24
Apr 2008 - Amigos de la Tierra, Greenpeace,
SEO/BirdLife, WWF/ADENA, Ecologistas en Acción,
y la asociación ADECUNA han recordado
el accidente de Aznalcóllar, ocurrido
el 25 de abril de 1998, y denunciado que esta
catástrofe podía haberse evitado.
Además, las organizaciones ecologistas
han alertado del peligro que actualmente existe
en la zona por los vertidos tóxicos
de la Minas de las Cruces.
Bajo el lema “1998 minas
de Aznalcóllar = mina de las cruces
2008. No más vertidos tóxicos”,
los coordinadores de las cinco grandes organizaciones
estatales y de la asociación local
han unido sus voces para denunciar la situación
de degradación del Corredor Verde del
Guadiamar, cinco años después
de su inauguración.
Además, han lamentado
la situación actual de la balsa que
reventó, los lodos y residuos que se
almacenan en las cortas de Aznalcóllar
y Los Frailes y han alertado de los peligros
de contaminación del acuífero
Niebla-Posadas, y las filtraciones contaminantes
hacia el arroyo de los Frailes. Asimismo,
han mostrado su oposición al proyecto
minero de Las Cruces, en Gerena, por los riesgos
de contaminación del acuífero
Niebla-Posadas y por el vertido tóxico
de metales pesados al Guadalquivir.
Como soluciones viables,
han propuesto la ampliación y conservación
del Corredor Verde del Guadiamar, la restauración
ambiental del recinto minero de Aznalcóllar
y la prohibición de vertidos tóxicos
de la Mina de las Cruces.
Las agrupaciones ecologistas
han criticado que las administraciones públicas
sólo incidan en estas fechas en las
acciones de recuperación que han acometido
del Guadiamar, y que olviden el el carácter
de catástrofe anunciada, y se obvie
la situación de la instalación
minera, así como del Guadiamar.
En el acto han estado presentes
Jaime Machicado de Amigos de la Tierra; Mario
Rodríguez, de Greenpeace; Alejandro
Sánchez, por parte de la SEO/BirdLife;
Juan Carlos del Olmo, de WWF/ADENA; Theo Oberhuber,
de Ecologistas en Acción; y por parte
de la asociación Adecuna de Aznalcóllar,
José Antonio Figueras.
1998. La catástrofe
anunciada
Los ecologistas recordaron
que el vertido tóxico de Aznalcóllar
fue una catástrofe anunciada que pudo
evitarse si hubieran funcionado correctamente
los mecanismos básicos de prevención
y control ambiental de las administraciones
competentes. La catástrofe fue repetidamente
anunciada desde diciembre de 1995 hasta el
mismo año 1998. Sin embargo, los responsables
políticos no hicieron nada ante las
denuncias de un antiguo técnico del
complejo minero y de las asociaciones ecologistas.
En la madrugada del 25 de
abril de 1998, la balsa de las minas de Aznalcóllar,
propiedad de la empresa Boliden Apirsa, vertía
5,5 millones de m3 de lodos tóxicos
y unos 1,9 millones de m3 de aguas ácidas,
con graves consecuencias para los ecosistemas
de los ríos Agrio y Guadiamar, y contaminó
las marismas del Parque Nacional de Doñana
y el Estuario del Guadalquivir. El lodo aniquiló
más de 4.600 hectáreas de cultivo
y paralizó la actividad minera con
una regulación de empleo que afectó
a más de 500 trabajadores de la mina.
Desde ese momento, se iniciaron
dos proyectos de restauración ambiental
en el Guadiamar y las marismas de Doñana,
el Corredor Verde y Doñana 2005, con
una inversión pública de más
de 300 millones de euros. Diez años
después, se debe considerar que los
resultados de ambos proyectos han sido mejores
de lo que se esperaba, teniendo en cuenta
la magnitud del desastre ecológico,
social y económico al que se enfrentó
Doñana, pero lamentablemente todos
los costes provocados por la catástrofe
han sido asumidos con dinero público,
mientras que la empresa directamente responsable
de la catástrofe, Boliden, se llevó
los beneficios y las subvenciones y no cumplió
con ninguna de sus responsabilidades ambientales
ni sociales.
2008. ¿Una lección
aprendida?
Las organizaciones firmantes
constatan que las inversiones y la recuperación
ambiental llevada a cabo en estos últimos
diez años están actualmente
amenazadas por diversos peligros, algunos
como los vertidos de la Mina de las Cruces
pueden llegar a ser tan graves como la catástrofe
de las minas de Aznalcóllar.
Son cuatro las amenazas
principales apuntadas sobre la cuenca del
Guadiamar y las marismas de Doñana:
los proyectos urbanísticos que amenazan
la función como corredor ecológico
del río Guadiamar; la cesión
de aguas del embalse del Agrio para actividades
agrícolas e industriales, que convertiría
al Guadiamar en un canal de riego para abastecer
campos de cultivo; la falta de restauración
del área minera de Aznalcóllar
que sigue siendo una fuente de contaminación
por metales pesados, debido a la existencia
de filtraciones; y el proyecto minero de las
Cruces, que verterá metales pesados
al río Guadalquivir siendo un riesgo
evitable puesto que existe la posibilidad
técnica de un vertido cero.
Por otra parte, la escasa
vigilancia que existe en el Corredor Verde
ha propiciado que se den actividades prohibidas
en este entorno, degradando el medio natural
y los equipamientos de uso público:
tránsitos prohibidos de quads, motos
y todoterrenos, caza y pesca ilegal, hogueras
y barbacoas en puntos no autorizados, actos
vandálicos contra los equipamientos
públicos, etc.
La falta de compromiso a
largo plazo con la recuperación total
del río Guadiamar y su cuenca hidrológica
ha frenado la ampliación del Corredor
Verde hacia el norte, con lo que no se ha
llegado a conectar realmente Sierra Morena
y Doñana a través del mismo.
Finalizar el Corredor Verde implicaría
un trabajo especialmente intenso en la zona
de Aznalcóllar para restaurar la zona
minera y eliminar los impactos ambientales
del Guadiamar al norte de este municipio.
Sábado 26 de abril
de 2008: ruta desde las Cruces a Guadiamar
Para el 26 de abril, las
agrupaciones ecologistas han convocado una
ruta desde la Mina de Las Cruces hasta el
Corredor Verde del Guadiamar. Desde la Estación
de Santa Justa, a las 10,30 de la mañana,
y desde distintos puntos de Andalucía
saldrán autobuses esa mañana
hacia la Mina de Las Cruces en Gerena (Sevilla).
A las 12,00 del mediodía,
en el km 5 de la carretera SE-52 desde la
N-630 hacia Gerena se procederá a un
acto de protesta en la entrada principal de
la Mina de Las Cruces. Se leerá un
manifiesto conjunto ante los medios de comunicación.
Posteriormente proseguirá la ruta hacia
el PAMA (Polígono de Actividades Medioambientales
de Aznalcóllar) para divisar la balsa
siniestrada y realizar una visita al recinto
minero de Aznalcóllar.
A las 14,30 horas la ruta
finalizará en el Corredor Verde del
Guadiamar, en el Área Recreativa del
Puente de Las Doblas, donde se degustará
comida ecológica de la Cooperativa
de Consumidores Ecológicos La Ortiga.
Por último, los autobuses volverán
a sus destinos a partir de las 17,00 horas.
+ Más
WWF/Adena y SEO/BirdLife
reiteran su oposición al Gran Scala
y piden la protección de Los Monearos
30 Apr 2008 - Las organizaciones
SEO/BirdLife y WWF/Adena solicitan al Gobierno
de Aragón que retire definitivamente
su apoyo al proyecto Gran Scala y que apueste
por la conservación y el desarrollo
sostenible en Los Monegros. Entre otros impactos,
su construcción generaría 15
millones de toneladas de CO2 al año
y supondría un daño irreversible
sobre el lugar que alberga el mayor número
de especies de toda Europa.
Los Monegros es una de las
zonas esteparias más importantes de
Europa desde un punto de vista de conservación
ambiental. Las especies descritas en este
espacio natural, unas 4.500, hace de este
hábitat el que mayor número
alberga de todo el continente. De hecho, en
él se dan cita muchas especies endémicas
y, por ello, es un lugar en el que “desarrollo”
y “conservación” deben ir siempre ligados.
Sin embargo, y a pesar de
la polémica social que está
generando, el gobierno de Aragón está
apostando por este proyecto tan desproporcionado
como insostenible. En caso de que se aprobara,
el gasto de agua sería excesivo e inasumible
para una comarca tan árida como Los
Monegros y la amplia superficie ocupada por
los 32 casinos, 70 hoteles, 232 restaurantes
y 500 comercios produciría un daño
irreversible para especies amenazadas, entre
las que figuran la avutarda, el sisón
común, la ganga ibérica y la
ganga ortega.
Además, según
un reciente estudio de “Ecología y
Desarrollo”, este proyecto generaría
15 millones de toneladas de CO2 al año.
Esto significa que habría que plantar
1.500 millones de sabinas cada año,
en una superficie que sería equivalente
a dos tercios de Aragón, para absorber
el impacto de estas emisiones.
Por este motivo, WWF/Adena
y SEO/BirdLife solicitan que el gobierno de
Aragón cumpla la promesa realizada
de declarar este espacio como Parque Natural,
realice los Planes de Ordenación del
Territorio (PORN) y los Planes de conservación
de especies amenazadas que el gobierno de
Aragón se comprometió a realizar
para 2004, así como los Planes de gestión
de los Espacios Natura 2000 que el gobierno
de Aragón tiene la obligación
de desarrollar por la Ley 42/2007.
Asimismo, SEO/BirdLife y WWF/Adena proponen
que se ponga en marcha un plan de desarrollo
sostenible de la comarca y que Los Monegros
acabe declarándose finalmente Parque
Nacional, ya que su candidatura se lleva barajando
desde hace muchos años.