25
abril 2008 - Chaco, Argentina — Greenpeace
presentó en Resistencia, Chaco, un
informe sobre la situación de los recursos
forestales a nivel global y Argentina. “El
diagnóstico actual no deja dudas de
la necesidad de frenar la destrucción
de los bosques nativos”.
La organización ambientalista
presentó esta mañana el informe
“Emergencia Forestal. Debemos frenar la destrucción
de los últimos bosques nativos”, que
demuestra que la pérdida de bosques
en Argentina crece cada vez más por
la expansión descontrolada de la actividad
agropecuaria.
El documento refleja la
opinión de la organización ambientalista
en relación a los procesos de ordenamiento
territorial previstos en la Ley de Presupuestos
Mínimos de protección Ambiental
de los Bosques Nativos.
“La deforestación
constituye una de las mayores amenazas para
el equilibrio ecológico de todo el
planeta, y genera un deterioro irreversible
para muchos ecosistemas, con graves efectos
para gran parte de la población mundial”,
señaló María Eugenia
Testa, miembro de la Unidad Política
de Greenpeace Argentina.
El informe indica que la
región de Parque Chaqueño, que
integra la segunda área boscosa del
continente después de la Amazonia,
el Gran Chaco Americano, y que abarca las
provincias de Chaco, Formosa, Este de Salta,
de Jujuy, de Tucumán y de La Rioja
es la región forestal que está
siendo más destruida. Ahí se
produce el 70 por ciento de la deforestación
anual de todo el país y su región
semiárida se encuentra al borde de
la pérdida total de sus bosques.
“El aumento de la producción
de soja incrementó la presión
para deforestar en el Parque Chaqueño,
para expandir la frontera agrícola”
dijo Testa y agregó que “esta destrucción
del hábitat, además, pone en
peligro de extinción a unas 25 especies
de mamíferos”.
La organización señaló
también que es imprescindible el estricto
cumplimiento de la moratoria a los desmontes
mientras se realizan los procesos de Ordenamiento
Territorial de Bosques Nativos y que los mismos
sean aprobados por las legislaturas provinciales.
Alentó a que los procesos del ordenamiento
se realicen de manera participativa, e involucren
a los sectores académicos, productivos,
sociales, ambientales, y a las comunidades
campesinas e indígenas que los habitan.
Greenpeace indicó
que, dada la emergencia forestal en la que
se encuentra Argentina, es de vital importancia
detener completamente la destrucción
de nuestros bosques nativos. La organización
ecologista adelantó así que
su propuesta para la zonificación que
deberá resultar de los Ordenamientos
Territoriales de Bosques Nativos es que no
impliquen nuevos desmontes. “Las áreas
de color verde, según lo define la
ley, deberán ser cero”, explicó
Eugenia Testa.
En el día de ayer
miembros de la organización ambientalista
se entrevistaron con el gobernador, Jorge
Capitanich, en la casa de gobierno provincial.
En el encuentro, Juan Carlos Villalonga, Director
político de Greenpeace manifestó
el interés de la organización
en el seguimiento del proceso de ordenamiento
territorial de la provincia y expresó
su preocupación por el avance de la
frontera agropecuaria en el parque chaqueño.
“Chaco, Salta y Santiago
del Estero son las provincias con mayor superficie
de bosques nativos del país, por eso
es muy importante un ordenamiento territorial
que priorice la conservación y el manejo
sustentable del bosque por sobre el cambio
del uso del suelo”, sostuvo Villalonga.
- Los bosques concentran
más de la mitad de la biodiversidad
del planeta, juegan un papel fundamental en
la regulación climática, el
mantenimiento de las fuentes y caudales de
agua y la conservación de los suelos,
y de ellos obtenemos bienes y servicios indispensables
para nuestra supervivencia, como alimentos,
maderas y medicinas.
- Alrededor de 1.600 millones
de personas en todo el mundo dependen de los
recursos forestales para su subsistencia.
- Mientras que hace unos
diez mil años la mitad de la superficie
terrestre mundial estaba cubierta por bosques
nativos, en la actualidad éstos sólo
representan alrededor del 30% del planeta,
menos de 4.000 millones de hectáreas,
de las cuales sólo el 9% se encuentran
protegidas.
- La deforestación
a nivel mundial sigue aumentando a una tasa
alarmante: desparecen aproximadamente 13 millones
de hectáreas al año, un área
similar al tamaño de la provincia argentina
de Santiago del Estero.
- La desertificación
constituye uno de los procesos mundiales más
alarmantes de degradación ambiental,
ya que hace que disminuya la productividad
biológica y económica de las
tierras y tiene efectos negativos en ríos,
lagos, acuíferos e infraestructuras.
Actualmente afecta a más de 1.000 millones
de personas, con consecuencias potencialmente
devastadoras para sus medios de subsistencia.
- A nivel global, la deforestación
resulta un aporte significativo al cambio
climático, ya que es responsable de
cerca del 20% de las emisiones globales de
gases de efecto invernadero, lo que representa
una proporción mayor a la causada por
las emisiones de todo el sector mundial de
transportes.
- Actualmente nuestro país
cuenta con una superficie de 31.443.873 hectáreas
de bosque nativo, lo que representa tan sólo
el 30% de las masas forestales originales.
La tasa de deforestación en Argentina
es cinco veces mayor que la mundial. Se desmontan
aproximadamente 280.000 hectáreas por
año, una hectárea cada dos minutos.
- El Parque Chaqueño
es la región forestal que está
siendo más destruida: allí se
produce cerca del 70% de la deforestación
anual de todo el país, y su región
semiárida se encuentra al borde de
la pérdida total de sus bosques.
- La situación actual
de la Selva Misionera es realmente crítica:
sólo queda un 7% de su superficie original.
Mientras que en Paraguay y Brasil ha sido
prácticamente destruida, la mayor parte
se encuentra en nuestro país: sólo
alcanza cerca de 1.453.381 hectáreas.
- Más del 90% de
la superficie original de la región
pedemontana de la Selva de Yungas desapareció
al ser transformada en extensos cultivos de
caña de azúcar entre las décadas
del 30 y el 50 y, actualmente, en plantaciones
de soja. La situación de las Yungas
en Argentina es alarmante: actualmente sólo
contamos con aproximadamente 3.732.985 hectáreas.
- La situación de
la región del Espinal es realmente
preocupante: sólo contamos con aproximadamente
2.656.747 hectáreas.
- Las zonas áridas
de la región del Monte tienen una muy
alta degradación del ecosistema. Las
principales causas de su destrucción
son la tala, el sobrepastoreo y los incendios,
que provocan casi desiertos.