40 dels 120 hectòmetres
cúbics propietat dels regants. Segons
afirmen Ecologistes en Acció de Catalunya
i Greenpeace es tracta d'un transvasament,
és "irresponsable" i "no
és la solució".
Les dues organitzacions ecologistes coincideixen
en assenyalar que la Sequera ha estat l’excusa
perfecta per permetre a les forces polítiques
d’esquerra desenterrar la interconnexió
de xarxes amb el traçat entre Tarragona
i Vilafranca del Penedès, via Olèrdola,
una variant del projecte d’interconnexió
de xarxes CAT-ATLL, que ja havia proposat
CIU l’any 2002 (DOGC 3692 de 5 d’agost de
2002) i a la qual en el seu moment les organitzacions
ecologistes, el moviment social i fins i tot
els components de l’actual govern tripartit,
s’hi van oposar. La proposta actual només
es diferencia de la de CIU en el fet d’emprar
el traçat de l’autopista per evitar
la demora que casionaria
l’expropiació dels terrenys prevista
en l’opció de CIU del 2002.
També lamenten la
manca d’interès del Govern de Catalunya
per donar una solució ecològicament
sostenible al problema de la manca d’aigua
atès que, tot i estar vigent des del
3 d'abril de 2007 el Decret de mesures excepcionals
i d'emergència per a la gestió
dels recursos hídrics com a mesura
de prevenció per tal d'assegurar al
màxim els usos de l'aigua per a l'abastament
de la població davant l'escenari de
sequera, aquest ha estat únicament
un afer de Conselleria quan hagués
hagut de ser un tema prioritari per al Govern
de la
Generalitat.
Govern que ha hagut d’acabar
per acceptar una proposta transvasista a la
qual els partits constituents de l’actual
govern s’oposaven quan eren a l’oposició
Ecologistes en Acció de Catalunya i
Greenpeace consideren que aquesta opció
de portar aigua de l’Ebre a les Conques internes
de Catalunya enterra definitivament la Nova
Cultura de l’Aigua. Les dues organitzacions
lamenten que no haver estat escoltades en
les seves reivindicacions de mesures d'estalvi
i una gestió més eficaç
de l'aigua, el que al seu judici ha portat
a un punt en el qual cal prendre, com sempre,
solucions desesperades creant dependències
irreversibles entre conques i engegant guerres
territorials per l’aigua que no aporten sostenibilitat
al territori de Catalunya.
Tanmateix opinen que aquesta
solució obre l’aixeta a futures “transferències
puntuals” a altres conques com les del llevant
espanyol i Andalusia i, fins i tot, a la reobertura
del transvasament del Roïna, la opció
més costosa per als consumidors. D’aquesta
manera, es dóna per finiquitat el programa
AGUA, i la desalinització, la opció
última per aquestes organitzacions
ecologistes, desapareix com alternativa per
quedar com a una acció més de
suport als transvasament d’aigua entre conques.
Ecologistes en Acció
de Catalunya
Greenpeace