08
mayo 2008 - Estado de México, México
— Proyectos carreteros como la Autopista Lerma-Tres
Marías, sólo benefician a la
IP; además del daño ambiental
y social que provocaría la construcción
de la autopista, el gobernador del Estado
de México, Enrique Peña Nieto,
impulsa otros dos proyectos carreteros como
parte de su política de urbanización
El gobierno del estado de
México atenta contra el medio ambiente
y la organización de las comunidades
que viven en los bosques al imponer la construcción
de la Autopista Lerma Tres Marías,
denuncian comuneros de Texcalyacac, Xalatlaco,
San Francisco Xochicuautla, San Miguel Ameyalco
y las organizaciones ambientalistas Centro
Mexicano de Derecho Ambiental, Guardianes
de los Árboles y Greenpeace.
“En reiteradas ocasiones
hemos manifestado al gobierno de Peña
Nieto y a la Semarnat, nuestra inconformidad
por la intención de construir la Autopista
Lerma-Tres Marías, ya que nunca fuimos
consultados por las autoridades para llevar
a cabo dicho proyecto carretero. De realizarse,
afectaría seriamente nuestros bosques
y acuíferos, cosa que hemos demostrado
con argumentos técnico científicos.
Sabemos de otros proyectos carreteros que
afectarían los recursos naturales de
comunidades vecinas, es por eso que hemos
decidido unirnos y evitar que se lleven a
cabo porque traerían consecuencias
desastrosas para el medio ambiente y nuestras
comunidades”, señaló Adán
Mata, líder de la comunidad de Texcalyacac,
Estado de México.
Además del daño
ambiental y social que provocaría la
construcción de la Autopista Lerma-Tres
Marías, el gobernador del Estado de
México, Enrique Peña Nieto,
como parte de su política de urbanización,
impulsa otros dos proyectos carreteros: Autopista
Toluca-Naucalpan que afectaría las
Áreas Naturales Protegidas (ANP) del
Parque Estatal Otomí-Mexica; y la carretera
Ramal a Valle de Bravo y Paseo Avándaro
que cruzaría por la ANP de Valle de
Bravo.
“La Autopista Toluca-Naucalpan
tampoco beneficiará en nada a nuestra
comunidad, por el contrario, nos afectaría
mucho ya que cruzaría un tramo de 6
kilómetros por el Parque Estatal Otomí-Mexica
destruyendo cientos de miles de árboles,
afectaría además el Santuario
de Agua San Lorenzo, que abastece de agua
a las Ciénegas de Lerma. Por esta razón,
nuestra comunidad está decidida a no
permitir la construcción de ninguna
carretera que atraviese por nuestros bosques
y que afecte a nuestras comunidades”, explicó
Juan Leonardo Alfaro, comunero del poblado
de Xochicuautla.
“Los bosques de Xalatlaco
son sumamente valiosos para nuestra comunidad,
de ahí obtenemos servicios ambientales
que necesitamos para sobrevivir, de construirse
la autopista Lerma-Tres Marías generaría
un crecimiento urbano que acabaría
con nuestros bosques, por lo que nuestra comunidad
no está a dispuesta a aceptar este
proyecto carretero”, advirtió Alfonso
Jiménez de la comunidad de Xaltlaco.
Mediante una política
de urbanización comprometida con la
iniciativa privada e impuesta a las comunidades,
que no son informadas y consultadas debidamente,
el gobierno del Edomex destruye su organización
de vida. Los obstáculos para regular
su tenencia de tierra, la incomprensión
de sus necesidades reales como es la falta
de agua, la indiferencia ante su decisión
de No a la urbanización del bosque
y SÍ a sus proyectos de desarrollo,
y SÍ al aprovechamiento de sus recursos
naturales, que les dé beneficios económicos
directos y de manera sustentable; son políticas
que, en suma, atentan contra el desarrollo
económico, social y político
de las comunidades.
“El Gran Bosque de Agua,
ubicado entre las ciudades de México,
Cuernavaca y Toluca, abastece de agua a 35
millones de mexicanos que viven en el centro
del país y, aunque no lo puedan creer
las autoridades del Estado de México,
es una de las zonas con mayor diversidad biológica
del planeta (alberga 2 por ciento de las especies
de plantas y animales del mundo). El crecimiento
urbano es una de las principales amenazas
de estos bosques y la construcción
de la Autopista Lerma-Tres Marías acelerará
este proceso, tal como ocurre con vías
como la México-Toluca y la México
Cuernavaca, que han sido detonadoras de la
urbanización de las zonas boscosas.
Al promover su construcción, el gobierno
del Estado de México no muestra interés
en atender las demandas de los mexiquenses,
únicamente busca beneficiar a la iniciativa
privada”, dijo Héctor Magallón,
coordinador de la campaña de Bosques
de Greenpeace México.
“México está
inmerso en una crisis socioambiental aguda,
la falta de congruencia entre la obra pública,
el desarrollo sustentable y el bienestar social
son uno de sus factores. Proyectos de infraestructura
como la Autopista Lerma-Tres Marías
amenazan a las comunidades que viven en esos
ecosistemas, que además son ANP, las
autoridades mexiquenses están violando
sus derechos, y su decisión de no querer
una autopista atravesando el bosque. Por ello,
exhortamos al Gobierno de Felipe Calderón
para que, se respete el estado de derecho,
la Semarnat debe negar la construcción
de estos proyectos que afectan ANP. Esa inversión
pública sería mejor aprovechada
en proyectos más urgentes como la limpieza
y remediación de los ríos de
esta región, para el abastecimiento
de agua a la gente de estos pueblos que dependen
de ella, y que actualmente ya sufren de estrés
hídrico de hasta diez días sin
agua”, dijo la Priscila Rodríguez del
Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).
“Ante el grave deterioro
y agotamiento de los recursos forestales y
acuíferos en el país, las comunidades
dueñas y poseedoras de la tierra, tienen
el legítimo derecho a conservar estos
recursos para su supervivencia. Las autoridades
tienen la obligación de consultar y
tomar en cuenta a las comunidades que puedan
ser afectadas por proyectos carreteros, tales
como la Autopista Lerma-Tres Marías,
Autopista Toluca-Naucalpan y la carretera
Ramal a Valle de Bravo y Paseo Avándaro
que cruzaría por los bosques de Valle
de Bravo. Respecto al Gran Bosque de Agua,
éste podría desaparecer en los
próximos 30 años si no se toman
medidas drásticas para lograr su conservación,
lo que implica detener el crecimiento urbano
desordenado que se traga cotidianamente miles
de hectáreas de bosque”, finalizó
Flora Guerrero de Guardianes de los Árboles.