19
abril 2008 - Internacional — Después
de 5 meses en el mar, el Nisshin Maru llegó
hoy a Japón después de cazar
551 ballenas en el Santuario Ballenero Austral.
El ataque anual a las ballenas
en el Santuario Ballenero Austral ha finalizado
con un total de 551 ballenas asesinadas en
beneficio de una falsa y desacreditada investigación
científica.
Aunque el número
de ballenas cazadas fue de casi la mitad de
la cantidad que los cazadores habían
calculado, aún supera en más
de 100 ballenas a la caza realizada hace tres
años.
La caza de ballenas fue
interrumpida por 15 días en pleno verano
austral cuando nuestro barco “Esperanza” persiguió
al Nisshin Maru a lo largo de 4300 millas
del santuario ballenero, desbaratando la operación
ballenera en su totalidad.
Además de las ballenas
minke, los balleneros también planeaban
cazar a las ballenas jorobadas y de aleta.
Este año, decidieron cancelar la caza
de jorobadas después de las fuertes
protestas alrededor del mundo pero las de
aleta estaban todavía en la mira de
los balleneros.
En los últimos años,
la Agencia Japonesa de Pesca le ha estado
diciendo al mundo que ha habido un “rápido
crecimiento” en el número de ballenas
de aleta en el Océano Austral y que
esto justificaba la muerte de 50 ejemplares
de la segunda ballena más grande del
mundo.
A pesar de que pasaron más
de 3 meses del año rastreando el Santuario
Ballenero Austral, los 6 barcos de la flota
ballenera no vieron ni una de las ballenas
de aleta que supuestamente abundaban.
La batalla en defensa de
las ballenas ahora cambia su foco a la ciudad
de Santiago de Chile, donde tendrá
lugar la próxima reunión de
la Comisión Ballenera Internacional.
Japón tratará nuevamente de
revertir décadas de conservacionismo
y de reforzar un retorno a los destructivos
días de la caza comercial en el Océano
Austral.
Dentro de un santuario ballenero,
no es aceptable el asesinato de ninguna ballena.
Si los japoneses son serios con respecto a
la “caza científica”- mejor dicho a
la caza comercial disfrazada de científica-
deben volver el próximo año
al Océano Austral con cámaras
fotográficas en lugar de arpones.
Creemos que Canon, la empresa
japonesa de cámaras fotográficas
famosa por promover causas ambientales y ayudar
a las especies en peligro de extinción,
debería ser la primera en adoptar este
concepto.