22
Apr 2008 - En plena “guerra por el agua” entre
Comunidades Autónomas, con el medio
ambiente y la biodiversidad como grandes olvidados
y principales perdedores, WWF/Adena reclama
el agua para los ríos y recuerda por
qué el agua de los cauces debe llegar
al mar. Ante la grave situación de
los ecosistemas, WWF/Adena pide a la nueva
Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y
Marino, Elena Espinosa, la aprobación
urgente de caudales ecológicos que
permitan su conservación, de la que
se beneficiarían otros sectores, como
el pesquero o el turístico.
La gestión del agua
en España es uno de los grandes retos
que debe afrontar la nueva Ministra, Elena
Espinosa, abandonando la visión productivista
por otra integral y basada en los ecosistemas
acuáticos. Tras cuatro años
de sequía (fenómeno habitual
en el entorno mediterráneo que se agravará
por el cambio climático), se asiste
a una guerra por el agua para satisfacer las
demandas de la agricultura, sedienta de regadío,
y el urbanismo irresponsable.
WWF/Adena denuncia que,
aunque la legislación prevé
reservas de agua dulce para garantizar la
conservación de los ríos —caudales
ecológicos—, España aún
no ha definido con criterios científicos
estos caudales, que siguen gestionándose
de forma inadecuada. Los impactos sobre ríos
y humedales y las especies que albergan se
incrementan por la demanda creciente de agua
que ya ha hecho desaparecer en los últimos
años el 60% de las zonas húmedas.
De hecho, especies en peligro,
como el esturión o el visón
europeo, están abocadas a la extinción
si no se toman medidas urgentes para mantener
vivos los ríos. Lo mismo ocurre con
algunas áreas de importante valor natural,
como el delta del Ebro o las Tablas de Daimiel,
que dependen de los aportes de sedimentos
y agua dulce.
De otro lado, desde diversos
sectores y por parte de varios líderes
políticos, se sigue lanzando el mensaje
a la opinión pública de que
“el agua de lo ríos se desperdicia
en el mar”, para aprovechar hasta la última
gota del recurso. En el Día de la Tierra,
WWF/Adena vuelve a desmentir este mensaje.
No en vano, además de los ecosistemas
marinos y costeros, son muchos los sectores
económicos que dependen de estos aportes
y que se están viendo ya gravemente
afectados por su reducción.
WWF/Adena recuerda que de
ríos como el Nilo o el Ebro depende
el Mar Mediterráneo y, con ello, la
vida en estas aguas. También destaca
que sus nutrientes son decisivos en la reproducción
de muchas especies pesqueras (boquerón,
sardina, etc.) y son clave en la alimentación
de cetáceos y aves marinas. Otras pesquerías
tan importantes como la de la anchoa del Cantábrico
o el mejillón gallego dependen de igual
forma del agua dulce. Sólo la industria
pesquera en torno al Delta del Ebro mueve
18 millones de euros anuales y el sector marisquero
gallego de las rías mantiene miles
de empleos.
Otro sector que ya se está
viendo seriamente afectado es el turístico.
No en vano, la falta de los sedimentos de
los ríos está provocando la
desaparición de muchas playas, proyectos
de “regeneración” costosos e impactantes
y una fuerte reducción en los ingresos
locales. Un caso paradigmático es el
de las grandes presas que regulan la cuenca
del Ebro, reteniendo hasta el 95% de los sedimentos
y cuyo impacto llega hasta la provincia de
Alicante, que verá cómo sus
playas desaparecen si continúa la demanda
del agua del Ebro para sus desarrollos urbanísticos.
El propio Delta del Ebro ve amenazada su existencia
por la falta de sedimentos, lo que llevaría
a la desaparición de la mitad de su
superficie a finales de este siglo y, con
él, su riqueza biológica y la
economía ligada a las 500.000 visitas
anuales que recibe.
Así, Juan Carlos
del Olmo, Secretario General de WWF/Adena,
señaló: “la situación
de los ríos es crítica y no
se puede seguir manipulando a la opinión
pública, pretendiendo que sea la naturaleza
la que se adapte a nuestros deseos. Es hora
de que seamos nosotros quienes nos adaptemos
a la capacidad de los ecosistemas”. Además,
destacó: “garantizar el agua de los
ríos y los caudales ecológicos
necesarios debería ser la principal
prioridad de la nueva Ministra de Medio Ambiente.
Sólo con ecosistemas sanos dispondremos
de agua de calidad y suficiente en el futuro”.
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SEO/BirdLife y WWF/Adena
reclaman nuevamente el Plan de Recuperación
del Águila Imperial en Madrid
22 Apr 2008 - Casi veinte
años de espera y, al menos, cinco borradores
distintos en diferentes legislaturas, no han
sido suficientes para conseguir aprobar un
Plan cuyo desarrollo es, según la normativa
estatal, obligatorio para proteger a esta
especie en peligro de extinción. Por
ello, SEO/BirdLife y WWF/Adena, reclaman a
la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación
del Territorio de Madrid la aprobación
urgente del Plan de recuperación del
Águila imperial y la puesta en marcha
de las principales líneas de trabajo.
El último borrador
de este Plan fue sometido a información
pública en agosto de 2006, si bien
su aprobación fue retrasándose
hasta el final de la legislatura. Finalmente,
la última versión quedó
pendiente únicamente de la consulta
al Consejo Consultivo. En una reunión
celebrada en abril de 2007, el entonces Consejero
y el actual Director General garantizaron
a SEO/BirdLife y WWF/Adena que una vez superada
esta consulta no habría ningún
obstáculo para la aprobación
del mismo. Sin embargo, un año después
nada se ha vuelto a saber de este plan que
si bien presentaba algunas carencias en aspectos
como la protección de zonas de expansión
y alimentación de la especie, recogía
importantes medidas para afrontar las principales
amenazas.
De hecho, el Plan presentado
en 2006 vinculaba su aprobación al
desarrollo posterior de medidas absolutamente
urgentes para la especie, como el Plan de
acción contra el uso de cebos envenenados,
y la modificación de tendidos eléctricos
peligrosos, las dos principales causas de
mortalidad de la especie en la Comunidad de
Madrid.
Mientras tanto la situación
para la especie, catalogada como en peligro
de extinción, sigue empeorando en la
Comunidad de Madrid. El número de ejemplares
que muere cada año y las amenazas sobre
la especie no disminuyen. El continuo uso
de cebos envenenados y la proliferación
de infraestructuras y urbanismo reducen y
empobrecen su hábitat, poniendo en
peligro a la población de esta especie
en la Comunidad de Madrid.
Según el informe
El veneno en España, elaborado por
WWF/Adena, entre 11000 y 2005 en Madrid se
recogieron 18 ejemplares muertos por envenenamiento,
que representan el 20% de los casos registrados
en toda España. Esta mortalidad es
muy elevada teniendo en cuenta que Madrid
alberga una población de unas 27 parejas
reproductoras (11,5% del total). Resulta evidente,
pues, que es necesario tomar medidas urgentes
para garantizar la conservación a largo
plazo de la especie.
Para Juan Carlos Atienza,
Director de conservación de SEO/BirdLife:
“Es imprescindible que la Comunidad de Madrid
cumpla sus obligaciones legales y apruebe
este plan para combatir las amenazas que afectan
a la especie y garantizar la conservación
de su hábitat”.
Según Luis Suárez,
responsable del programa de especies de WWF/Adena:
“La Comunidad de Madrid no puede seguir dando
la espalda a su patrimonio natural; resulta
increíble que pese a que esta región
alberga a especies muy amenazadas como el
águila imperial, el lince ibérico
o el buitre negro todavía no haya aprobado
ningún plan de recuperación.”